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   No. 40/41 - Enero/Febrero 1995
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El tabaco


No. 40/41 - Enero/Febrero 1995

EL TABACO

El humo del cigarro se va al Sur

Los mayores productores mundiales de tabaco son también sus principales consumidores: los países del Tercer Mundo. La caída de la demanda internacional ha deprimido los precios y reducido los niveles de ganancia. Los mayores costos de esta crisis los pagan los pequeños productores y los países cuyos gastos en salud y pérdida de productividad debido a las enfermedades originadas por el hábito de fumar, superan los ingresos por la exportación de tabaco.

Dossier" del Instituto PANOS El tabaco (Nicotiana tabacum) es originario de América del Sur. En los comienzos era utilizado en rituales y ceremonias, y fue plantado con fines comerciales por primera vez en América Central a comienzos del siglo XVI. Desde entonces se expandió hacia Europa, y a comienzos del siglo XVII al Cercano Oriente, Africa y el subcontinente indio.

Para los ministerios de Agricultura, el tabaco significa dinero, y la producción aumentó en los últimos años. Setenta y siete países en desarrollo produjeron 6,18 millones de toneladas de tabaco en 1992, más de un millón más que en el período 1988-1990. Unos 4,3 millones de hectáreas de tierras de cultivo están actualmente aplicadas al tabaco en el Sur.

Los países en desarrollo exportaron 929 millones de toneladas de tabaco en 1992, cifra apenas inferior a la sexta parte de su producción total. Esto constituyó más de la mitad de las exportaciones mundiales de tabaco, de 1.680 millones de toneladas.

Las exportaciones representaron 2.794 millones de dólares para los países en desarrollo, transformando al tabaco en el octavo generador de exportaciones agrícolas más importante.

Según la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Sur exportó en 1992 un 15% más de tabaco en volumen que en 1991, pero recibió por ello menores ingresos. El motivo fue la caída de los precios internacionales del tabaco, que probablemente continúen a la baja.

Para los ministerios de Salud, el tabaco es el oro de los tontos. Piensan en el costo del tratamiento de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, y en los días de trabajo que se pierden por enfermedades relacionadas con el cigarrillo. Llaman a la legislación a controlar el cigarrillo antes que las enfermedades y las muertes que éstas causan alcancen proporciones de epidemia.

Más del 80% de la producción de tabaco del Sur se utiliza para consumo interno. China, principal productor, generó 3,16 millones de toneladas en 1992, cerca del 40% de la producción mundial, exportando sólo 79.000 toneladas.

El segundo país productor de tabaco más importante del Sur, Brasil, aumentó la producción de tabaco en 41% entre 1989 y 1992 a 583.000 toneladas, de las cuales exportó 242.000 .

En Africa, dos países dominan la producción y las exportaciones. En 1992, Zimbabwe y Malawi obtuvieron cerca del 95% (743,5 millones de dólares) de los ingresos de exportaciones de Africa (789 millones).

Seis trasnacionales, American Brands, BAT, Philip Morris, R.J.R. Nabisco (ex. R.J. Reynolds), Rothmans y Japan Tobacco, son los responsables de aproximadamente el 70% de la producción mundial de tabaco (con la excepción de China que es un monopolio estatal).

Frecuentemente contratan la producción de pequeños productores, asesorándolos, vendiéndoles las semillas necesarias, los fertilizantes y otros insumos, y comprando las hojas secas.

Durante los primeros seis meses de 1994, BAT anunció un aumento del 8% de las ganancias del tabaco a 576 millones de libras, "pese a que las condiciones del comercio se mantuvieron difíciles en una cantidad de mercados".

Las principales ganancias de BAT provinieron de América Central y del Sur y del Caribe; los resultados en Asia fueron "variados" mientras que las ganancias en Africa "se mantuvieron".

Según Simon Chapman, autor de "Tobacco Control in the Third World: a resource atlas" (Control del Tabaco en el Tercer Mundo: atlas del recurso) "entre 1985 y 1992, BAT alcanzó los 299 millones de libras de ganancias por sus operaciones en Africa: un promedio de 43 millones de libras por año.

Opinan los industriales

La industria tabacalera afirma que la plantación del cultivo es una importante fuente de empleo rural y que constituye un relevante comercio exterior para muchos países en desarrollo. Sostiene que el mercado mundial del tabaco continúa en expansión, con un aumento anual de un 2% de nuevos fumadores en los países en desarrollo durante la última década.

Gran parte del cultivo de tabaco se realiza solamente en períodos determinados del año, afirma la industria, y utiliza tierra que con frecuencia es inadecuada para otros cultivos. Los tabacaleros afirman además que el tabaco es más rentable que otros cultivos para los agricultores.

La industria dice también que el tabaco es un "cultivo pedagógico" que enseña buenas prácticas a los agricultores, ya que lograr una buena calidad de cultivo exige un alto grado de cuidados y conocimientos técnicos por parte de los productores.

¿Pero hay beneficios para los agricultores?

Por un contrato con BAT Uganda Ltd., John Angiepado, un pequeño agricultor de Arua, la región occidental del Nilo, vendió 200 kg. de tabaco en 1990 a 100.000 chelines ugandeses (aproximadamente 100 dólares) producidos en tres acres de tierra. Para ello, él y su familia trabajaron con mucho esfuerzo durante nueve meses en la preparación del tabaco y en la estación del cultivo. Las ganancias que obtuvo fueron una miseria. "No sé qué decir a mis hijos y a mi esposa que trabajaron tanto para producir el tabaco". Pero este nivel de ingresos parece ser el promedio en Uganda.

En algunos países en desarrollo, Zimbabwe por ejemplo, la mayoría del tabaco se produce en grandes plantaciones y los agricultores venden el producto en una subasta anual. Si bien estos agricultores son propietarios de grandes extensiones, no tienen control sobre los precios. En Uganda, como en la mayoría de los países del Sur, sin embargo, el tabaco es cultivado por pequeños agricultores en campos de aproximadamente media hectárea. Venden el tabaco curado a una compañía y, desde luego, tampoco en este caso tienen incidencia en el precio.

Para estos productores más pequeños, los contratos con las compañías tabacaleras son comunes. BAT(Kenia Ltd., por ejemplo, tiene un acuerdo contractual con unos 12.000 pequeños productores para comprarles el tabaco. La compañía les vende un paquete (generalmente a crédito) que comprende semillas, fertilizantes, plaguicidas y asesoramiento técnico.

Los productores tienen que curar la hoja antes de venderla a la compañía. Construyen sus propios graneros para la cura: una choza de paja con barras horizontales para colgar las hojas con un horno para la madera. La curación puede llevar entre siete y diez días, durante los cuales la choza tiene que tener una temperatura constante de aproximadamente 35 º C. Es bastante común que las familias duerman en las mismas chozas durante la etapa de la curación.

El precio que los agricultores reciben por las hojas depende de la evaluación de calidad que haga la compañía, y oscila entre 20 y 49 chelines keniatas el kilo (entre 25 y 61 peniques británicos).

No existen asesores independientes. Los productores no pueden hacer nada con respecto al precio que ofrece la compañía; la única opción que tienen es tomarlo o dejarlo.

Según Simon Chapman, la Autoridad Nacional de Tabaco en las Filipinas estableció un precio mínimo para la hoja de tabaco de 20 pesos el kilo (unos 50 peniques británicos). Pero la Philip Morris y R.J. Reynolds, que controlan conjuntamente el 67% del mercado de cigarrillos del país, insisten en pagar a los agricultores solamente 7 pesos por kilo (17 peniques).

Según Chris Palabay, vocero de la Solidaridad de Cultivadores de Tabaco contra la Explotación, las tasas de interés para los productores de tabaco de Filipinas de un préstamo de cuatro o cinco años "oscilan entre 75 y 100%". La deuda es el principal motivo por el cual muchos productores continúan cultivando tabaco.

Muchos agricultores de Kenia afirman que persisten con el cultivo solamente porque le deben dinero a BAT.

El tabaco en los países en desarrollo es normalmente cultivado en rotación con cultivos como maíz; se cosecha 5 o 6 meses después de la siembra. Los productores plantan tabaco porque parece ofrecer buenos beneficios. Pero esto está cada día más en tela de juicio.

En 1993, los precios mundiales del tabaco disminuyeron aproximadamente un tercio, porque la oferta era superior al consumo. Si bien los precios se recuperaron en 1994, el documento Commodity Outlook de la FAO afirma que las existencias mundiales de tabaco son altas: 85% de la producción anual. Pese a que algunos países están "realizando esfuerzos" para disminuir la producción, se prevé que los precios se mantendrán bajos.

En los últimos diez años, los precios internacionales de tabaco han permanecido estancados en términos monetarios y descendieron en términos reales. El precio promedio del tabaco curado entre 1984 y 1986 era 372 centavos de dólar por kilo. En 1992, fue 381 centavos el kilo, mientras los precios de 1994 parecen en general los mismos. Suponiendo un índice de inflación anual del 4%, los precios del tabaco han caído en términos reales un 50% durante el último decenio.

Esto explica por qué los productores reciben precios menores. Pero al mismo tiempo tienen que pagar más por los insumos. En muchos países, el costo de fertilizantes y plaguicidas aumentó mucho (en Kenia, por ejemplo, un 100%) debido al retiro de subvenciones estatales en el marco de los programas de ajuste estructural.

La caída de los precios en los últimos años, más los costos crecientes, parecen demostrar que la plantación de tabaco constituye una mala perspectiva para los agricultores del Sur.

Mientras que las ganancias del tabaco se han vuelto inciertas y bajas, los productores tienen la ventaja de que las compañías generalmente pagan rápido, lo cual no siempre ocurre cuando los compradores son organismos del Estado. Pero otros cultivos -el maíz, por ejemplo- ahora parece ofrecer a los agricultores mejores beneficios.

¿Y ganancias para los países en desarrollo?

Cuarenta y tres países en desarrollo exportan tabaco. Nueve de ellos -Argentina, Brasil, Turquía, Tailandia, India, China, Indonesia, Malawi y Zimbabwe- obtienen más del 90% de los ingresos exteriores del propio Sur: 2.529 millones de dólares en un total de 2.794 millones de dólares. Para todos estos países, excepto Malawi y Zimbabwe, el tabaco representa menos del 2,2% de los ingresos del exterior. Es una mínima parte de los ingresos.

Los 34 países en desarrollo restantes que exportan tabaco recibieron 267 millones de dólares entre todos: un promedio de menos de 8 millones de dólares cada uno.

Es necesario que las exportaciones de tabaco en las economías de los países en desarrollo se mantengan en esa proporción.

La mayoría de los países en desarrollo son importadores netos de tabaco, y gastan sus escasas divisas extranjeras en un producto que está comprobado que perjudica la salud. El aumento del hábito de fumar en estos países significa que los actuales modelos con relación al cigarrillo se mantienen, por lo que las divisas extranjeras cada vez más escasas deberán ser aplicadas a importar productos tabacaleros.

Las compañías tabacaleras también pagan impuestos. Pero las apariencias engañan. Si en los 4,3 millones de hectáreas del Sur dedicadas actualmente al cultivo de tabaco se plantaran otros cultivos, entonces se pagarían impuestos y podrían ganarse divisas extranjeras en esos cultivos. En algunos países donde el tabaco está consolidado como generador de moneda extranjera, sin embargo, la transición a otros cultivos llevaría tiempo y una considerable inversión de recursos.

Un punto clave es determinar si el tabaco produce ingresos en general para los países en desarrollo, una vez analizados los costos en un contexto más general. Por ejemplo, hay que tener en cuenta el costo del tratamiento de las enfermedades causadas por el tabaco y para ello es necesario realizar estudios en cada país.

En Canadá una investigación de los costos y beneficios del tabaco reveló que los beneficios ascienden a 3.000 millones de dólares canadienses por año y que los costos, incluyendo los servicios médicos, cuentas de hospital, medicamentos, servicios administrativos, ascienden a 2.400 millones de dólares canadienses. A esto cabe agregar otros 1.500 millones de dólares afirman los investigadores, por la pérdida de productividad causada por las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar. La industria del tabaco le cuesta entonces a Canadá mil millones de dólares de ese país por año.

El costo de fumar en Egipto fue estimado en 1981-1982 en 1.352,5 millones de dólares; los beneficios económicos eran solamente 764 millones de dólares.

Según el periódico China Daily del 30 de mayo de 1992, las autoridades nacionales de salud de Beijing informaron que China ganaba 4.000 millones de dólares en ventas de tabaco en 1989, pero que los cigarrillos le costaban al país más de 5.000 millones de dólares, para la atención de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.


Principales exportadores de tabaco año 1992

Ingresos de exportación
(en millones de dólares)

País

Total

Tabaco

% del tabaco con relación al total de las mercaderías

Argentina

12.235

143

1,2

Brasil

35.956

804

2,2

Malawi

383

293

76,5

Zimbabwe

1.235

450

36,4

Turquía

14.715

309

2,1

India

19.795

163

0,8

Indonesia

33.815

81

0,4

Tailandia

32.473

142

0,4

China

84.940

141

0,17

(Fuentes: UNCTAD Commodity Yearbook, 1994 y World Development Report, 1994 del Banco Mundial)





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