No. 121/122 - Noviembre/Diciembre 2001
Cuando a principios de año comenzaron los preparativos para la Cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Doha, los países industrializados dejaron en claro que pretendían incluir en la agenda de la reunión temas nuevos como inversión, política de competencia, contratación pública y facilitación comercial, en una nueva ronda de negociaciones comerciales centrada en esos temas.
Cuando a principios de año comenzaron los preparativos para la Cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Doha, los países industrializados dejaron en claro que pretendían incluir en la agenda de la reunión temas nuevos como inversión, política de competencia, contratación pública y facilitación comercial, en una nueva ronda de negociaciones comerciales centrada en esos temas. Los países en desarrollo expresaron su oposición a la misma, y el proceso preparatorio fue escenario de una serie de maniobras de parte de la Secretaría de la OMC para cambiar esa posición.
El primer proyecto de Declaración Ministerial intentó comprometer a los miembros a una nueva ronda. Cuando varios países en desarrollo manifestaron su rechazo, se elaboró una segunda Declaración. Fue peor. Como la primera, comprometía a una nueva ronda pero esta vez sin dar algunas opciones que la primera sí incluía. El presidente del Consejo General de la OMC, Stuart Harbinson, advirtió que tenía poder para enviar a los ministros en Doha su propia versión del proyecto de texto.
Esto ha demostrado que los enunciados principios de la OMC de "transparencia" y "no discriminación" son letra muerta. Si el director general y el presidente del Consejo General de una organización hacen uso y abuso de su poder, y se erigen como los apoderados de una minoría, entonces la credibilidad de toda la organización está en tela de juicio.
Finalmente, la OMC lanzó una nueva ronda de negociaciones comerciales en la Cuarta Conferencia Ministerial celebrada del 9 al 14 de noviembre de 2001 en Doha, aunque no la llamó "ronda" sino "programa de trabajo", con un "compromiso único" y una gran variedad de cuestiones a negociar.
En el texto elaborado en Ginebra el 27 de octubre y en el leído en Doha el 13 de noviembre por el presidente de la Conferencia Ministerial, el ministro qatarí Yusuf Hussain Kamal, se establecieron la contratación pública y la facilitación comercial como temas de nuevas negociaciones. Pero en el texto final, ambos asuntos quedaron a la par de las políticas de competencia y de inversión, es decir que serán objeto de más estudios e informes, y se lanzarán en la Quinta Conferencia Ministerial, sujetos a un "consenso explícito", como lo aclaró el presidente de la Conferencia Ministerial.
Pero en vista de la insistencia de la Unión Europea en un compromiso único y de una agenda general mucho más amplia aún que la de la Ronda Uruguay, sería un milagro que las negociaciones terminaran en un plazo de cuatro años.
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