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Tema de tapa


No. 44 - Mayo 1995

LATINOAMERICANAS HACIA BEIJING

Todo en el camino

por Diana Cariboni

Para las mujeres de América Latina y el Caribe que integran el movimiento feminista, las perspectivas de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, se encuentran sobre todo en el proceso hacia ella. En un diálogo mantenido con Carmen Tornaría, de Fundación PLEMUU (Plenario de Mujeres del Uruguay), Revista del Sur se aproximó a la preparación de la Conferencia desde la región, los intercambios y las diferencias con las posturas gubernamentales, algunos de los puntos de la agenda de Beijing y la visión de las uruguayas sobre los alcances y limitaciones de las conferencias internacionales.

-¿Cómo fue el proceso preparatorio de la Conferencia de Beijing en Uruguay?

- Este proceso lleva casi dos años. A mediados del año 1993 empezamos a recibir materiales sobre la Conferencia enviados por UNIFEM, (United Nations Development Fund for Women). Arrancamos con la presencia de una representante de UNIFEM, Branca Moreira. Ella nos aportó la visión del mundo de las conferencias o cumbres internacionales, que cuesta comprender cabalmente. La estructura de Naciones Unidas es compleja, burocrática, de enorme peso político. Para conocer las reglas de juego se necesita tiempo. A partir de ese contacto, decidimos conformar el grupo Iniciativa Beijing-Uruguay, que está compuesto por once instituciones de mujeres o programas de instituciones mixtas vinculados a la problemática de la mujer. Ellas son Cotidiano Mujer, Grupo de Estudios sobre la Condición de la Mujer Uruguaya (GRECMU); Católicas por el derecho a decidir, Mujer Ahora, la Red Uruguay de CEAL - Educación de Adultos, la Red Mujer, FEMSUR, la Casa de la Mujer de la Unión, Fundación PLEMUU, Instituto Mujer y Sociedad, el Programa Mujer del CIEDUR y el Programa Mujer de CLAEH. Elaboramos un pequeño proyecto que presentamos a UNIFEM. Nombramos a cuatro integrantes de estos grupos como encargadas de trabajar en una base de diagnóstico de la situación de la mujer en nuestro país. En abril de 1994 ya teníamos las bases de ese documento y allí hicimos una jornada de trabajo, el 10 de abril, en la Intendencia Municipal de Montevideo. En ese encuentro -al que concurrieron 50 organizaciones de mujeres de Montevideo y del interior- se compartió y se discutió el diagnóstico elaborado por las técnicas, en cuatro áreas: educación, salud, orden jurídico y trabajo. El encuentro fue bastante interesante. Durante la mañana se difundieron las pautas más generales del diagnóstico, y en la tarde se trabajó por talleres con diferentes temas y se elaboró un conjunto de propuestas. Como resultado de ese trabajo se sistematizaron las propuestas de los talleres y el borrador del documento quedó pronto en agosto del año pasado. Contiene un diagnóstico y un conjunto de propuestas, y fue publicado recién el 18 de abril de este año, demorado por la escasez de fondos. Este es el documento no gubernamental.

Las ONGs no tienen temas tabú

-¿Cómo se coordina la visión gubernamental y la del movimiento de mujeres en cuanto a evaluaciones y propuestas? ¿Qué pasa en nuestro país?

- En el caso de Uruguay, la conducción del proceso hacia Beijing por parte del gobierno fue llevada por el Instituto de la Mujer y de la Familia. Cuando el Instituto tuvo pronto un documento efectuó un llamado a las ONGs para compartirlo, adoptando una metodología similar a la nuestra, trabajando primero a través de la socialización del documento y luego en talleres para efectuar sugerencias, sobre todo en las propuestas.

-¿Cómo fue ese intercambio? ¿Están muy distantes ambos documentos?

- Yo diría que en el caso de Uruguay no. En materia de diagnósticos el documento presentado por el gobierno no difiere demasiado del nuestro. Hay ciertos temas que en el diagnóstico elaborado por nosotras se tocan a cara descubierta, por ejemplo el del aborto. En el mundo de las ONGs no hay temas tabú. A nivel gubernamental, en cambio, los diagnósticos se ciñen estrictamente a la pauta específica de la ONU u organismos conexos como CEPAL. Esto hace que muchas veces haya elementos demasiado neutros o asépticos, hasta en la terminología empleada. Sobre todo en algunos temas urticantes, como derechos reproductivos, salud de las mujeres, interrupción de embarazo, etc. Además hay ciertas reglas que obligan a que los documentos gubernamentales sólo puedan considerar fuentes y datos oficiales. En el caso de Uruguay, donde la problemática de la mujer ha sido recientemente asumida por parte del Estado, sobre todo en materia de salud y de violencia, un documento se debilita si sólo se toman las cifras oficiales. En los últimos años -incluso por la presión de las organizaciones de mujeres- el Ministerio del Interior, la Comisaría de la Mujer y otros organismos comenzaron a especificar cifras, por ejemplo, de número de interrupción de embarazos, o de delitos de violencia contra las mujeres. Pero al hacer análisis comparativo se toma la última década, y al ir hacia atrás, esos datos no existen, por lo que las cifras no son representativas.

-¿Cuál fue el planteo de las ONGs en este punto?

- Nosotras hicimos presión para que se recurriera también a fuentes genuinas no oficiales, y se efectuaron agregados en el documento oficial, sobre todo en salud y violencia. Hay buenos y serios trabajos con datos valiosos y respaldables efectuados por algunos centros académicos u ONGs en cuanto a salud, aproximaciones en el terreno del aborto y violencia.

El aborto no es cuantificable para el gobierno uruguayo

-¿Cómo menciona el gobierno el tema del aborto?

- Lo menciona sin cuantificarlo. Hay dificultades para hacerlo en un país donde el aborto no está permitido. Pero existen métodos indirectos para registrarlo y de hecho se hace. Tenemos cifras que incluso son manejadas por quienes trabajan en temas de demografía y población, con amplios márgenes de error, pero las cifras siempre son impresionantes. Pese a las diversas posturas en torno a la solución, todas las ONGs coinciden en que la interrupción voluntaria del embarazo en el Uruguay es un problema de salud pública y por eso hay que atenderlo. La proyección menor efectuada a través de estos datos indirectos, 10.000 abortos anuales, es enorme; pero la mayor adquiere proyecciones de escándalo total porque se acerca a 100.000. Entonces no importa cuál de las dos se tome, la más pesimista o la más optimista desde el punto de vista cuantitativo, pero un documento de Uruguay no puede eludir las cifras, aunque sea poniendo las dos proyecciones.

-¿En qué se diferencian ambos documentos en el capítulo de propuestas?

- En cuanto a aborto y violencia el documento oficial es muy parco y no refleja con la misma riqueza las propuestas emanadas del movimiento de mujeres. Se menciona que hay grupos de mujeres que apoyan la despenalización del aborto, hay otros grupos de mujeres que apoyan la legalización del aborto, y el proyecto presentado al Parlamento. Y por otra parte, desde el movimiento de mujeres existen propuestas que tienen que ver con la educación de los jóvenes, para una sexualidad responsable y digna y con la difusión de métodos anticonceptivos, más allá del aborto en sí, porque en el mundo no hay nadie que diga "viva el aborto".

-¿Ustedes conocen cuál será la postura de la delegación gubernamental ante estos temas?

- No existe una instancia concreta para que podamos conocer esa postura. No sabemos qué va a hacer la delegación oficial, vamos a ver primero quiénes la integran.

-¿Pero el movimiento de mujeres tiene una idea aproximada de cuál será la postura del país?

- El año pasado, para la Conferencia de Población en El Cairo, hubo una buena integración y logramos un matiz en la posición del Uruguay. Antes de llegar al Cairo el gobierno tenía una postura muy pro-Vaticano. En base a la discusión e incluso a un seminario que ofició la Cancillería con las ONGs, se logró matizar favorablemente el documento que llevó el gobierno uruguayo a la Conferencia de Población. En Mar del Plata, no hubo ninguna dificultad en cuanto a derechos reproductivos, que era de lo que se trataba. En las instancias oficiales de Naciones Unidas se discute lo que está escrito. En el Plan de Acción no existía en ningún material impreso mención concreta a la despenalización o legalización del aborto.

-¿Hubo más contactos entre gobierno y ONGs?

- A partir de agosto de 1994, se creó en el Uruguay la Comisión Nacional de la Mujer hacia Beijing, dando lugar a otra instancia de coordinación entre el gobierno y las ONGs. Según un mandato de la ONU en cada país se debían conformar estas comisiones, con una recomendación especial para integrar las delegaciones oficiales con mujeres de las ONGs.

La comisión se conformó a través de un decreto gubernamental en la órbita del Instituto de la Mujer. La integraron, además de las directivas del Instituto, Alba Osores, del Parlamento, Margarita Percovich, por el ámbito municipal, Beatriz Macedo, consejera del CODICEN, Laura Albertini, del Ministerio de Salud Pública, Casilda Echevarría, delegada del Uruguay ante la CIMPU, organismo de la OEA, y quien habla, por el ámbito de las ONGs. Excepto Beatriz Macedo, que no pudo concurrir, todas mantuvimos reuniones semanales en las que se discutió el documento oficial, se le hicieron agregados, y luego integramos la delegación oficial en la preconferencia regional de Mar del Plata.

-¿Cómo se desarrolló el trabajo en ese encuentro?

- Allí realmente se trabajó muy bien. Hubo buena articulación dentro de la delegación oficial y con el foro de ONGs. También coordinamos muy bien con las chilenas, así como con Paraguay. En otros casos las delegaciones estaban más trabadas, como Guatemala y la propia Argentina. A partir de Mar del Plata la Comisión Nacional no volvió a reunirse, pues vinieron las elecciones nacionales y los cargos dependían del cambio de administración. Lamentablemente para la preconferencia de Nueva York hubo un intento de articulación a último momento, a través del ministro de Cultura, Samuel Lichtensztejn, que me invitó a participar por Uruguay, pero no pude aceptar pues ya iba a Nueva York a la reunión no gubernamental y por razones personales debía regresar cuando empezaba la oficial. Finalmente la delegación gubernamental estuvo integrada por una mujer muy vinculada al tema: María Gloria Robaina.

No mitificar conferencias mundiales

- Más allá de lo nacional, ¿cómo ve al movimiento de las ONGs, en momentos en que el Vaticano da un gran impulso a su postura intentando excluir a las Católicas por el Derecho a Decidir, entre otra maniobras de última hora para desvirtuar el sentido de la Conferencia? ¿Se corre el riesgo de que el resultado de Beijing termine desbalanceándose?

- Yo hablo desde lo personal, pero también como integrante del grupo Iniciativa Beijing, porque es un tema que hemos discutido mucho. Las uruguayas hemos solicitado un taller para la Conferencia de ONGs cuyo tema específico es las relaciones entre el mundo de las ONGs -en este caso el movimiento de mujeres- y las conferencias o cumbres mundiales: ventajas, desventajas, posibilidades de articulación, posibilidades, como dices tú, de peso político real, etcétera. Y anotamos ese taller porque nos interesa discutir esa perspectiva. Por otra parte, creemos que quizás sea más importante el proceso hacia la conferencia, que ésta misma y sus resultados en el papel. Esto no es muy uruguayo, yo lo he percibido en las distintas reuniones en que he estado y también en otros países. Si para algo sirven estas conferencias mundiales es para fomentar, -a nivel nacional, de subregiones o de regiones- procesos de reflexión, de elaboración de planes de acción, de alboroto interno, más que apostar a los resultados de los documentos de estas conferencias.

- Eso puede entenderse como que las conferencias no suelen ser efectivas...

- Esto no es ningún secreto. El análisis histórico de las conferencias muestra ventajas y desventajas de estos eventos. Cuando hay una conferencia que concita el interés de los gobiernos del mundo, sobre un tema o problema concreto, eso de por sí es un hecho político importante. Esto fomenta una visibilidad a nivel mundial acerca de una problemática. La cuestión es no mitificar el resultado de un evento internacional. Porque exista una conferencia internacional sobre la mujer, por la elaboración y aprobación de documentos a nivel mundial, no van a desaparecer mágicamente los problemas de las mujeres en Uruguay y en el mundo. Las conferencias son una condición necesaria pero no suficiente para arreglar los problemas. Por otra parte, a veces los documentos son realmente estupendos, pero sin presión política en cada país, no se cumplen. Por eso yo decía que es importante el proceso que se despierta al interior de los países: la organización de la gente y de las instituciones para llevar adelante políticas sociales concretas.

-¿Se ha dado este proceso con la suficiente fuerza en Uruguay?

- Las integrantes del grupo Iniciativa Beijing, por lo menos hemos intentado que eso suceda, con cosas concretas. Cabe agregar que en un segundo encuentro, el 18 de abril, en el que se entregó el documento Uruguay ya editado y publicado, se hizo un relato lo más fiel posible de las distintas instancias que han sucedido en el proceso hacia Beijing, y se difundió la información que llega, a veces en forma muy fragmentaria.

El grupo no se considera coordinador de nada en especial, nos dedicamos a esto y lo hemos hecho, bien o mal, desde hace dos años. La propuesta para la segunda reunión en la Intendencia fue conformar grupos de trabajo en torno al Plan de Acción concreto para Uruguay. Más allá de Beijing, cuáles serán las prioridades de los próximos cuatro o cinco años para las mujeres uruguayas y cómo podemos organizarnos para ejercer presión sobre el Estado, sobre el Parlamento, entre nosotras mismas, para agitar determinados temas prioritarios.

-¿Considera que está creciendo el peso de posturas como la del Vaticano, más allá del despliegue en los medios de comunicación? ¿Hay una coincidencia de intereses que lleva a actuar en el mismo sentido a sectores como algunos países musulmanes y el Vaticano, por ejemplo?

- Creo que es posible que posturas no muy conciliables, sobre todo en el ámbito del fundamentalismo religioso, puedan coincidir aunque sean muy distantes sus propuestas ideológicas o religiosas. Pero el Vaticano hace mucho ruido y los efectos que produce no son tan importantes. Casi como un chiste se decía en la Conferencia de Población que el Vaticano "jerarquizó" la cuestión de los derechos reproductivos de las mujeres en medio del tema población. Vitalizó un tema que era apenas un punto más dentro del gran tema de población.

- Pero terminó siendo el punto más difundido y tal vez el más desvirtuado...

- Yo pienso que sí, pero son los riesgos que se corren al enfrentar estructuras tan fuertes como la del Vaticano. Hoy se está debatiendo a nivel mundial por qué el Estado Vaticano tiene el peso de otros estados, siendo un estado religioso. ¿Quién genera ese peso tan grande? Creo interesante que se debatan esos temas.

- Otro punto de la Conferencia será el de la incidencia del ajuste estructural en las condiciones de vida de las mujeres.

- Justamente tres uruguayas -Lilián Celiberti, Rosario Aguirre y quien habla- fuimos encargadas de sintetizar los documentos uruguayo, argentino, paraguayo y chileno. Ese material está editado y fue entregado en Mar del Plata. Uno de los ejes de ese trabajo regional es la cuestión del impacto estructural sobre la concepción de desarrollo y sobre la vida de las mujeres.

Postura peligrosa

- Existen algunos intentos de vincular un necesario protagonismo de la mujer en los temas del medio ambiente y del desarrollo sustentable, partiendo del concepto de una mayor compenetración de la mujer con la naturaleza.

- Estos temas no fueron discutidos en el grupo Iniciativa Beijing, de modo que hablo a título personal. Las feministas uruguayas no hemos abordado ese aspecto específico, pero en general discrepamos con la visión de que por naturaleza, las mujeres defendamos más que los hombres a la naturaleza. Nos parece que es una postura bastante peligrosa dentro de la discusión de la cuestión del desarrollo. Sospechamos que cada vez que hay un problema en el mundo, por algún mecanismo extraño y perverso, la responsabilidad se vincula a la naturaleza femenina. Decimos medio en broma, otro deber más, no sólo los niños, la casa, los ancianos, ahora también tenemos el deber de cuidar la naturaleza. Si nos planteamos que las relaciones desiguales entre hombres y mujeres son relaciones de poder, lo que hay que intentar desde el feminismo es cambiar esas relaciones de poder. Lo del desarrollo y el medio ambiente es responsabilidad de hombres y mujeres, la responsabilidad de los hijos es de hombres y mujeres, la responsabilidad del trabajo doméstico también. No existe especial condición biológica que acerque más a las mujeres a proteger la naturaleza o la familia o lo que sea. Son conceptos culturales, y por tanto deben compartirse.


China pretende aislar al Foro de ONGs

El 31 de marzo, exactamente cinco meses antes de la fecha de apertura del Foro de ONGs en Beijing, la responsable del Foro, Supatra Masdit, informó que el gobierno de China había determinado mudar el emplazamiento original del Foro de ONGs hacia un suburbio de la capital china. La razón esgrimida se refirió a que las instalaciones elegidas en principio "padecían de problemas de estructura".

Según fuentes no oficiales que visitaron Beijing, la nueva ubicación del Foro se encuentra a unas dos horas del lugar donde se realizará la Conferencia Oficial. El transporte disponible es un ómnibus público, por lo que se dependerá enteramente del ómnibus que el Comité de Organización prometió disponer para las delegaciones. Los locales para reuniones y encuentros están desparramados en diferentes centros deportivos y hoteles, y no existe aún un local previsto para las reuniones plenarias. El Comité de Organización de China planea construir un espacio alternativo cubierto en el campo de juegos de una escuela, con capacidad para 10 mil personas, pero sin servicio de traducción simultánea.

En cuanto a las telecomunicaciones, las líneas disponibles de discado directo internacional son las que se encuentran en los pocos hoteles de la zona. La cobertura de lo que acontezca en el Foro por parte de los medios de comunicación será bastante difícil, pues los periodistas acreditados en la Conferencia oficial deberán encontrar solos el camino hasta el Foro, adentrándose en los suburbios de la capital china.

Ante estos hechos, las ONGs de mujeres de la región latinoamericana y caribeña iniciaron una campaña pública de firmas dirigida a los gobiernos y autoridades de la ONU en procura de evitar la modificación señalada.

Mientras tanto, Supatra Masdit viajó a China para conocer la situación e intentar que el gobierno organizador modificara su postura.

Virginia Vargas: "inaceptable"

En carta dirigida a Masdit, la peruana Virginia Vargas, coordinadora de las ONGs de Mujeres de América Latina y el Caribe, expresó al respecto: "Aunque sé que tú y tu equipo pusieron lo mejor de su esfuerzo, estoy preocupada por los pobres resultados de esa visita".

Con respecto a la postura de China, Vargas señaló: "No podemos dejar que la tosudez o autoritarismo de un gobierno pretenda tan fácilmente desconocer la legitimidad que hemos ganado como ONGs y como movimiento de mujeres. Aceptarlo implica aceptar una falta de respeto tal que desde ya significaría devaluar nuestra apuesta y nuestra presencia en este proceso y frente a la sociedad civil. Por ello la propuesta del gobierno chino es inaceptable".

Y agregó: "Como coordinadora de las ONGs de la región sólo puedo decirte que el nivel de frustración del movimiento es grande, y las presiones que estoy recibiendo para asumir medidas más drásticas es también grande".

Finalmente, Vargas expresó que "por el informe de tu visita a China, deduzco que hay nuevas posibilidades y espacios más adecuados donde organizar el Foro. Por ello, considero que es fundamental que el proceso de negociación con el gobierno chino se mantenga. Nosotras seguiremos dándote todo el apoyo necesario a través de la fuerza de presión del movimiento".

Pero advirtió, no obstante, que "si la situación no se modifica en un plazo prudencial, tendríamos que pensar indudablemente en estrategias más drásticas".

Fuentes: (International Women's Tribune Center y AX. Mulher)




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