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Finanzas Internacionales


N° 173 (setiembre-octubre 2007)

Entrevista

Las bases de la crisis subprime

por D. Murali

Los préstamos a clientes subprime se han convertido en noticia de primera plana. En esta entrevista, Sunil Rongala, economista del Murugappa Group de India, explica en qué consisten esa categoría de clientes y la crisis relacionada.

¿En primer lugar, qué es un cliente subprime? Cuando los bancos prestan dinero, clasifican a sus clientes en deudores prime y sub-prime, es decir, solventes y no tan solventes.

Normalmente los bancos no prestan dinero a clientes que no consideran solventes, ¿no es así? Aunque sería prudente no prestar dinero a clientes que no sean solventes, de hecho los bancos sí lo hacen. Pero, como estos deudores son considerados menos solventes debido a sus bajos ingresos o a otros motivos, les cobran mayores tasas de interés.

¿Se puede decir, entonces, que los prestatarios subprime pagan una prima de riesgo? Sí. Y en algunos casos, el riesgo es muy alto: se han otorgado préstamos a clientes NINJA (siglas en inglés de “sin ingresos, empleo ni bienes”). Ésta es la génesis de la llamada crisis subprime que afecta actualmente a los mercados mundiales.

¿Cómo se puede definir la crisis subprime? Primero, se debe comprender que la crisis subprime se utiliza como término genérico, pero en realidad se refiere a un problema crediticio de los deudores subprime en el mercado residencial estadounidense. (Esos deudores representan ocho por ciento del total de las hipotecas en Estados Unidos). Como en cualquier parte del mundo, el interés que se paga sobre las hipotecas de viviendas en Estados Unidos está vinculado a la referencia fijada por el banco central, y en este caso, a las tasas de la Reserva Federal.

¿Cuándo comenzaron a complicarse las cosas? Entre 2004 y 2006, debido a la incipiente inflación de la economía estadounidense, la Reserva Federal aumentó su tasa de descuento de uno a 5,25 por ciento. Debido a esto, también subieron las cuotas para los tenedores de hipotecas residenciales. Este aumento de las tasas resultó un desastre para los bancos que habían otorgado préstamos a clientes subprime.
Entonces, ¿esos clientes dejaron de pagar? Claro, porque el principal problema de los clientes subprime es que son, en general, personas de bajos ingresos. Enfrentados al aumento de las cuotas de sus hipotecas, se atrasaron en sus pagos y, en algunos casos, dejaron de pagar, y los bancos comenzaron a recuperar las viviendas hipotecadas.

¿Los bancos vendieron las viviendas recuperadas para cobrarse la deuda? Normalmente, eso es lo que habría sucedido. Sin embargo, debido al aumento de los precios internacionales, la gente se volvió más cautelosa en cuanto a pedir préstamos para comprar viviendas, y hubo un enlentecimiento general de la demanda en el mercado inmobiliario. Eso hizo que los bancos retuvieran esos activos recuperados, porque la gente simplemente no quería comprarlos.

¿Nadie vio venir esa crisis? La llamada crisis subprime comenzó a gestarse cuando los clientes hipotecarios empezaron a incumplir el pago de sus cuotas. Inicialmente, se creyó que el problema se limitaba a unos pocos prestatarios y no se le dio mayor importancia, como se puede apreciar en los niveles del índice industrial Dow Jones. A principios de este año ya se sabía del incumplimiento de deudores subprime, pero el Dow Jones cerró en su nivel más alto de la historia, de 14.000, el 19 de julio. Después, las cosas comenzaron a cambiar.
Los prestamistas sintieron el impacto cuando los deudores dejan de cumplir, pero la crisis se siguió extendiendo.

¿Cómo fue que ocurrió esto? Las hipotecas bancarias típicamente son vendidas en paquete a otras instituciones. Éstas después las dividen en títulos respaldados por hipotecas residenciales, o en otras palabras, títulos respaldados por garantías secundarias, que en este caso eran las hipotecas de prestatarios subprime.

¿Y entonces? Esos títulos fueron calificados por instituciones como Moody’s, Standard & Poor’s y otras, basadas en diferentes parámetros.

¿Es por eso que las agencias calificadoras de riesgo se volvieron el blanco de la ira? Exactamente. Los títulos respaldados por hipotecas residenciales fueron a su vez subdivididos y vendidos como obligaciones de deuda garantizadas a diversos inversores, que las compraron debido a su apetito de deuda.

¿Apetito riesgoso? Obviamente. Los que tienen las deudas más riesgosas son los que cobran más en los buenos tiempos, pero también son los primeros afectados cuando las cosas van mal.

¿Cuándo afloró el problema? El problema afloró en junio, cuando un fondo de cobertura de Bear Stearns pidió dinero prestado a Merrill Lynch y ofreció como garantía sus obligaciones de deuda garantizadas. Merryl Lynch decidió vender la garantía secundaria, pero pronto se dio cuenta de que no podía vender porque sus ventas hacían bajar los precios.

¿Fue entonces una “lección dolorosa sobre préstamos subprime”, como informó la prensa? Y costosa, también. Pronto el mercado se dio cuenta de que había un problema grave con las obligaciones de deuda garantizadas, que iba más allá de la debacle de Bear Stearns. Esencialmente, como esas obligaciones son parte de títulos respaldados por hipotecas residenciales, se comenzó a percibir que no había casi ninguna garantía detrás de esos títulos, por causa del incumplimiento de los prestatarios subprime.

¿Eran “activos” que resultaron vacíos? Exactamente. Y después surgieron otros dos problemas. Primero, nadie sabía cuántas obligaciones de deuda garantizadas estaban en manos de bancos e instituciones financieras, y segundo, estos bancos e instituciones no sabían cuánto valían esas obligaciones, porque el mercado del sector prácticamente se había derrumbado. Debido a esto, los mercados comenzaron a castigar a los bancos que tenían obligaciones de deuda garantizadas, y ésta es la causa de la volatilidad actual de los mercados de acciones en todo el mundo. También quedó en evidencia que había más prestamistas atrapados en la crisis subprime de los que se pensaba al principio.

¿Sabemos con certeza cuántos prestamistas fueron afectados? Hasta ahora, se estima que 127 prestamistas quedaron atrapados en esta crisis. El 15 de agosto, las acciones de Countrywide, el mayor prestamista hipotecario de Estados Unidos, cayeron trece por ciento después de que la institución emitió una advertencia sobre el efecto potencial en su estado de cuentas. Uno de los principales motivos de preocupación de esta debacle es que algunos instrumentos que antes tenían calificación AA comenzaron a ser objeto de default.

¿Las agencias calificadoras de riesgo han tomado conciencia del problema? Diría que se despertaron sobresaltadas de un sueño profundo. Las agencias calificadoras comenzaron a rebajar la calificación de todos los títulos respaldados por hipotecas residenciales subprime. Esto obligará a los bancos a venderlos, debido a las normas del capital, lo que provocará una caída adicional de los precios.

¿Cuáles son las lecciones de la crisis? Esta crisis deja dos lecciones importantes. Una tiene que ver con la forma en que los bancos prestan dinero sin verificar adecuadamente las credenciales de los clientes, y otra tiene que ver con el pésimo proceso de calificación utilizado por las agencias calificadoras de riesgo. Aunque ambos procesos son peligrosos para el sistema, el último plantea además cuestiones morales, porque las agencias calificadoras obtuvieron enormes ganancias por calificar los títulos respaldados por hipotecas residenciales.

¿Podemos afirmar que ya ha pasado lo peor? Lo dudo. Parece muy probable que la parte visible de la crisis subprime sea solo la punta de un iceberg.

Esta entrevista se publicó en el diario Business Line de India, el 18 de agosto de 2007.






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