Nº 165 - mayo/junio 2006

La aventura humana

----------------------------------------------------------- La aventura humana. Cuentos populares-Derechos humanos. Edición a cargo de Miquel Osset. Barcelona, Icaria Editorial, 2005, 188 páginas.
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La aventura humana es una excelente forma de redescubrir la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, luego de dos años de discusiones, con cuarenta y ocho votos a favor, ocho abstenciones y ningún voto en contra.
Miquel Osset ilustra cada uno de los treinta artículos de este consenso con un cuento popular y nos hace reflexionar sobre la riqueza y la relevancia de que tantas culturas, creencias y gobiernos hayan logrado ponerse de acuerdo con tal compromiso. No deja de sorprendernos a lo largo de las lecturas el logro que implica haber acordado una lista tan amplia de derechos que en el caso de varias colectividades, el reconocimiento en sí mismo implica un gran punto de partida.
El autor reescribe las historias dándoles un estilo unitario, y además documenta el origen y el recorrido literario de cada una. La idea de ilustrar cada derecho con un cuento popular ya sea afgano, amazónico, bereber, hindú, huichol, indoeuropeo, mexicano, tibetano o vasco. Se basa en la idea de que estos relatos perduran a lo largo del tiempo porque son importantes trasmisores de valores y principios colectivos.
La relevancia de este libro es como instrumento de educación en derechos humanos. La idea del autor es que cada una de las narraciones permitirá a los adultos trasmitir a los más pequeños el concepto que envuelve el derecho recreado. Será la creatividad de los adultos la que colabore a encontrar esta relación y a darle un entorno comprensible.
Todas las narraciones, aunque provengan de tradiciones culturales muy distintas, tienen puntos de contacto, puntos en común que deben ser revalorados y rescatados. El autor no busca con esto mostrar que la conciencia de los derechos humanos sea ancestral o universal, sino que las tradiciones populares pueden servir a los efectos de una apropiada trasmisión de valores basada en derechos humanos.
Este texto nos recuerda el surgimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace casi cincuenta y ocho años, producto del aprendizaje de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, fruto de la discusión y la tolerancia entre creencias y culturas que llevaron a una coyuntura histórica favorable. Todo esto nos lleva a reflexionar sobre la vulnerabilidad de los derechos humanos, especialmente hoy día en que la lucha contra el terrorismo justifica todo tipo de violaciones a un consenso que tanto ha costado.

Patricia P. Gainza