No. 40/41 - Enero/Febrero 1995
SOCIEDAD MONTEVIDEO
A pedalear para el futuro: la ciudad también nos pertenece
En los últimos años, los ya graves problemas derivados del uso del automóvil particular se han agudizado en Montevideo. Las muertes, las lesiones graves y la contaminación aérea y acústica continúan incrementando a medida que aumenta el número de vehículos que circulan por sus calles. El automóvil, convertido en arma mortal, se ha adueñado de la ciudad: los niños ya no juegan en las calles, la vida barrial desaparece, la gente no se instala más en la vereda durante la tarde, como solía hacerlo años atrás.
Mirado fríamente, lo cierto es que en la actualidad, más que comodidad, el automóvil otorga status social. La ventaja del transporte rápido, independiente, de puerta a puerta que tenía, ha retrocedido en proporción directa al número de vehículos que transitan por las calles. Manejar es ahora lento, trabajoso, estresante y peligroso. Encontrar un sitio para estacionar es igualmente difícil. Sin embargo el montevideano, imbuido en las ideas de un modelo que absorbe diariamente a través de los medios masivos de comunicación, aspira al "cero quilómetro".
La situación ha llegado a un grado tal, que la ciudad deberá elegir entre cambiar para adaptarse al automóvil o adoptar el transporte a la ciudad. La primera solución implica destinar ingentes recursos económicos para deshumanizarla aún más: calles más anchas, estructuras aéreas de cemento, más peligro, más ruido y más contaminación. La segunda significa buscar soluciones originales que apunten a mejorar la calidad de vida de la mayoría de los montevideanos.
Un sector de ciudadanos, convocado por el CEUTA (Centro de Estudios Uruguayo de Tecnologías Apropiadas) se dio cita el 30 de octubre en la principal avenida de la ciudad para llamar la atención a los poderes públicos sobre el tema. A la convocatoria asistió un número importante de personas de todas las edades, que en un ambiente festivo recorrió luego parte de la ciudad ante la mirada sorprendida de la mayoría de quienes se cruzaban con la caravana ciclista.
Lo que sigue es la declaración emitida es esa oportunidad, en vísperas de las elecciones nacionales y departamentales, dirigida a los candidatos a Intendente de Montevideo y a la opinión pública, que recibió la adhesión expresa de 38 ONGs uruguayas.
A los Candidatos a Intendente de Montevideo a la Opinión Pública
La organización social que los seres humanos nos hemos dado en las ciudades hace que los lugares de inserción de nuestras actividades sean múltiples (trabajo, estudio, diversión, vivienda, etc.) multiplicando en consecuencia las distancias, acortando los tiempos y haciendo del transporte un serio problema a resolver.
El sistema de transporte urbano no es una parte aislada del resto de los factores que hacen a la vida de la ciudad. Cualquier acción que se tome en este ámbito afectará al resto por lo que no debemos perder de vista las variables culturales, económicas, ambientales y de salud de las poblaciones involucradas.
En la estructura urbanística de la ciudad de Montevideo podemos apreciar hoy una serie de intervenciones que operan en favor del sistema de transporte motorizado (vías rápidas, ensanches, terminales de autobuses), que afectan las condiciones de vida de los ciudadanos, tanto en lo individual como en sus relaciones con el resto de la sociedad, a la vez que atentan contra los valores arquitectónicos y urbanísticos de la ciudad.
Este modelo de transporte considerado en su conjunto y con todos los medios en circulación, no contempla de la mejor manera las necesidades de los ciudadanos y no refleja el sentimiento democrático y pluralista tan caro a nuestro país.
Mientras unos 200.000 automóviles de uso particular, que beneficiarían a un 20% de la población (considerando el promedio generalmente aceptado de 1,3 pasajeros por viaje) le imprimen el estilo a la ciudad, el restante 80% debe asumir esta realidad viajando en unas 1.300 unidades de transporte colectivo que no cubren sus necesidades. Por otro lado, la bicicleta, que ha demostrado ser un medio de transporte eficiente, saludable, no contaminante y económico, está virtualmente desplazado del diseño urbano y prohibido por la falta de seguridad y el desconocimiento de los derechos del ciclista.
No se trata de oponer unos medios a otros sino de intentar compatibilizarlos para que todos puedan elegir la forma de trasladarse y promover el estilo de ciudad que procuran para sí y para sus hijos.
En consideración a lo anteriormente expuesto, las ONGs abajo firmantes proponen:
1) Priorizar los criterios de Salud, Convivencia Social y Calidad de Vida por sobre los criterios meramente económicos a la hora de decidir las opciones e intervenciones en relación al sistema de transporte urbano en su conjunto.
2) Estimular el uso de la bicicleta a través de:
a) la instalación de carriles, ciclovías y vías especiales para la circulación exclusiva de bicicletas,
b) la construcción de estacionamientos vigilados en lugares estratégicos de la ciudad;
c) reglamentaciones de tránsito que aseguren la integridad física del ciclista.
d) el cierre de algunas arterias capitalinas durante los fines de semana para ser utilizadas como ciclovías de paseo.
2) Propender a la complementariedad de los medios de transporte en circulación a través de:
a) la incorporación del traslado de ómnibus y trenes de pasajeros con bicicletas.
b) la instalación de mini-terminales zonales de transferencia, con estacionamientos para autos y bicicletas donde puedan abordarse los omnibuses.
4) Priorizar el transporte colectivo sobre el automóvil de uso particular a través de:
a) mejorar el sistema de transporte colectivo(horarios, frecuencias, coches, recorridos, combinaciones, etc.) atendiendo a lo apuntado en el numeral 1;
b) instrumentar un sistema ramificado con líneas cortas, complementando y acrecentando los servicios locales y diferenciales actualmente existentes y ampliando el sistema de "boletos de combinación" que multipliquen las opciones del usuario;
c) limitar las vías de circulación de automotores de uso particular, sobre todo en los lugares de mayor congestión vehicular;
d) reducir los límites máximos de velocidad de los automóviles.
5) Incentivar el estudio e implementación de un nuevo transporte eléctrico colectivo.
6) Considerar, en este marco, la infraestructura indispensable para el desplazamiento y circulación de minusválidos.
7) Rescatar y construir espacios urbanos seguros y agradables para el desplazamiento peatonal.
Adhesiones:
Ambiente y Desarrollo – CIPFE, Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, ASU-INES, Caritas Uruguaya, Católicas por el Derecho a Decidir, Centro de Apoyo y Asesoramiento Sindical, Centro de Asistencia Técnica Social, Centro de Educación Ambiental y Trabajo Experimental Comunitario, Centro de Estudios, Análisis y Documentación del Uruguay, Centro de Estudios para la Democracia Uruguaya, Centro de Estudios Uruguayo de Tecnologías Apropiadas, Centro de Participación Popular, Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo Uruguayo, Centro Latinoamericano de Ecología Social, Centro Latinoamericano de Economía Humana, Centro Uruguay Independiente, Comisión de Lucha por el Medio Ambiente Belvedere-Sayago, Comunidad y Ambiente, Cotidiano Mujer, Foro Juvenil, Fundación Uruguaya de Cooperación y Desarrollo Solidarios, Grupo de Estudios sobre la Condición de la Mujer Uruguaya, Grupo de Estudio y Reconocimiento Geográfico del Uruguay, Grupo Eto-Ecologista Maldonado, Imágenes, Instituto de Comunicación y Desarrollo, Instituto de Investigación y Desarrollo, Instituto del Tercer Mundo, Liga Uruguaya de Defensa del Consumidor, Movimiento San Lorenzo, Multidiversidad Franciscana, Programa Cardijn, Organización Mundo Afro, Red de Ecología Social - Amigos de la Tierra, Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana, Servicio Ecuménico Solidario, Servicio Paz y Justicia, Traffic Sudamérica.
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