No. 133/134 - Noviembre/Diciembre 2002
Quito
Jornadas contra el ALCA marcan puntos
por
Sally Burch
Las Jornadas de resistencia y de lucha contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se cerraron en Quito el viernes 1 de noviembre con la Asamblea Continental de los Pueblos, donde se trazaron líneas para la continuación de la Campaña Continental contra el ALCA.
La víspera, a las 19:00 horas, las organizaciones que protagonizaron en Quito las Jornadas de Resistencia contra el ALCA fueron recibidas en audiencia por los ministros, reunidos en Quito para negociar los acuerdos del ALCA, a quienes presentaron el "Mensaje de la Movilización de los Pueblos de América".
Los líderes sociales señalaron que fue gracias a las marchas y manifestaciones que se realizaron en las calles durante todo el día que finalmente se logró que fuera recibida la delegación de 65 personas de todo el continente -los ministros inicialmente sólo invitaron a dos-, que fue acompañada por una nutrida marcha hasta el hotel donde se realizó la reunión. Allí aclararon que no llegaron para dialogar, porque un diálogo implica igualdad de condiciones, sino únicamente para llevar un mensaje, donde se expone las posiciones de la sociedad civil y los pueblos de la región respecto al ALCA.
Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), organización que encabezó las movilizaciones, tras denunciar la represión policial durante las manifestaciones pacíficas, que dejó un saldo de varios heridos y asfixiados por los gases, planteó ante los ministros: "No estamos en violencia; pero cuando no hay educación, salud, vivienda, cuando no podemos dar a nuestros niños un pedazo de pan para desayunar, un cuaderno y un esfero, ¿cómo es posible tanta desigualdad? Cuando alzamos la voz, Estados Unidos dice que somos terroristas. ¿Pero quiénes están propiciando esto? Es la desigualdad". En contraste, denunció la falta de voluntad política de los gobernantes para llevar a la justicia a los banqueros prófugos que han robado impunemente a los pueblos.
En el Mensaje a los Ministros, elaborado por las organizaciones internacionales y ecuatorianas presentes en el Encuentro Continental, se sostiene: "El ALCA no tiene legitimidad desde el momento en que ustedes lo están negociando de espaldas a la sociedad, de manera antidemocrática, en negociaciones casi secretas, resguardadas por ofensivos cercos policíacos y militares, a las que tiene acceso sólo un puñado de grandes empresarios, sin informar ni mucho menos consultar a la población y ni siquiera a los congresos nacionales".
Luego de exponer los principales argumentos de por qué el ALCA no es conveniente para los países de América Latina, el Mensaje afirma: "El ALCA no sería otra cosa que una constitución económica supranacional en la que cederíamos la soberanía de nuestras naciones a la hegemonía de los intereses norteamericanos". Y añade: "No estamos en contra del intercambio y los acuerdos entre países. Estamos por un modelo distinto al que se quiere imponer con el ALCA; estamos por acuerdos soberanos y democráticos que verdaderamente garanticen un desarrollo justo, equitativo y sustentable para cada una de nuestras naciones".
La Asamblea Continental de los Pueblos del 1 de noviembre, que constituyó el acta de cierre de las Jornadas de Resistencia contra el ALCA, fue presidida por la indígena quichua Blanca Chancoso, de la Secretaría Operativa del Foro Social Mundial-Capítulo Ecuador, instancia organizativa del Encuentro Internacional.
Se resaltó allí las movilizaciones realizadas en Ecuador y los diversos países de la región el 31 de octubre. Por ejemplo, se dio a conocer que hubo manifestaciones en 31 ciudades de Brasil y 10 ciudades de México, en Canadá, Honduras y Bolivia. También se destacó el carácter nacional que tuvieron estas movilizaciones en Ecuador, donde se realizaron caminatas desde las diversas provincias, que se iniciaron el 23 de octubre con una marcha desde el sur del país organizada por Conaie y Confeunassc, y la marcha de 15.000 personas en la ciudad de Cuenca el día 31, además de las movilizaciones en Quito.
Asimismo, las distintas redes y coordinaciones sociales presentes dieron a conocer los resultados de sus deliberaciones durante la semana y aportaron propuestas para la continuidad y refuerzo de la Campaña Continental. Los diversos sectores y grupos -jóvenes, mujeres, campesinos/as, cristianos, pueblos indígenas- y campañas como Grito de los Excluidos/as y Jubileo Sur, expusieron sus planes al respecto. Se puso énfasis en la necesidad de profundizar el trabajo de sensibilización, educación y movilización de la población en general sobre las implicaciones del ALCA para las mayorías en la región.
Beverley Keene, delegada de Jubileo Sur, enfatizó en el vínculo entre el ALCA, la deuda externa y la ofensiva militarista, señalando que se trata de tres ejes de un mismo proyecto impulsado por Estados Unidos para garantizar sus intereses en la región.
El ALCA no es un simple acuerdo comercial, sino que representa "un plan estratégico de las empresas estadounidenses y del gobierno norteamericano contra nosotros, para controlar no sólo el comercio, sino el territorio, la economía, la sociedad, la moneda, la cultura, los alimentos", denunció Joao Pedro Stedile, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil. Señaló asimismo la similitud entre el ALCA y los acuerdos que a nivel mundial se están impulsando en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), frente a lo cual, destacó, se hace necesario que la Campaña contra el ALCA se vincule a un movimiento mundial de resistencia.
Al respecto, Stedile destacó dos momentos de movilizaciones para el año próximo: en abril, en torno a la Cumbre de los Pueblos que se propone realizar en Buenos Aires, se reúnan o no los presidentes o ministros en esa fecha, como originalmente estaba previsto; y en setiembre, en torno a la reunión de la OMC en Cancún, México. Propuso asimismo que en cada país se presione por un plebiscito oficial sobre la participación en el ALCA, en el curso el año 2003, pues esperar el 2005 para ratificar un acuerdo ya concluido sería muy tarde.
Delegados y delegadas de varios países, entre ellos México, Venezuela y Canadá, informaron de su decisión de organizar un plebiscito popular en las semanas y meses venideros (otros están en fase de planificación), siguiendo el ejemplo de Brasil que realizó una consulta a principios de setiembre, donde 10 millones de personas se pronunciaron contra la participación de su país en el ALCA.
La Asamblea permitió resaltar la importante contribución de las jornadas de reflexión e intercambio de los días anteriores, para desarrollar una argumentación mejor sustentada de la oposición al ALCA. Asimismo, evidenció que las movilizaciones simultáneas en Ecuador y otros países inauguran una nueva fase de la Campaña Continental.
Por último, se presentaron las resoluciones del Encuentro Continental de Parlamentarios sobre el ALCA y el Rol de los Parlamentos de la Región, realizado en Quito el 29 y 30 de octubre, cuyo mensaje central es un rechazo al manejo tecnicista y el secretismo con el cual se han manejado las negociaciones oficiales, y la propuesta a los gobiernos de realizar consultas populares sobre el ALCA en cada país.
El Encuentro de parlamentarios de México, Uruguay, Costa Rica, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, El Salvador, Venezuela, Colombia, Québec y Perú, resolvió exhortar a los gobiernos de América Latina y el Caribe a retirar de las rondas de negociación a sus equipos de negociadores, procurando el fortalecimiento de organismos y de acuerdos de integración latinoamericanos y caribeños, como el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones y el Caricom.
La reunión de parlamentarios, que contó con la participaron del líder cocalero y ex candidato a la Presidencia de Bolivia Evo Morales, el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el ex presidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, aprobó la Declaración de Quito, que invita a los parlamentos nacionales, como representantes de los pueblos americanos, a "discutir y decidir sobre todos los acuerdos en torno al comercio internacional, en tanto que estos afectan la soberanía y las condiciones de vida de los ciudadanos del continente y fijar agendas soberanas con relación a la integración". Por tanto, sugiere que en donde no existan, se constituyan comisiones parlamentarias especiales, para atender lo correspondiente al ALCA y a otros proyectos de integración similares (Ver texto completo de la Declaración de Quito en: www.llacta.org/organiz/coms/com202.htm).
La Declaración de Quito propone asimismo que, como un paso inicial a las discusiones de los parlamentos de cada país, se evalúe los resultados y procesos de varios acuerdos internacionales, como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Plan Puebla-Panamá y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
"Cualquier proceso de integración debe ser equitativo y sostenido, debe satisfacer las necesidades de más del 70 por ciento de la población que vive en situaciones de extrema pobreza", señala la Declaración de Quito, que insta a "promover la unidad nacional de empresarios, indígenas, campesinos, obreros y ciudadanía en general, para defender el mercado interno como el fundamento de desarrollo de cada nación".
Los parlamentarios rechazaron el secretismo que ha primado en las negociaciones sobre el ALCA, y la exclusión de los sectores sociales de este proceso. Así, Carazo señaló que ni los empresarios conocen bien las condiciones de este acuerdo y aseguró que es importante analizar lo que ha pasado con el TLCAN, vigente desde enero de 1994. "En México ha crecido la desocupación", dijo el ex presidente de Costa Rica, y agregó que además se ha dado un proceso de competencia desleal, de la que se ha beneficiado sobre todo Estados Unidos, que subsidia sus exportaciones. El ALCA no es un acuerdo justo, subrayó Carazo puesto que exige a los latinoamericanos "ceder mercados a cambio de nada". (ALAI)
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