No. 46 - Julio 1995
MUJER ASIA Y EL PACÍFICO
No apartarnos del análisis político
El Consejo de Derechos Humanos de la Red de Acción de Mujeres del Asia y del Pacífico (APWAN) enfoca los temas centrales que deberán debatirse en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer.
La globalización de los derechos de la mujer ha hecho que disminuyamos en cierta medida el análisis sobre nuestra subordinación y opresión. Debemos continuar centrando nuestra lucha en el contexto de nuestras realidades. La presión para que elaboremos simples recomendaciones para la acción destinadas a la plataforma del Plan de Acción puede apartarnos del análisis político, fundamental para el desarrollo de la ideología y el avance de nuestros movimientos alternativos.
Los temas políticos
Por esta razón, las integrantes del colectivo de APWAN afirmamos que los temas que hemos identificado como centros de interés en la región se deben tratar como temas políticos. Esta será nuestra contribución al movimiento de mujeres y la contribución de la región del Asia y del Pacífico a Beijing.
1. Debemos apuntar a las causas estructurales de la pobreza y subdesarrollo del Tercer Mundo. El sistema dominante en la economía mundial ha dado origen a monstruos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las instituciones financieras internacionales. Parece ser que debido a la dependencia o las deudas del Tercer Mundo, estas instituciones han tomado la tarea de elaborar políticas económicas e imponerlas a los países del Tercer Mundo, sin rendir cuentas sobre las consecuencias de esa política.
Estas consecuencias agravan las condiciones de pobreza y la desvalidez y la guerra producidas por la desigualdad económica.
2. Se debe detener la violencia contra la mujer, ya sea dentro del ámbito familiar o en la comunidad, perpetrada en forma pública o privada, por grupos o individuos, en el país de origen o en otro lugar. La violación, apaleamiento y todas las formas de violencia continúan atormentando a las mujeres en todo el mundo.
3. La degradación ambiental en nombre del desarrollo ha producido situaciones como el desplazamiento de comunidades de sus territorios, desastres naturales y provocados por la acción del hombre, la bastardización de la cultura y la migración forzada de las zonas rurales a los centros urbanos.
4. Los derechos reproductivos, entendidos como derechos humanos que incluyen el derecho de la mujer a la vida, la salud y el control de sus opciones reproductivas deberían constituir el marco teórico sobre el cual se desarrollen los programas de planificación familiar. La población es un tema del desarrollo y no puede ser considerado simplemente como un mero tema de control de la natalidad. No se deben utilizar las voces de las mujeres para legitimar un control que atenta contra la mujer, contra los pobres y contra la naturaleza.
5. Es necesario exponer y detener los excesos del fundamentalismo religioso, y los conflictos étnicos, culturales y comunales. Estos hechos han tenido como consecuencia la intolerancia, la discriminación, el abuso y el conflicto armado entre comunidades, lo que produjo a su vez un aumento de la violencia contra la mujer.
6. Se debe defender el derecho de los pueblos y las naciones a la autodeterminación, y respetar el derecho a la tierra de los pueblos indígenas. Debemos preservar su derecho a existir como pueblo o como cultura.
7. Los gobiernos deben tomar medidas para impedir el tráfico de mujeres, ya sea para la prostitución o para explotar su trabajo. Continúa aumentando la cantidad de refugiados internos y externos por luchas militares o económicas. Los refugiados y trabajadores inmigrantes deben recibir las máximas garantías de protección, y se debe eliminar la causa de su exilio, que la mayoría de las veces es involuntario.
8. Se debe frenar la tendencia creciente al militarismo y la militarización. Las medidas de seguridad nacional y las estrategias de guerra total, con el pretexto de mantener la estabilidad, han producido violaciones importantes de los derechos humanos.
9. Toda forma de violación y esclavitud sexual por parte de militares contra mujeres durante situaciones de conflicto armado debe ser reconocida como crimen de guerra y crimen de lesa humanidad. Debemos trabajar hacia una resolución pacífica de los conflictos. Las mujeres que sobreviven a esta violación masiva de los derechos humanos deben recibir una compensación y reparación individual por parte de los gobiernos que perpetraron los crímenes.
10. La paz y el desarme deben ser un punto fundamental del orden del día de la Conferencia de Beijing. No puede haber paz sin desarme.
Fuente: NGONET
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