No. 46 - Julio 1995
SALUD
China y su enfermo: el sistema de salud
China, ha experimentado un fuerte deterioro en su sistema de atención de la salud, particularmente entre la población rural.
Hubo un tiempo en que en la China socialista, la población rural estaba mejor protegida que hoy contra los estragos de la enfermedad. El sistema de salud cooperativo brindaba a todos los campesinos tratamiento gratuito y medicamentos a muy bajo precio. Pero los tiempos cambian y las políticas económicas globales tienen los brazos largos.
Según el gobierno chino, más del 12% de las poblaciones campesinas carecen de médicos o paramédicos, y del 8 al 9% del total de campesinos viven en la pobreza a causa de las enfermedades.
La creación de un sistema de salud efectivo para los 800 millones de campesinos del país es, entonces, una tarea clave en la lucha por el desarrollo social.
La reforma agraria de principios de los 80 llevó al desmantelamiento de la mayoría de las comunas y del sistema de responsabilidad familiar, según el cual los granjeros producían su cosecha en unidades familiares a propio riesgo. En el curso de estos radicales cambios, el sistema médico cooperativo se desintegró casi de un día para el otro. Desde entonces, los 800 millones de campesinos chinos se han quedado con un seguro de salud casi nulo. Esto ha producido mucho sufrimiento.
Jiankang Bao, el periódico de salud nacional chino, enumeró los cinco problemas sanitarios más importantes surgidos luego de la descolectivización:
1. Actualmente, la mayoría de los centros de salud rurales se han licitado a paramédicos, que a su vez son responsables de sus propias ganancias. Est fenómeno ha causado un marcado aumento de las facturas médicas. Los estudios indican que en algunos condados el gasto médico anual per cápita se ha triplicado en términos reales desde que se abandonó el sistema de salud cooperativo. Como consecuencia, en muchos poblados la enfermedad se ha convertido en la principal causa de la pobreza, afligiendo a dos tercios de las familias pobres. La enfermedad también es responsable del endeudamiento cada vez mayor de las familias.
2. La desintegración del sistema cooperativo ha conducido a una reducción de la red de atención sanitaria, lo que para quienes viven en zonas escasamente pobladas, representa la imposibilidad de acceder a un médico. En muchos lugares, el hospital municipal más cercano queda a cuarenta o cincuenta kilómetros. Bajo estas condiciones, muchas emergencias se convierten en fatalidades y muchos incidentes menores se hacen graves antes de que la gente haga el esfuerzo de acudir a un médico.
3. La falta de inversión en el sistema de salud rural ha producido un marcado declive en la calidad del servicio. Los médicos y paramédicos no están suficientemente capacitados, los edificios están deteriorados y el equipamiento es cada vez más obsoleto.
En muchas poblaciones el nivel técnico y los métodos de tratamiento son equiparables a los de los años sesenta, cuando se introdujo el sistema sanitario por cooperativa. Algunos ejemplos son alarmantes. Se ha informado de muertes de pacientes por mala administración de estreptomicina. En una ocasión 140 niños en edad escolar sufrieron daños a la salud, por causa de un médico que les puso una inyección intravenosa de una vacuna que debía administrarse subcutáneamente.
4. Debido a que la mayoría de los médicos rurales trabajan por contrato, y a que los hospitales municipales deben generar sus propios ingresos, se prioriza la medicina curativa, dejando de lado la prevención, que resulta menos lucrativa. Los administradores de algunos hospitales temen incluso que el éxito de la prevención vaya en desmedro de su base económica. Esto ha llevado a que muchas enfermedades infecciosas que habían sido eliminadas estén reapareciendo.
5. Otra amenaza novedosa es la desenfrenada propagación de falsos médicos y charlatanes. Es alarmante la cantidad de personas sin capacitación ni autorización oficial que abren sus propios "centros de salud", vendiendo medicamentos falsos o de mala calidad. Esto ha sacado a luz muchos casos de chapuza. Por ejemplo, se hace pasar harina de maíz por oxitetraciclina; se diluyen las inyecciones de penicilina con agua. Se han denunciado casos de botellas de infusión usadas que fueron lavadas y rellenadas; como consecuencia 12 pacientes hospitalarios resultaron seriamente infectados. Son comunes las enfermedades graves y las muertes, producto de fraudes médicos.
Para remediar esta situación eficazmente, será necesario que el gobierno fortalezca su rol supervisor y haga respetar la ley; restablezca su responsabilidad económica y cree un sistema de seguro de salud bien organizado. Además es preciso poner en marcha todos los recursos sociales disponibles para acelerar el desarrollo de la profesión médica.
(Fuente: Health for Millions, de la Asociación Voluntaria de Salud de la India)
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