No. 44 - Mayo 1995

El Vaticano veta: nuevo fracaso

En la última Reunión Preparatoria de la Conferencia de Beijing, el Vaticano intentó excluir a las representantes de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) de EEUU, México, Brasil y Uruguay, de la propia reunión y de la próxima Conferencia. Graciela Pujol, integrante uruguaya de CDD, presente en Nueva York, afirma que la máxima jerarquía de la Iglesia Católica se expuso a sufrir una nueva derrota.

En la asamblea preparatoria de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, que se efectuó en Nueva York en el mes de marzo -en la que participaron alrededor de 2000 organizaciones no gubernamentales- "la delegación del Vaticano objetó al Secretariado de la Conferencia, las acreditaciones de cuatro ONGs de mujeres: Catholics For a Free Choice (CFFC) de EEUU, y las tres organizaciones de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), la regional de Latinoamérica, con sede en Uruguay, la de México y la de Brasil, tanto para su participación en la asamblea preparatoria de Nueva York como para la Conferencia de Pekín" afirmó Pujol.
"Dichas acreditaciones habían sido aprobadas por Naciones Unidas el 24 de febrero, luego de haber sido sujetas a los procedimientos de certificación y escrutinio apropiados, por parte de la oficina del Secretariado", continuó Pujol.

Para el Vaticano los grupos de CFFC y CDD no puede considerarse católicos, por estar a favor del derecho al aborto, rechazado por la Iglesia Católica.

Pujol señaló que "esta iniciativa de objetar acreditaciones de ONGs, fue seguida por otras del gobierno de Armenia, y del gobierno de China a 11 organizaciones de mujeres del Tíbet y Taiwan. La intransigencia expresada en estas objeciones generó un rechazo masivo, al interpretarse estos hechos como un abuso por parte del Vaticano de su calidad de observador ante la ONU, ya que una actitud semejante contraría principios de las Naciones Unidas que se proponen reivindicar el respeto por la diversidad cultural, étnica, religiosa y sexual y la soberanía de las naciones. Por otra parte, un Estado miembro no puede impugnar resoluciones de gobiernos que han otorgado carácter de ONG a ciertas organizaciones de acuerdo a sus propias legislaciones".

La Comisión Jurídica y Social -órgano preparatorio de la Conferencia de Beijing- constituyó un grupo de trabajo para estudiar las objeciones presentadas, que fueron rechazadas, reconfirmando las acreditaciones otorgadas a todas las ONGs en cuestión.

La delegación de la Santa Sede volvió a la carga, "pidiendo que a las cuatro organizaciones denominadas católicas, se las señalara con un asterisco (*), remitiendo a una nota que indicara que no cuentan con la autorización del Vaticano como católicas, petición que nuevamente fue denegada por los responsables de la organización de la Conferencia", indicó Pujol.

Al respecto Pujol sostuvo que "a nadie escapa que si bien la instancia decisiva en la que se plasmará el documento final de la Conferencia tendrá lugar en Pekín, los contenidos del proyecto del Plan de Acción que allí se pongan a consideración de las delegaciones oficiales de los países miembros, determinarán en gran medida las conclusiones finales. Estas alternativas suceden además en un contexto muy particular, a pocos meses de la histórica Conferencia de Población y Desarrollo de El Cairo, la cual -si bien no estaba centrada en la condición de la mujer- dio en su documento final una dimensión nunca antes reconocida al rol de las mujeres en asuntos de población y desarrollo, y reconoció los derechos sexuales y reproductivos como parte de los derechos humanos".

Pujol valoró que "los avances no han sido casuales. El movimiento de mujeres jugó un papel relevante en los resultados finales de El Cairo, a pesar de la ofensiva de las fuerzas retardatarias, lideradas por el Vaticano en alianza con los fundamentalistas. Ante la derrota sufrida, estas fuerzas redoblaron sus intentos en Nueva York, para revertir los logros anteriores".

Por otra parte, para la uruguaya "estos hechos no pueden abstraerse de la reciente publicación de la última encíclica papal 'La Buena Noticia sobre la Vida', en la que se afirma una vez más la condena del Vaticano al aborto en toda circunstancia".