Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales
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No. 115/116 - Mayo/Junio 2001
Brasil: batalla legal para salvar bosques y tierras
En mayo de 2000 una iniciativa parlamentaria que hubiera tenido como resultado la legalización de la destrucción de los bosques fue derrotada gracias a una fuerte campaña nacional e internacional.
Sin embargo, debido a una aparente "inercia" electrónica, durante los meses siguientes muchas personas continuaron recibiendo pedidos de acción a través de internet solicitando el envío de mensajes al gobierno brasileño, sin tener en cuenta que la legislación propuesta ya había sido archivada.
Es importante aclarar la confusión anterior, porque en este momento se está desarrollando una nueva batalla y un gran número de organizaciones de Brasil (nacionales e internacionales) están luchando contra el mismo enemigo que derrotaron un año atrás.
El gobierno: otra vez a "legalizar" la deforestación
En marzo de 2001, los mismos parlamentarios (12 miembros que representan los intereses de los grandes terratenientes en una comisión parlamentaria integrada por un total de 16), comenzaron nuevamente a intentar introducir cambios en la legislación vigente, que proporciona protección legal a todos los ecosistemas forestales del país. Esa comisión parlamentaria pretende aprobar el 30 de mayo un número de cambios que permitirían la deforestación legal del 50% de todas las fincas del Amazonas y hasta el 80% de las que están ubicadas en el bosque de "cerrado" (en peligro de extinción), para ceder lugar a la cría de ganado extensiva y a los monocultivos a gran escala de soja y algodón. El proyecto reduce, y en algunos casos elimina, las Áreas de Preservación Permanente (que aseguran la conservación de los recursos hídricos), e incluso permite la plantación de monocultivos de pino y eucalipto en áreas actualmente reservadas para la protección y administración racional de bosques nativos. Además, se permitiría la conversión de manglares para la cría del camarón sin exigir siquiera el requisito de realizar estudios de impacto ambiental.
De forma similar al año pasado, un gran número de ONGs están participando activamente en la lucha para derrotar esta nueva iniciativa, y han lanzado una campaña para proteger los bosques: "SOS florestas" (SOS bosques). La comisión de la campaña está integrada por las siguientes organizaciones: Amigos de la Tierra-Amazonía Brasileña, Conservation International, FASE, Funatura, Fundação Vitória Amazônica, Greenpeace-Brazil, Imazon, Ipam, Instituto Socioambiental, Rede Mata Atlântica y WWF-Brasil. Entre sus numerosas actividades, han creado un sitio web: www.codigoflorestal.com.br (sólo en portugués) para difundir información y enviar mensajes al gobierno. Las personas interesadas en apoyar la campaña pueden enviar un mensaje a marco@wwf.org.br o ponerse en contacto con cualquiera de las organizaciones mencionadas.
La opción entre la agricultura familiar y el gigante Aracruz Celulose
En el estado brasileño de Espirito Santo actualmente existen dos sectores de producción distintos enfrentados a situaciones totalmente diferentes.
El primero, que incluye la plantación de eucalipto y la producción de celulosa, está controlado por la compañía multinacional Aracruz Celulose. Este sector, con el apoyo del Banco Nacional de Desarrollo Social y Económico, está en posición de invertir más de mil millones de dólares hasta el año 2002 para la construcción de su tercera fábrica de celulosa y para la ampliación de las plantaciones de eucalipto para garantizar el suministro de materia prima a sus fábricas. Actualmente la compañía posee 138.000 hectáreas de plantaciones de eucalipto en los estados de Espirito Santo y Bahía y necesita agregar aproximadamente 72.000 hectáreas más para poder aumentar su producción anual de celulosa a dos millones de toneladas.
El segundo sector productivo es la agricultura familiar, que produce principalmente café. Este sector, integrado por familias nativas del estado de Espirito Santo, está viviendo una situación de crisis y no está recibiendo apoyo financiero del gobierno para invertir en actividades agrícolas. El bajo precio del café ha llevado a la desesperación a muchos campesinos. Aquellos que en el pasado lograron obtener préstamos, ahora se enfrentan a serios problemas para pagarlos. Vale la pena destacar que solo una minoría de esas familias ha tenido acceso a créditos.
Un contraste claro y escandaloso
Actualmente es posible percibir un contraste claro y escandaloso entre estos dos sectores en situaciones totalmente diferentes. Mientras que Aracruz emplea directamente solo 1.689 trabajadores y es propietaria de las fincas más grandes del estado, el sector de agricultura familiar se compone de 70.000 familias, la mayoría de las cuales posee como mucho diez hectáreas de tierra.
El sector de agricultura familiar puede ofrecer oportunidades de empleo y sustento a la población del Estado de Espirito Santo y también puede evitar la concentración de tierras. Es preocupante el proceso casi "silencioso" mediante el cual Aracruz Celulose está comprando tierras en el estado de Espirito Santo, aprovechando la crisis actual existente en el área rural y contribuyendo al desempleo y al éxodo rural. La situación se complica todavía más al constatar que las autoridades estatales, en vez de defender los intereses de una parte importante de la población, prefieren defender los intereses de una multinacional y participar de la "euforia" que la rodea.
El Estado apoya a los más poderosos
El Organismo Ambiental Estatal ha tomado claramente partido por las multinacionales, restringiendo y controlando el debate sobre la autorización de la tercera fábrica de celulosa de Aracruz, neutralizando las voces críticas y al final facilitando una aprobación rápida de la nueva planta. Y como si esto no fuera suficiente, todavía insistió en incluir una condición por la cual en el futuro no habrá restricciones respecto a la extensión de plantaciones de eucalipto en el estado, eliminando de esa manera una restricción anterior relativa a la ampliación de los territorios de Aracruz Celulose.
Al mismo tiempo, el INCAPER (Instituto Estatal de Investigación y Extensión Agrícola) y el IDAF (Instituto Estatal de Agricultura y Bosques) han participado activamente en intentar involucrar a los campesinos locales en el programa "Fomento Florestal" (donde los eucaliptos son plantados en tierras de terceros), otra estrategia utilizada por Aracruz para aumentar el área de plantaciones de eucalipto. Según los incontables testimonios de campesinos en las áreas rurales de Espirito Santo, estas instituciones estatales han estado promoviendo el proyecto "Fomento Florestal" como alternativa a la crisis actual, ignorando sus impactos sociales y ambientales. En dicho contexto es importante resaltar que recientemente las autoridades municipales de Sooretama tuvieron la valentía de denunciar la compra de tierras efectuada por Aracruz dentro de dicho municipio.
Tomando en cuenta la posición adoptada por los organismos del estado, fue extremadamente pertinente que se estableciera una Comisión Especial en el Parlamento estatal para investigar la expansión de la plantación de eucalipto en nuestro estado. Se realizaron varias audiencias públicas, incluso una en el poblado indígena de Caieiras Velhas el año pasado, donde varios sectores sociales expresaron su opinión sobre el problema y presentaron acusaciones graves contra Aracruz Celulose. Sin embargo, desde el proceso eleccionario del año pasado, esa comisión no se volvió a reunir y se nos informó recientemente que cesó en sus funciones sin siquiera haber presentado un informe sobre sus actividades y conclusiones.
Es necesario instrumentar con urgencia un debate amplio y público, que reciba la atención adecuada de los medios de comunicación, sobre el proceso de compra de tierras por parte de Aracruz y la ampliación de las plantaciones de eucaliptos en Espirito Santo, y que este proceso sea investigado y seguido por el Ministerio Público. Resulta totalmente inaceptable que el Gobierno estatal, al tiempo que no brinda respuestas coherentes a la grave situación que atraviesa la agricultura familiar, proporcione apoyo amplio a la expansión de decenas de miles de hectáreas de un monocultivo, sin ni siquiera evaluar y controlar sus impactos negativos. Las acciones del gobierno están de acuerdo con la propaganda de la compañía, que intenta claramente confundir a la opinión pública.
Es imperiosa la defensa de la agricultura familiar, por políticas y financiación que garanticen la generación de ingresos en las áreas rurales, la diversificación de la producción, la agricultura orgánica, la rehabilitación ambiental y la comercialización de productos. En otras palabras, hacemos un llamamiento a luchar por una agricultura sustentable. Este enfoque asegurará sin duda alguna un futuro para los pobladores de Espirito Santo, tanto para los campesinos como para el resto de la población, que podrá beneficiarse de esa producción. Esto es totalmente distinto a lo que sucede con Aracruz Celulose, donde sus operaciones y acciones han favorecido la concentración de tierras, la concentración de riqueza, el aumento del valor del mercado externo en detrimento de las necesidades locales, la falta de respeto a los valores culturales, el aumento del desempleo y el aumento de los problemas urbanos y ambientales.
No más "desiertos verdes"
Un grupo de organizaciones nucleadas en el Foro Alerta contra el Desierto Verte han lanzado recientemente una iniciativa para apoyar la aprobación inmediata de una ley que prohibe la plantación de eucaliptus en nuevas áreas y que ya fue aprobada por la Asamblea Legislativa de Espiritu Santo.
Adherimos a esta nueva "batalla legal" ya que es inaceptable la expansión de estos "desiertos verdes" cuyos impactos ambientales y sociales son mundialmente conocidos.
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