No. 46 - Julio 1995
SALUD MEDICINA TRADICIONAL
Nuestros ancestros
Los viejos curanderos quieren salir de la clandestinidad. Quieren curar sin necesidad de esconderse, difundir sus remedios, practicar los ritos ancestrales...
Los curadores tradicionales de América Latina aún hoy son considerados brujos o charlatanes. Su práctica no ha sido legalizada y sus conocimientos no son tomados en cuenta por los servicios de salud modernos, a pesar de ser una actividad que tiene mucha demanda en los sectores populares.
Con el propósito de reunir viejos y nuevos saberes, hace poco más de un año se creó el proyecto de medicina tradicional "En la mira de nuestras abuelas", que se desarrolla en Calderón, una zona urbano-marginal de Quito, Ecuador.
Este proyecto piloto de salud pluricultural ha sido diseñado de manera participativa por madres de familia, curanderos y médicos. Cuenta con el apoyo técnico del programa Voluntarios de Naciones Unidas, la Fundación Ecuatoriana Sol Mayor, la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud Pública de Ecuador.
El objetivo del proyecto es mejorar la calidad de vida de la población de la zona, mediante el fortalecimiento de las prácticas del autocuidado y el mejoramiento de los servicios de salud tradicionales, modernos (públicos y privados) y alternativos.
Para alcanzar este reto, se ha impulsado la creación de un Comité de Salud con directiva mixta -3 médicos y 3 curanderos-, que se ha comprometido a gestionar el otorgamiento de credenciales para los "yachacs" de la zona, y a realizar una capacitación mutua entre "yachacs", médicos y paramédicos, sobre las diferentes maneras de curar, prevenir, rehabilitar y promocionar las principales enfermedades de la zona. Asimismo, el Comité de Salud ha promovido la creación de un centro experimental de salud, donde podrán atender juntos médicos y curanderos.
Un centro de saberes tradicionales
Calderón es un centro de saberes y prácticas tradicionales que hoy sufre el deterioro de su nivel socioeconómico y ambiental. En la zona existe una población pluricultural compuesta por indígenas quichuas (40%), blancos mestizos (55%) y negros (5%). Además, en una comuna de la zona -San Miguel del Común- y un barrio de Calderón -La Capilla- viven familias de curanderos quichuas. Aunque en Calderón existe suficiente oferta de servicios de salud, la calidad de éstos no satisface plenamente las expectativas de los usuarios, sobre todo porque no responde a las necesidades y cultura propias de la población. Por esta razón, más de la mitad de los pobladores prefiere curarse en sus casas, y para ello recurre a conocimientos populares: recetas caseras, masajes, oraciones y medicinas, no siempre correctamente utilizadas.
Para mejorar las prácticas de salud en Calderón, la Fundación Sol Mayor y Voluntarios de Naciones Unidas -a través de su proyecto de Apoyo a las Iniciativas Locales de América Latina- han impulsado el encuentro de culturas médicas tradicionales y modernas, sus agentes y las madres de familia como usuarias y primeras líderes de salud de la comunidad.
Asimismo, han promovido una visión integral de la salud, que se exprese en el equilibrio espiritual, social, ambiental, mental y físico.
Los caminos del lobo
El proyecto de medicina tradicional "En la mira de nuestras abuelas" se desarrolla como los caminos del lobo: los senderos angostos acortan distancias de un pueblo a otro, del terreno de pastoreo al sembradío, de la huerta al caserío.
Los caminos del lobo son parte de este proceso que busca unir la medicina tradicional y el caminar de los "yachacs", curadores, "jambis" y chamanes, con el de los médicos y paramédicos que aplican la medicina moderna.
Con este propósito, el proyecto de medicina tradicional organizó, en octubre del año pasado, el Primer Encuentro Pluricultural de Medicinas, donde participaron los curanderos y personal de los subcentros de salud del área de Calderón.
En el encuentro, médicos y curadores tradicionales manifestaron su deseo de coordinar actividades y buscar soluciones para superar los problemas que todavía causa la ilegalidad de las prácticas de salud tradicionales, permanentemente negadas por la desvalorización o el miedo a la medicina ancestral.
En el encuentro participaron 16 yachacs y parteras y 14 médicos y paramédicos de la zona.
Manos andinas
"En la mira de nuestras abuelas" es un proyecto financiado en parte por la Organización Panamericana de la Salud, además de la cooperación holandesa y belga. Beneficia de manera general a 94.000 personas de la zona de Calderón.
Actualmente se trabaja en la producción de material educativo y de comunicación, apropiado a las costumbres y tradiciones de la población. Pero las propuestas del proyecto van más allá.
A través del apoyo de Voluntarios de Naciones Unidas, se busca promover intercambios de información y experiencia sobre saberes de la medicina andina, tanto a nivel nacional como regional. El reto es grande, pero está empapado de la magia y sabiduría ancestral. Por eso, los yachacs, jambis y chamanes han comenzado a convocar el espíritu de nuestros antepasados.
(Fuente: Voluntarios de ONU, Quito)
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