N° 173 (setiembre-octubre 2007)
Fragilidad financiera global y el espectro de la recesión
Comprar acciones cuando están en caída es un negocio riesgoso, pero los especuladores lo hacen cuando prevén que las acciones van a recuperarse en poco tiempo. Sin embargo, cuando se teme que las acciones están en caída libre, el pánico se apodera del mercado, en especial cuando incluso los especuladores comienzan a hundir sus propias acciones. Está claro que la actual volatilidad del mercado mundial de acciones es producto de ese temor.
El origen del pánico fue la crisis de los créditos hipotecarios que comenzó en Estados Unidos en 2006 con una serie ascendente de ejecuciones hipotecarias y explotó en los mercados financieros mundiales el 27 de julio de 2007, con el colapso simultáneo de los precios de las acciones.
Las causas pueden hallarse en la naturaleza del sistema financiero internacional, liberalizado y desregulado por el FMI y el Banco Mundial. Como resultado de esa liberalización, ha habido un aumento fenomenal de la liquidez, y las firmas e instituciones financieras han buscado febrilmente nuevas oportunidades de negocios, cada vez más arriesgadas, para invertir todo ese dinero.
Queda por ver cómo evolucionará la resultante crisis financiera y si impactará en la economía real, precipitando una recesión mundial.
Independientemente de su resultado final, la actual crisis ha demostrado cuán vulnerable el el sistema financiero internacional. Hasta que se corrijan las causas profundas de esta vulnerabilidad, este tipo de crisis seguirá repitiéndose.
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