Nº 163 - enero/febrero 2006
La gobernanza de internet y la Cumbre de Túnez
por
Carlos A. Afonso
¿Quién ganó? De cierto modo, el mundo ganó
La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) ayudó a establecer la visión dominante de que, cualesquiera que sean los mecanismos de gobernanza que se establezcan, deberán ser multilaterales, pluralistas, democráticos y transparentes.
Existe cierta confusión en torno a la interpretación de los resultados de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), que tuvo su segunda fase en Túnez en noviembre de 2005. Para algunos, nada cambió, pero la verdad es que el proceso de la CMSI en su conjunto dio varios frutos. De hecho, todo el proceso de la Cumbre, nacido con su propuesta inicial en 2000, contribuyó enormemente a concientizar al público en general acerca de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) y de las acciones necesarias para la inclusión social y el desarrollo humano.
En primer lugar, la sola idea de la gobernanza de Internet no era conocida ni considerada por los medios de prensa convencionales, ni siquiera por muchos especialistas. La CMSI no sólo difundió ampliamente esta cuestión, sino que generó una discusión mundial sobre sus necesidades y consecuencias. Además, la CMSI ha demostrado que existen múltiples aspectos de Internet (contenido, conectividad, seguridad, libertad de expresión, derecho a la privacidad, etc.) que requieren alguna forma de coordinación o gobernanza, y que trascienden el gobierno de la infraestructura lógica, es decir, la función que actualmente cumple la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN).
Actualmente no hay duda no sólo de la importancia de la gobernanza de Internet, sino también de la necesidad de debatir mecanismos de gobernanza mundial. Además, la CMSI ayudó a establecer la visión dominante de que, cualesquiera que sean los mecanismos de gobernanza que se establezcan, deberán ser multilaterales (con la participación de todos los gobiernos nacionales), pluralistas (con todas las partes interesadas), democráticos (con mecanismos de decisión claros y ampliamente participativos) y transparentes (la información generada por todos los procesos y debates debe revelarse en su totalidad al público).
Además, si algo cambió significativamente en las discusiones de las últimas semanas antes de la cumbre de Túnez fue la posición del gobierno de Estados Unidos, que terminó aceptando en la tercera conferencia preparatoria de la segunda fase (PrepCom 3), en octubre, la idea acordada por la mayoría de los países (entre ellos Brasil, India y los miembros de la Unión Europea) de crear al menos un foro mundial asesor sobre la gobernanza de Internet. Supuestamente, el Foro de Gobernanza de Internet aprobado deberá ser un espacio multilateral y pluralista para monitorear, asesorar y formular propuestas políticas, pero sin poderes de supervisión. Se reunirá por primera vez en Atenas en junio de 2006 y se organizará lo antes posible con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estados Unidos estuvo de acuerdo en cuanto a la necesidad y urgencia del Foro, pero éste no fue el único avance de la CMSI sobre gobernanza de Internet. Además, hubo consenso en cuanto a que:
• Ningún país debe involucrarse en decisiones de ningún tipo sobre el nombre de dominio nacional de otro país.
• Se precisan principios de políticas públicas en relación con la gobernanza de nombres de dominio mundiales (nombres de dominio genéricos y nombres de dominio especiales).
• Es necesario mejorar el proceso de cooperación entre gobiernos nacionales acerca de políticas públicas internacionales relacionadas con la gobernanza de Internet.
Estos avances no significan aún el establecimiento de un mecanismo mundial de gobernanza, pero sí constituyen un comienzo prometedor hacia ese objetivo.
La CMSI también contribuyó a crear conciencia pública sobre la importancia de la “inclusión digital” (acceso universal a las TIC, aumento de la participación y empoderamiento de la gente a través del acceso a estos instrumentos) para el desarrollo humano. La Cumbre reveló la necesidad de crear mecanismos de apoyo para que los países menos adelantados se beneficien de esas tecnologías. También demostró que los mecanismos de gobierno globales y pluralistas son fundamentales para consolidar y ampliar los progresos en cuanto a la libertad de comunicación, la libertad de expresión y el conocimiento que Internet lleva a cientos de millones de personas.
Hoy en día, Internet tiene casi mil millones de usuarios, pero sólo una pequeña minoría de los pobres recibe sus beneficios. La CMSI logró hacer visible este problema y sus posibles soluciones, para avanzar en el camino hacia la universalización del acceso a Internet y la democratización de los beneficios de la llamada “sociedad de la información”.
Los grupos de la sociedad civil que participaron en el proceso de la CMSI desde el principio contribuyeron de manera fundamental a esos resultados. Pese a la limitación de recursos –que perjudicó de manera importante la participación de los países menos adelantados–, esto demostró la importancia del pluralismo en estos procesos. Como nada es perfecto, la sociedad civil no logró todavía acordar una propuesta detallada sobre la supervisión mundial de Internet, pero el Foro de Gobernanza de Internet permitirá profundizar este debate.
(*) Carlos A. Afonso es director de planeamiento de la Red de Informaciones para el Tercer Sector (RITS), Brasil.
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