Nº 160 - abril-junio 2005
ONGs urgen a la OMS a rechazar ingeniería genética de viruela
por
Lim Li Ching
Una alianza internacional de ONGs lanzó en abril una campaña para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) rechace una propuesta de ingeniería genética del virus de la viruela, y en cambio asegure la destrucción de todas las reservas del virus en un plazo de dos años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) está orgullosa, y con razón, de la campaña mundial que logró la erradicación de la viruela en 1977. Sin embargo, la verdad es que el trabajo nunca se terminó. Estados Unidos y Rusia todavía conservan reservas del virus variólico (Variola major), causante de una enfermedad muy contagiosa y una potencial arma biológica.
La viruela mata al menos a un cuarto de los infectados, y del resto, deja a muchos desfigurados y ciegos. Se cree que, sólo en el siglo XX, el virus mató a cerca de trescientos millones de personas. En la década del 60, todavía mataba a más de dos millones de personas al año.
La viruela fue derrotada gracias a un programa de vigilancia de salud pública y vacunación específica lanzado por la OMS en 1967. El último brote natural ocurrió en Somalia, en el distrito de Kurtunwaarey, en octubre de 1977.
Ahora, la amenaza de la viruela levanta una vez más su horrible cabeza, en esta ocasión bajo la forma de una propuesta para realizar ingeniería genética con el virus. Específicamente, se insertarían genes de viruela en poxvirus relacionados y se permitiría la distribución ilimitada de pequeños segmentos del ADN (ácido desoxirribonucleico) variólico.
La iniciativa, impulsada por Estados Unidos, fue recomendada a la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS mediante un comité asesor dominado por un puñado de países y científicos interesados en realizar las investigaciones. En la Asamblea del 16 al 26 de mayo último muchos países expresaron preocupación por la propuesta del comité y pidieron su revisión. Los miembros aprobaron cuatro de las cinco actividades de investigación propuestas pero decidieron revisar la quinta, sobre transferencia de genes del virus variólico a otros poxvirus, según un comunicado de prensa de la Secretaría de la OMS.
¿Destruir o no destruir?
Las reservas del virus variólico debían destruirse el 30 de junio de 1999. Sin embargo, Rusia y Estados Unidos protestaron por la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud que les exigía esa destrucción. Bajo presión, la Asamblea aceptó entonces una “conservación temporal” de virus vivos, y postergó la destrucción para fines de 2002. Sin embargo, en mayo de 2002, la Asamblea volvió a ceder.
En esa ocasión, la Asamblea dio un paso atrás mucho más largo al aceptar una suspensión indefinida de la orden de destrucción, hasta que Estados Unidos y Rusia completaran una amplia agenda de investigaciones. Ahora, Estados Unidos quiere abrir la caja de Pandora de la ingeniería genética de la viruela. Ya en diciembre de 2001 propuso modificar genéticamente el virus variólico e insertar sus genes en otros poxvirus.
Salud pública, bioseguridad y armas biológicas
Edward Hammond, director de la oficina estadounidense de The Sunshine Project, una ONG internacional especializada en investigación sobre armas biológicas, advirtió que la propuesta “implica un gran número de riesgos relacionados con la salud pública, la bioseguridad y las armas biológicas”.
La ingeniería genética del virus variólico podría abrir el camino a una reconstrucción artificial del germen. Con más experimentos sobre la viruela, el mundo estaría más cerca de un accidente o un acto deliberado que causaría la liberación del virus.
Muchos poxvirus están estrechamente relacionados entre sí y en su estado natural pueden infectar a diferentes especies. Por lo tanto, la inserción de genes del virus variólico en otros relacionados podría crear nuevos virus patógenos.
Mediante la ingeniería genética o mutaciones provocadas, los laboratorios que reciban piezas del genoma de la viruela podrían crear el virus variólico u otro nuevo con sus características, sin recibir siquiera una muestra real del virus Variola major.
La ingeniería genética puede provocar efectos no deseados, y con mucha frecuencia los resultados de una intervención genética específica no son enteramente previsibles. En tales casos, existe el peligro de construir inadvertidamente organismos patógenos altamente letales.
Accidentes de laboratorio
Además, errores humanos y fallas en los equipos pueden causar accidentes, como lo demostró una serie reciente de infecciones de laboratorio y liberaciones de virus del SRAS (síndrome respiratorio agudo severo), el Ebola, la tularemia y otras peligrosas enfermedades. Los últimos casos humanos de viruela denunciados fueron infecciones contraídas en laboratorios.
El reciente descubrimiento de que una mortal cepa del virus de la gripe del pollo fue enviada accidentalmente a 3.747 laboratorios de todo el mundo puso en evidencia el riesgo de ese tipo de accidentes.
Actualmente, sólo dos laboratorios de Rusia y Estados Unidos poseen reservas del virus, y el estricto control del acceso a ellas reduce las probabilidades de que se las utilice como arma biológica. No hay pruebas de que otro país haya conservado reservas del virus.
Pero si la OMS aprueba los experimentos de ingeniería genética, aumentará la amenaza que representa el propio virus, incrementando el riesgo de su liberación al ambiente. Además, de esa forma los gobiernos estarían indicando que es internacionalmente aceptable modificar genéticamente gérmenes patógenos para humanos y animales, en experimentos que podrían crear (incluso intencionalmente) formas del virus nuevas y más letales.
Una alianza internacional de ONGs urgió a los gobiernos a:
* Prohibir la ingeniería genética del virus variólico, la inserción de genes de éste en otros poxvirus y cualquier otra distribución de material genético del virus para fines que no sean de diagnóstico.
* Fijar una fecha firme e irrevocable, dentro de dos años, para la destrucción de todas las reservas del virus variólico (incluso quimeras virales, o híbridos con otros poxvirus).
* Mientras tanto, asegurar el equilibrio regional y la transparencia del Comité Asesor de la OMS sobre Investigaciones del Virus Variólico.
Las ONG, encabezadas por la Red del Tercer Mundo y The Sunshine Project, crearon el sitio www.smallpoxbiosafety.org, en el que organizaciones e individuos pueden enviar cartas al director general de la OMS, Jong-Wook Lee.
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