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Movimiento de Países No Alineados


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Cumbre de No Alineados propone reformas económicas y comerciales

Kuala Lumpur, 25 de febrero
por Martin Khor

La cumbre del Movimiento de Países No Alineados reclamó reformas en el sistema mundial de comercio y finanzas para proteger los intereses de las naciones en desarrollo.

Esta noche, la cumbre adoptó un “documento final” de 76 páginas que contiene un capítulo de 21 páginas sobre asuntos económicos.

En cuanto a la globalización, los jefes de Estado y gobierno manifestaron profunda preocupación por la continua exclusión de los países en desarrollo de los beneficios de ese proceso. Sus preocupaciones incluyen la persistencia de la pobreza y la brecha entre el Norte y el Sur, las barreras a los mercados, el capital y la tecnología, y la falta de capacidad. Los líderes exhortaron a establecer “un orden económico internacional justo” y a tomar medidas para garantizar que los países en desarrollo se beneficien de la globalización y participen plena y eficazmente en los procesos de toma de decisiones sobre los problemas económicos mundiales.

Asimismo, expresaron profunda preocupación porque los países en desarrollo lleven una parte desproporcionada de la carga del ajuste, en relación con “los desequilibrios de la actual estructura del sistema multilateral de comercio, que tolera benignamente los instrumentos políticos distorsionadores del mercado usados por el Norte y sin embargo niega a los países del Sur su espacio político legítimo para perseguir objetivos de desarrollo”.

Los gobernantes destacaron la necesidad de un Nuevo Orden Humano Mundial con miras a revertir la creciente brecha entre ricos y pobres, y reclamaron un consenso sobre las acciones y medidas necesarias para tal fin.

También reiteraron que se debe incrementar la participación de los países en desarrollo en las decisiones económicas mundiales, en especial en instituciones financieras internacionales y organizaciones multilaterales de comercio, y reafirmaron la importancia de la gobernanza a nivel internacional a través de la democratización, la transparencia y la obligación de rendir cuentas sobre las decisiones económicas y financieras internacionales, con la plena y efectiva participación de los países en desarrollo para asegurar que sus intereses sean tenidos en cuenta.

Los líderes expresaron preocupación por el “nuevo proteccionismo” bajo la forma de normas laborales, ambientales, técnicas y otras normas sociales y de derechos humanos. Rechazaron totalmente los intentos por usarlas como condiciones y pretextos para restringir el acceso a los mercados del Norte o la ayuda y el flujo de tecnología al Sur, o para vincularlas con negociaciones multilaterales de comercio.

En una sección sobre comercio, los gobernantes acordaron trabajar por un mayor acceso de las exportaciones de sus países a los mercados y reiteraron que las negociaciones deben tener en cuenta las necesidades especiales de las naciones del Sur, en especial a través de un tratamiento especial y diferenciado. También expresaron profunda preocupación por la falta de progreso en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre asuntos de interés para los países en desarrollo, en particular sobre tratamiento especial y diferenciado, cuestiones de implementación, el acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS) y la salud pública.

Los No Alineados reiteraron su convicción de que la OMC debe tomar 11 medidas, entre ellas:

n Poner fin a las inequidades del Acuerdo de Agricultura, aprobando por ejemplo el cuadro de desarrollo preparado por países del Sur.
n Aplicar los compromisos de Doha sobre tratamiento especial y diferenciado, incluso un acuerdo marco sobre ese tratamiento para los países en desarrollo.
n Asegurar que las negociaciones sobre servicios creen condiciones más sostenibles y eficaces para aquellos sectores en que los países en desarrollo tienen ventajas comparativas, aumentar la participación de estos países en el comercio de servicios y liberalizar el movimento de personas físicas.
n Asegurar que se aplique de inmediato el paquete sobre problemas de implementación presentado en Doha por los países en desarrollo, para rectificar los desequilibrios del pasado.
n Eliminar la progresividad y los picos arancelarios en las negociaciones sobre aranceles no agrícolas, dado que discriminan las exportaciones de los países en desarrollo. Las negociaciones tomarán plenamente en cuenta el principio de tratamiento especial y diferenciado para los países en desarrollo.
n Revisar los acuerdos sobre TRIPS y sobre Medidas de Inversión Relacionadas con el Comercio (TRIMS) desde una perspectiva de desarrollo, con miras a neutralizar los aspectos negativos de esos tratados sobre el desarrollo de los países del Sur, y destacar la importancia de implementar e interpretar el TRIPS de manera favorable a la salud pública y la disponibilidad de medicamentos para todos.

Los jefes de Estado y gobierno manifestaron “particular preocupación porque los principales socios comerciales procuraron una vez más colocar la cuestión del tratamiento especial y diferenciado para los países en desarrollo detrás de otros aspectos de las negociaciones”. Asimismo, exhortaron a negociar de inmediato el propuesto Acuerdo Marco sobre Tratamiento Especial y Diferenciado para los países en desarrollo durante el curso de las actuales negociaciones y reafirmaron que ese tratamiento es aplicable a todos los países en desarrollo.

Los líderes urgieron también a corregir “el desequilibrio y las asimetrías que se volvieron evidentes en el curso de la implementación de los acuerdos de la OMC”, entre ellos “la falta de aplicación completa y fiel de las actuales obligaciones de los países industrializados en el área de los productos textiles y agrícolas, la falta de acceso a los mercados para los productos de especial interés de los países en desarrollo, el incumplimiento de las disposiciones sobre tratamiento especial y diferenciado, y la limitación de la capacidad de los países en desarrollo para procurar instrumentos políticos y promover su propio desarrollo”.

Asimismo, destacaron que se debe acelerar el proceso de acceso de países en desarrollo y países menos desarrollados a la OMC, tomando en cuenta sus diferentes etapas de desarrollo y los principios de tratamiento especial y diferenciado, así como la necesidad de facilitar su acceso a través de un proceso más simple y no discriminatorio.

Los gobernantes expresaron profunda preocupación por el impacto negativo de la tendencia a la baja de los precios de los productos básicos y subrayaron la necesidad de diversificar las exportaciones y ocuparse de los cambios estructurales en los mercados internacionales de productos básicos, la inestabilidad de los precios y el decreciente índice de comercio exterior.

La sección sobre seguridad alimentaria (párrafos 292 a 296) del documento final también aborda asuntos de la OMC. Los líderes señalaron que las cuestiones de implementación sobre el Acuerdo de Agricultura permanecen marginadas en las negociaciones de la OMC, y expresaron decepción porque la Declaración de Doha sólo condujo a cláusulas de “mejor esfuerzo”, en lugar de un acuerdo que resolviera los problemas de implementación relacionados con la liberalización del comercio agrícola. También manifestaron “profunda preocupación por la continuación del impacto negativo del Acuerdo de Agricultura, que impide la realización del derecho al desarrollo y a la alimentación”.

Asimismo, los gobernantes subrayaron que los países industrializados no sólo cierran sus mercados a los productos de los países en desarrollo sino que ofrecen subsidios exorbitantes, por más de 1.000 millones de dólares al día, para proteger su sector agrícola. Esa cantidad es el séxtuplo de la ayuda que ofrecen a los países en desarrollo.

Los líderes recibieron con beneplácito el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la globalización y su impacto sobre el pleno goce de los derechos humanos, que señaló el efecto negativo del Acuerdo de Agricultura sobre la realización del derecho al desarrollo y a la salud. También instaron al Alto Comisionado y a su oficina a continuar sus esfuerzos en este sentido, y le pidieron que presentara el informe a las organizaciones internacionales pertinentes, en especial la OMC.

En una sección sobre desarrollo sostenible, los gobernantes reclamaron la pronta elaboración de un régimen legal internacional dentro del marco del Convenio sobre Diversidad Biológica para promover y salvaguardar la justa distribución de los beneficios derivados de la utilización de recursos genéticos y conocimientos tradicionales asociados. El Movimiento de Países No Alineados se esforzará para que las patentes sólo puedan concederse si hubo un previo consentimiento informado del país en desarrollo involucrado o un acuerdo sobre distribución de beneficios, para garantizar que los beneficios de las patentes regresen a su fuente. Los líderes también destacaron la necesidad de respetar y proteger las normas y tradiciones de las comunidades locales. (FIN)






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