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Nº 164 - marzo/abril 2006

Nuevos llamados a prohibir la tecnología Terminator

por Lim Li Ching

Mientras los gobiernos se reunían en Granada en los grupos de trabajo del Convenio sobre la Diversidad Biológica, pueblos indígenas, grupos de agricultores y ONG renovaban su llamado a una prohibición internacional de la tecnología Terminator por la amenaza que representa para el sustento de los agricultores, la seguridad alimentaria y la biodiversidad agrícola.

La tecnología Terminator (exterminadora), una de las tecnologías de restricción de uso genético o “GURT”, por sus siglas en inglés, es una aplicación en extremo controvertida de la ingeniería genética. Fue diseñada por la industria multinacional de las semillas y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos para producir semillas estériles en la cosecha, impidiendo así que los agricultores puedan guardarlas para reutilizarlas, y forzándolos a volver a comprar semillas en cada nueva temporada.
Esto representa una amenaza para millones de agricultores, en especial de países en desarrollo, que dependen de las semillas guardadas de cosechas anteriores para su supervivencia. Además, tendría efectos adversos sobre la práctica y retención del conocimiento tradicional de pueblos indígenas y agricultores que, a su vez, sirve de apoyo a la seguridad alimentaria, la autodeterminación, las prácticas culturales y espirituales, y la protección de la biodiversidad en todo el mundo.
Se estima que diez empresas multinacionales controlan cerca de la mitad de toda la oferta mundial de semillas. Esta consolidación ha sido facilitada por la biotecnología y el advenimiento de las patentes sobre genes y semillas. Terminator podría concentrar este control empresarial.
En 1999, en respuesta a una fuerte oposición pública, dos de las mayores empresas semilleras y agroquímicas del mundo, Monsanto y AstraZeneca (ahora Syngenta), se comprometieron públicamente a no comercializar las semillas Terminator. Sin embargo, el año pasado Monsanto revisó su compromiso y declaró que sólo se comprometía a mantener los cultivos alimenticios libres de la tecnología de semillas estériles. Esto abre la puerta al uso de la tecnología en cultivos no alimenticios, como el algodón y el tabaco.
En 2000, el Convenio sobre la Diversidad Biológica adoptó la Decisión V/5 sobre diversidad biológica agrícola. El párrafo 23 de la sección III de dicha Decisión recomienda que las partes no aprueben las GURT para pruebas de campo o uso comercial, estableciendo así una moratoria de hecho para esas tecnologías. Sin embargo, esa moratoria está ahora bajo una grave amenaza, porque la industria y algunos gobiernos han redoblado sus esfuerzos para revertir la decisión anterior sobre las GURT.
En febrero de 2005, en la décima reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico (OSACTT), un órgano intergubernamental del Convenio sobre la Diversidad Biológica, el gobierno de Canadá encabezó los esfuerzos de algunas partes para revertir la moratoria de hecho y favorecer la aprobación nacional de pruebas de campo y uso comercial de las GURT. La iniciativa no tuvo éxito, porque la Decisión V/5 fue reafirmada gracias a la intervención de otras partes, pero la amenaza de Terminator persiste.

Presión empresarial

Simultáneamente, empresas semilleras multinacionales han aumentado la presión para lograr la aceptación de Terminator: * En 2003, representantes de las empresas semilleras Monsanto y Delta and Pine Land redactaron un documento de posición de la Federación Semillera Internacional, en el que promovían la tecnología Terminator.
* En marzo de 2004, Syngenta, la mayor empresa agroquímica del mundo y propietaria de la mayoría de las patentes de Terminator, obtuvo una nueva patente para Terminator (6.700.039 dólares), aunque la firma había declarado que no comercializaría esa tecnología.
* En febrero de 2005, Delta and Pine Land (DPL) promovió activamente la tecnología Terminator (la empresa la llama “Sistema de Protección de Tecnología”) en la décima reunión del OSACTT.
* El 5 de octubre de 2005, DPL y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos obtuvieron una nueva patente sobre Terminator de la Oficina Europea de Patentes (EP 775212B).
* El 11 de octubre de 2005, DPL y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos recibieron una patente canadiense sobre Terminator (CA 2196410).
Además, empresas como Delta and Pine Land, que están detrás de Terminator, la presentan como una tecnología que “mejora la bioseguridad y la biodiversidad”. Esta empresa y muchas otras, incluidas Monsanto y Syngenta, fueron perjudicadas por la protesta internacional inicial contra sus planes a fines de los años noventa.
Presionadas por la opinión pública a declarar que no desarrollarían cultivos Terminator, parecen ahora buscar una imagen más aceptable para sus intenciones. Para disipar los temores de contaminación con cultivos manipulados genéticamente, sostienen que la tecnología es adecuada para la “contención biológica” y la prevención del flujo de genes, una de las amenazas reconocidas de los cultivos transgénicos.

No confiable

Sin embargo, Terminator no es un sistema confiable de contención genética, tanto por razones técnicas como prácticas. No es una herramienta de bioseguridad y no puede ser cien por ciento eficaz. Por el contrario, al igual que otros cultivos transgénicos, puede amenazar el ambiente y la salud humana.
En primer lugar, los sistemas de contención biológica no pueden ayudar a reducir o eliminar la contaminación de semillas ni de alimento humano o animal con genes manipulados como resultado de mezclas accidentales, después de la cosecha o durante el transporte y el procesamiento.
Además, los cultivos Terminator producen polen que pueden cruzarse con cultivos vecinos orgánicos o no transgénicos. Esto podría tener un efecto catastrófico sobre la agrobiodiversidad y la práctica de guardar semillas.
Otros problemas, como el silenciamiento genético o la inestabilidad de un componente, podrían provocar la falla de todo el sistema. El silenciamiento genético ocurre en cultivos a los que se ha introducido genes foráneos. Además, los genes que forman el sistema Terminator deben vincularse entre sí para funcionar de manera adecuada. Por ende, si se dividen durante la reproducción, el sistema fracasa.
Por lo tanto, la presentación de Terminator como una tecnología eficaz para prevenir la contaminación genética y el flujo de genes no se ajusta a la realidad. De hecho, el único valor real de Terminator es el beneficio económico que brinda a las grandes empresas de agrotecnología, al obligar a los agricultores a comprar semillas en cada temporada.

“Papa caliente”

Los esfuerzos por revocar la moratoria de hecho del Convenio sobre la Diversidad Biológica acerca de la tecnología Terminator continuaron en la última reunión del Grupo de Trabajo sobre el Artículo 8(j) de dicho Convenio, celebrada en Granada del 23 al 27 de enero. La reunión debía considerar “los potenciales efectos económicos de las tecnologías de restricción de uso genético (GURT) sobre comunidades indígenas y locales”.
El Grupo de Trabajo sobre el Artículo 8(j) fue establecido específicamente para ocuparse de la implementación de ese artículo y disposiciones relacionadas del Convenio.
El Artículo 8(j) se refiere a cuestiones relativas al conocimiento, innovaciones y prácticas de comunidades indígenas y locales relacionadas con la conservación y el uso sustentable de diversidad biológica.
El Grupo de Trabajo debía formular recomendaciones sobre los potenciales impactos socioeconómicos de las GURT para la Octava Conferencia de las Partes (COP8) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, a realizarse en Curitiba, Brasil, del 20 al 31 de marzo de 2006.
El Grupo de Trabajo estaba entonces en una posición única para realizar recomendaciones fuertes y concluyentes a la COP8, pero no fue así. (Aunque el grupo reafirmó la moratoria, adoptó otras nuevas recomendaciones que podrían abrir la puerta a una posterior aprobación de la tecnología Terminator.) Por lo tanto, grupos de la sociedad civil intensificaron sus esfuerzos para prohibir la tecnología Terminator de una vez y para siempre. El año pasado ya habían lanzado una campaña con ese fin (www.banterminator.org). La campaña cuenta con el apoyo de grupos y movimientos de todo el mundo, entre ellos AS-PTA (Asesoría y Servicios a Proyectos de Agricultura Alternativa), ETC Group, GRAIN, la Red de Acción contra los Pesticidas de Asia y el Pacífico, la Red del Tercer Mundo y Vía Campesina. Hasta la fecha, trescientas organizaciones han declarado su apoyo a una prohibición mundial de la tecnología Terminator.

------------ Lim Li Ching es investigadora de la Red del Tercer Mundo.






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