No. 119/120 - Setiembre/Octubre 2001
La escalada de precios de los medicamentos y la tragedia de millones de víctimas de sida de los países pobres, que no pueden pagar los medicamentos antirretrovirales necesarios para estabilizar la enfermedad, ha concitado preocupación general y ha puesto el tema sobre la mesa: ¿por qué son tan caras esas drogas, y los medicamentos en general?
La escalada de precios de los medicamentos y la tragedia de millones de víctimas de sida de los países pobres, que no pueden pagar los medicamentos antirretrovirales necesarios para estabilizar la enfermedad, ha concitado preocupación general y ha puesto el tema sobre la mesa: ¿por qué son tan caras esas drogas, y los medicamentos en general?
Cada vez más se reconoce que el actual régimen de patentes, "globalizado" por la Organización Mundial de Comercio (OMC) es una de las principales causas de este problema. El Acuerdo sobre los Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPS) de la OMC busca ampliar los derechos de los titulares de patentes a expensas de los consumidores. Para ello, obliga a los países miembros de la OMC a reconocer derechos de patente sobre drogas esenciales –algo que, hasta entonces, unos 50 países se habían negado a hacer- y a aplicar una estricta legislación nacional para proteger dichos derechos.
El efecto ha sido conferir derechos monopólicos a las empresas internacionales fabricantes de medicamentos para la producción y distribución de sus productos patentados. Con ello cierra toda posibilidad de competencia.
Sin embargo, los TRIPS dejan cierto margen a los países miembros para adoptar medidas que permitan a sus ciudadanos obtener medicamentos a precios módicos. Pueden adoptar "licencias obligatorias", es decir, autorizar a compañías locales a que utilicen dichas patentes sin el permiso del titular de la misma para fabricar los medicamentos en cuestión a cambio del pago de una regalía razonable sobre la venta. En los casos en que esa opción es impracticable –si el país tiene un mercado pequeño o no posee la experiencia necesaria- puede adoptar el mecanismo de la "importación paralela", es decir, importar las drogas en cuestión de otros mercados donde se venden más baratas.
Esas opciones, aun cuando son válidas, han recibido una reacción hostil de las compañías de medicamentos. Cuando Sudáfrica aprobó una legislación que permite las importaciones paralelas de medicamentos genéricos contra el sida, esas empresas trasnacionales llevaron el caso a los tribunales sudafricanos.
La protesta internacional que siguió a esa medida no sólo ha forzado a que retiraran el caso sino que además generó un debate y una campaña internacional sobre todo el tema de las patentes y la salud pública y la compatibilidad de los TRIPS con las necesidades de la salud pública.
Los países en desarrollo impulsan una interpretación clara del Acuerdo sobre TRIPS en la Conferencia Ministerial de la OMC, a celebrarse en noviembre en Doha, que defienda el derecho a recurrir a las licencias obligatorias y a las importaciones paralelas.
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