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Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales


No. 119/120 - Setiembre/Octubre 2001

Insustentabilidad esencial de las empresas transnacionales

El paradigmático caso de Aracruz Celulose

por Ricardo Carrere

Las empresas transnacionales dominan cada vez más todos los sectores económicos en los que es posible obtener ganancias. La mayoría de ellas han incorporado consideraciones sociales y ambientales a su discurso, si bien son pocas las que realmente ponen en práctica sus propias declaraciones al respecto. Más allá de sus buenas intenciones, la escala misma de sus actividades hace que la sustentabilidad ambiental sea prácticamente imposible de lograr, mientras que la competencia por dominar los mercados mundiales ha convertido a las consideraciones sociales en algo casi antagónico con la rentabilidad.Y de hecho, el tema es en realidad bien simple: cuanto mayor es la escala, mayores son los impactos. ¿No será hora de volver a discutir los conceptos de "lo pequeño es hermoso" y de los "límites al crecimiento"?

La expansión sin límites

Los ejemplos abundan en todos los sectores económicos, pero el caso de la empresa Aracruz Celulose, con sede en Brasil, es paradigmático porque fue una de las primeras empresas transnacionales en adherir a la temática ambiental con anterioridad a la Cumbre de la Tierra de 1992. Esta compañía es la mayor productora del mundo de celulosa blanqueada de eucalipto, con una producción anual de 1.300.000 toneladas. Aracruz ha venido expandiendo sus plantaciones de eucalipto y su planta industrial desde el inicio de sus operaciones y aparentemente no hay límites para sus planes de expansión. Ahora apunta a aumentar la capacidad de producción de celulosa a 2 millones de toneladas y eso implica la ocupación de miles de hectáreas más de tierras fértiles con plantaciones de monocultivos de eucalipto.

Las promesas incumplidas

Si bien las comunidades locales que viven en la zona ocupada por Aracruz --principalmente comunidades indígenas y afrobrasileñas tradicionales-- fueron despojadas de sus tierras, en un principio la compañía recibió cierto apoyo de otros sectores de la sociedad, a quienes les prometió desarrollo y empleo. Pero el desarrollo prometido nunca llegó mientras que el empleo ha caído sostenidamente como resultado de la mecanización y la tercerización. Según la propia Aracruz, la compañía tiene en su plantilla a "1.689 empleados, incluidas nuestras filiales internacionales, Aracruz Produtos de Madeira y Portocel. Además de la mano de obra propia, hay 2.954 trabajadores permanentes contratados por terceros, lo que da un total de 4.643 puestos de trabajo directos en las regiones en que operamos". ¡Y ese es todo el empleo generado por una compañía enorme, con una fábrica de celulosa enorme y una cantidad igualmente enorme de tierras que llegan a unas 220.000 hectáreas!

Al mismo tiempo, el empleo rural existente ha disminuido como resultado de la compra de tierras por Aracruz y su plantación con eucaliptos. Dado que la cantidad de puestos de trabajo por hectárea en las plantaciones de árboles es mucho menor que en la agricultura, el empleo en las zonas rurales da un saldo negativo. Además, los impactos ambientales, tanto de las plantaciones como de la producción de celulosa, han agravado los impactos en las poblaciones locales, como es el caso de las comunidades de pescadores enfrentadas a la casi desaparición de los peces como resultado de las actividades de Aracruz.

La oposición crece

Lo que está sucediendo en Espirito Santo, uno de los estados más pequeños de Brasil, es histórico. Los impactos referidos, y otros muchos más, han determinado el crecimiento de la oposición organizada. La poderosa compañía de plantación de árboles y producción de pulpa Aracruz Celulose ha generado tanta oposición a sus actividades, que la Asamblea Legislativa del estado aprobó recientemente, casi por unanimidad, una ley que prohibe continuar con las plantaciones de eucalipto hasta que se haga un mapeamiento agroecológico del estado, que determinará dónde se puede plantar eucalipto y dónde no. La ley fue vetada inmediatamente, durante una "sesión solemne", por el Gobernador y ahora la Asamblea Legislativa debe decidir si mantiene o levanta el veto.

Pero la batalla no se libra solamente entre la Asamblea Legislativa y el Gobernador , sino entre la oposición organizada y la propia Aracruz. La oposición ha aumentado mucho en los últimos años a consecuencia de la amplia gama de impactos sociales y ambientales resultantes de las actividades de la compañía, agregados al hecho de que los puestos de trabajo que ofrece Aracruz se han reducido drásticamente. Además, de acuerdo al diputado Robson Neves, la compañía "no paga ningún impuesto, ni al estado de Espirito Santo ni a las municipalidades locales" donde se localizan sus plantaciones.

El frente de oposición, integrado originalmente por algunas pocas ONG y organizaciones de pueblos indígenas ahora ha crecido y abarca muchos otros sectores de la sociedad organizada que se han visto afectados, como las comunidades afrobrasileñas, productores de carbón vegetal, pescadores, campesinos sin tierra, sindicatos, pequeños productores rurales, así como el sector académico, las ONGs sociales y ambientalistas, políticos y otros ciudadanos preocupados por el problema.

Aracruz falta "con aviso" a seminario internacional sobre el eucalipto

En ese contexto, el autor de la ley, el diputado Nasser Youssef, lanzó la idea de organizar un seminario internacional sobre el eucalipto, abierto tanto a quienes apoyan como a quienes se oponen a la plantación de esa especie. Aracruz y sus expertos estarían en el panel, junto con otros panelistas que aportarían experiencias de Brasil y de otros países como Chile, Sudáfrica, Tailandia y otros. La idea fue fuertemente respaldada por las organizaciones locales que creen en la democracia, el pluralismo y el debate. Sin embargo, Aracruz "declinó" la invitación y convenció a sus expertos para que también "declinaran". La compañía envió una carta a Nasser Youssef, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa (el texto completo en portugués está disponible en el sitio web del WRM, http://www.wrm.org.uy/paises/Brasil/carta.html), que amerita algunos comentarios.

Los argumentos

Por un lado, la compañía le dice a Youssef (y por su intermedio a la Asamblea) qué es lo que se debería discutir en el seminario. Según Aracruz, 28 de los 30 parlamentarios que votaron la ley no se dieron cuenta de que la misma es "inconstitucional" y que por ende el seminario debería centrarse fundamentalmente en este tema. En segundo lugar, el seminario debería abordar, no los impactos producidos por el eucalipto, sino el establecimiento de reglas claras y estables para las inversiones de capital de compañías como Aracruz, que "dignifican el estado y el país" a través de su producción y sus inversiones. En tercer lugar, el seminario debería discutir "la vocación forestal" del estado de Espirito Santo; pero por el contrario, sostiene Aracruz, "los organizadores del seminario han optado por un enfoque claramente ideológico y tendencioso".

Dictando cátedra

Por otro lado, la carta de Aracruz dicta cátedra a los diputados acerca de los "mitos e ideologías" que rodean el debate del eucalipto y demuestra, en menos de una página, que sus plantaciones "conservan la biodiversidad", "conservan los suelos", "protegen los recursos hidrológicos", "generan empleo y renta", "contribuyen al desarrollo regional" y "generan ingresos fiscales". El mensaje es claro: no pierdan su tiempo discutiendo sobre las plantaciones de eucalipto, porque nosotros y nuestros expertos sabemos que no tienen impactos negativos, y eso debería bastarles a ustedes.

Lindando con el surrealismo

En tercer lugar, Aracruz cuestiona la organización del propio seminario y la elección de los panelistas internacionales que, "además de no tener mayor expresión en los foros mundiales, comulgan en su totalidad con una misma visión preconcebida contra las plantaciones forestales, que representan una clara ventaja competitiva de Brasil en comparación a los países por ellos representados". Es decir, ¡no sólo se trata de personas desconocidas, sino que también tienen preconceptos y al mismo tiempo intentan ayudar a las plantaciones de sus propios países en la competencia con Brasil! Sin ánimo de ofensa a una respetada escuela artística: ¡parece surrealista!

Por último, para participar en el seminario, Aracruz "solamente solicita que los procesos de debate sean democráticos, abiertos, libres, en el marco de un programa coherente, con amplia participación de todos los sectores interesados y no manipulados para justificar resultados predeterminados". Como, según la carta, esas condiciones no se cumplen, la compañía "declinó" la invitación.

Paralelismo entre discurso y acción

A pesar de la negativa casi insultante de Aracruz de participar, el seminario fue un éxito mayúsculo y cumplió con todos los "criterios" establecidos por la compañía: fue democrático, abierto, libre, con un programa coherente, una amplísima participación (sólo faltaron, Aracruz, sus expertos y el Ministerio Federal de Medio Ambiente), y no fue manipulado de ninguna manera. Cabe puntualizar que la compañía no cumplió con sus propios criterios cuando, inmediatamente después de culminado el seminario internacional, organizó "su" propio seminario, cuya inauguración estuvo a cargo del mismo Ministerio Federal de Medio Ambiente que había rechazado la invitación de participar en el seminario internacional, y donde sólo se invitó a personas con ideas preconcebidas a favor de Aracruz, mientras que los afectados por los impactos de las plantaciones fueron excluidos. Al parecer el discurso de la compañía y la realidad se mueven por carriles paralelos que nunca se encuentran.

La arrogancia como respuesta al aislamiento

En resumen, el rechazo de Aracruz a participar en el seminario es un ejemplo de la arrogancia de las empresas transnacionales que creen que tienen el derecho a decidir sobre todo y el poder para hacerlo. Sin embargo, parece que empieza a ser hora de que comience a darse cuenta de que la situación está cambiando y que en la actualidad no puede hacer impunemente lo que hizo cuando, en plena dictadura militar, se instaló en el estado de Espirito Santo. Al mismo tiempo, es importante destacar que la ausencia de la empresa en el seminario es también una manera de reconocer que la oposición organizada en Espirito Santo está en realidad desafiando su poder y que se siente crecientemente aislada. Aracruz no ha perdido todavía el poder, pero los tiempos de la impunidad han definitivamente cambiado.






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