No. 44 - Mayo 1995
ECOLOGÍA
Se hizo humo la mayor fábrica DuPont de Asia
por
Claude Alvares (*)
Una batalla de siete años de los aldeanos indios contra la propuesta de construir una planta de nailon en Goa llegó a un ardiente final. En efecto, en una semana y tras una serie de rápidos acontecimientos, el proyecto DuPont de establecer la planta Nylon 6,6, la mayor de Asia, en Querim, fue literalmente carbonizado.
El proyecto Nylon 6,6 consistía en una "joint-venture" (asociación de capitales) entre DuPont, Thapars y Mitsui. DuPont decidió radicarse en Goa en 1977 y obtuvo autorización para establecer la fábrica en 1983 a través de la Economic Development Corporation, perteneciente al Estado.
Sin embargo, en noviembre de 1990, una comisión legislativa designada por la Asamblea de Goa había recomendado claramente archivar el proyecto debido a diversas irregularidades y a la amenaza de contaminación.
El temor se convierte en acción
Las aldeas cercanas a la zona propuesta para su construcción se habían mostrado completamente hostiles, temerosas de la contaminación de la planta, que sería erigida en la parte alta de una meseta y destruiría los bosques y plantaciones de los valles situados en la parte baja.
El 21 de octubre, una multitud de más de 2.000 aldeanos de Goa arremetieron contra el lugar de Querim disputado para construir la fábrica, arrasaron con varios edificios y el muro periférico que la compañía había construido ilegalmente y quemaron costosos equipos de construcción, incluidas dos excavadoras. El daño fue estimado en diez millones de rupias.
Pero el desenlace se produjo a fines de enero luego de que la policía realizó una redada en la que detuvo a ocho manifestantes, entre ellos el Dr. Dattaram Desai, respetado presidente del Comité Ciudadano Anti Nailon. Los detenidos fueron despojados de sus ropas y golpeados durante el encarcelamiento.
El incidente de brutalidad policíaca tuvo repercusiones que las autoridades jamás habían imaginado. Se efectuó una gran manifestación durante una función pública organizada por Eduardo Falheiro, ministro estatal de Químicos de la Unión, en Farmagudi, Ponda, el 21 de enero.
Toma de la planta y represión
Los acontecimientos crecieron rápidamente como una bola de nieve hasta desembocar, el 25 de enero, en la toma de la planta por parte del movimiento de campesinos.
La noche del 22, en medio del festival Haldikumkum, algunas niñas de la aldea vieron un camión que avanzaba hacia el lugar propuesto para la fábrica con plantas, materiales para un cerco y macetas. Sospecharon que la compañía realizaría alguna actividad al día siguiente. Su instinto no se equivocó.
Aparentemente, los norteamericanos se habían reunido con el primer ministro Pratap Singh Rane y habían insistido en que se les permitiera visitar el lugar de la planta e iniciar los trabajos preliminares, con protección policial si era necesario.
Se dirigieron al lugar en un ómnibus, escoltados por vehículos policiales.
Un kilómetro antes de llegar al lugar, en Arla, una gran multitud de mujeres se encontraba atravesando el único y estrecho camino que conduce a la planta. No hubo quien las moviera. Los norteamericanos debieron regresar a Ponda, pero estaban furiosos.
Se reunieron nuevamente con el primer ministro y solicitaron severas medidas contra los satyagraphis, mayoritariamente mujeres. A las dos de la tarde, un inspector visitó Arla, el lugar del bloqueo; dijo a las mujeres y otros agitadores que se dispersaran, amenazándolos con las consecuencias. Poco después, a las cuatro y media de la tarde, tres vehículos repletos de oficiales (entre ellos Mamlatdar, el cobrador adjunto que también oficia de magistrado del distrito, y el oficial de desarrollo) acompañados por dos ómnibus con policías volvieron al lugar.
Sin advertencia, luego de haber estacionado los vehículos en línea a lo largo de la ruta, la policía se bajó y disparó sus balas directamente a las mujeres. No hubo siquiera voz de alerta.
Las mujeres, que habían salido a enfrentar a las autoridades con motivo de la construcción de la planta, no esperaban encontrarse con balas. Dos jóvenes fueron heridas de bala en las piernas. Nilesh Naik cayó en la primera descarga de proyectiles. Hay testigos que afirman que fue herido en el pecho y que ése era el blanco del disparo.
El ataque produjo un resultado no deseado: las mujeres víctimas de los disparos avanzaron decididamente hacia los policías atacantes, ahora presas del pánico en tanto que recibían pedradas de ambos lados del camino.
Los oficiales se amontonaron en uno de los ómnibus policiales y huyeron. El otro ómnibus recibió la furia de la multitud, al igual que los tres "jeeps", que fueron quemados hasta transformarse en cenizas.
Varios policías sufrieron heridas. Algunos fueron raptados por la multitud y desnudados en represalia. Un ómnibus que pasaba por el lugar fue requisado por los agitadores para trasladar a Nilesh al Hospital de Ponda.
No obstante, la policía incautó el ómnibus dos kilómetros más adelante, rompió el vehículo con furia y se llevó a Nilesh a la estación de policía de Ponda donde yació otros veinte minutos antes de ser trasladado en una motocicleta al hospital. Pero fue declarado muerto al llegar. El médico dijo que el muchacho habría sobrevivido de haber llegado unos minutos antes. Otros heridos, incluidas las niñas, fueron trasladados al Bambolin Medical College, cerca de Panjim.
Nuevas acciones
El siguiente blanco de los aldeanos fue la clínica pública instalada por Thapar DuPont para los aldeanos de Querim, que fue derribada.
A esta altura, la furia contra DuPont y Thapars había ido in crescendo. El Comité Anti Nailon anunció un "bandh" en Ponda para el día siguiente, inclusive luego de que la administración había impuesto el artículo 144 en la ciudad. Al día siguiente, sin embargo, antes del amanecer, se habían instalado barricadas que bloqueaban las rutas en todos los puntos posibles del área, deteniendo absolutamente toda la actividad. Los oficiales de policía que intentaban llegar a la ciudad se encontraron con una lluvia de botellas en Kunday y debieron retirarse a Panjim. Diversos ómnibus y "jeeps" ardieron en llamas. No hubo heridos.
Por la mañana, luego de haber tomado Ponda bajo control, los manifestantes se dirigieron a la oficina de Thapars DuPont Ltd. y extrajeron más de 700 archivos, planos y bosquejos de la fábrica propuesta, papelería, tarjetas de visitas, aparatos de fax y equipos de oficina, escritorios, una heladera y algunas armas. Colocaron todo en medio de la calle y lo hicieron arder. Doce valijas repletas con billetes de 500 rupias pertenecientes a la compañía también fueron a dar a las llamas.
Los líderes de la manifestación lograron depositar a los empleados de la oficina fuera de los límites de la ciudad, pese a que la multitud quería lincharlos.
Al día siguiente, el cuerpo de policía debió permanecer dentro de las estaciones de policía de Ponda y Farmagudi por temor a ser atacada. El "bandh" finalizó a las ocho de la noche.
Ese mismo día el Panchayat de Querim, actuando conforme a las facultades que le confiere la nueva ley Panchayati Raj de 1993, aprobada por resolución formal y unánime, rechazó la planta propuesta por considerar que no coincidía con los intereses y el bienestar de la población local. El 25 de enero, el cuerpo de Nilesh fue trasladado a Ponda desde la morgue y, cubierto de flores, fue seguido por un cortejo de un kilómetro de longitud hasta Savoi Verem.
El cortejo se trasladó durante dos horas a lo largo de 12 kilómetros de ruta, rodeado de los aldeanos, entre ellos cientos de escolares, que insistían en mostrar sus respetos al caído. Esa noche, el cuerpo fue cremado en una plataforma erigida exactamente fuera de los límites de la fábrica.
Mientras ardía el horno crematorio, se podía ver el fuego de las edificaciones de la administración de la fábrica, ya que los manifestantes las incendiaron. Los restos del edificio fueron dinamitados.
DuPont se retira
Más tarde, esa misma noche, Sam Singh, de Thapars DuPont, informó a la prensa que la compañía "estaba completamente conmovida por los acontecimientos de los tres últimos días y expresó su disconformidad con que el primer ministro no pudiera brindar seguridad a las propiedades de la compañía en el lugar".
Cuando las personas comenzaron a retirarse de la pira ardiente para volver a sus hogares, resultaba bastante obvio que el sitio -adquirido por el gobierno para la fábrica- había vuelto al poder de la población local y que los funcionarios de Thapar DuPont no podrían volver a visitar el lugar.
Ya han comenzado a pastar por allí los animales de la aldea, cabras y vacas, impedidos durante varios meses de ingresar a la zona.
Los acontecimientos de esa semana de enero constituyeron una flagrante humillación para DuPont, la más importante trasnacional norteamericana de productos químicos. El exitoso y militante rechazo a la fábrica de la multinacional, primero de este tipo desde que el país comenzó el proceso de liberalización, presagia que vuelvan a repetirse, en tanto las multinacionales intenten apoderarse cada vez más de los recursos indios a través de organismos estatales del país en nombre del progreso.
(*) El autor es un destacado científico social y periodista indio. Escribe regularmente para revistas y periódicos de la India y otros países.
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