Instituto del Tercer Mundo  
   EDICION | TEMAS
   No. 47 - Agosto 1995
  Tema de tapa
  Ecología
  Mujer
 
   Ediciones
   Anteriores
   Ultima edición
 
   Otras publicaciones




Tema de tapa


No. 47 - Agosto 1995

COMUNICACIONES MUNDIALES

Control del Norte, dependencia del Sur

por Cees J. Hamelink (*)

El acceso diferencial a la gestión de la información no sólo ha puesto a los países del Sur en una situación económica de desventaja. Ha amenazado su propia soberanía al aumentar la dependencia del Norte, que ejerce un control dominante en la administración de la información.

Después de la Segunda Guerra Mundial una nueva tensión internacional comenzó a gestarse entre los países industrializados del Norte y los mayoritariamente rurales países subdesarrollados del Sur. La mayoría de estos últimos, los llamados países del Tercer Mundo, habían sido antes territorios coloniales de los países centrales del Norte. Entre 1945 y fines del decenio de los sesenta surgió una gran cantidad de nuevos estados poscoloniales en Asia y Africa.

En su lucha por convertirse en entidades soberanas, enfrentaron, además de dependencia política y económica, el legado cultural de las ex relaciones coloniales.

La primera generación de líderes nacionalistas poscoloniales apuntó a generar una integración nacional con estructuras estatales. Tales estructuras estaban amenazadas internamente por la existencia de nacionalidades múltiples (que con frecuencia debieron mantenerse unidas en forma totalmente artificial). Desde el exterior, los nuevos estados fueron atribulados por una contundente diplomacia cultural promulgada a través de la política exterior occidental y los grupos comerciales dominantes.

A comienzos del decenio de los cincuenta se inició la primera actuación colectiva de estados poscoloniales.

En aquellos años la cooperación política entre los países de Africa y de Asia, en particular, estaba en juego, como lo demostró la conferencia de Bandung de 1955.

En los años sesenta esta coalición se extendió para abarcar a países latinoamericanos, que incorporaron a la agenda los problemas económicos.

De hecho, desde mediados de los sesenta, el movimiento de países no-alineados ha prestado cada vez más atención a las estrategias para el desarrollo de vínculos económicos entre los países del Sur.

Junto al Movimiento de No Alineados, el llamado Grupo de los 77 nació con la primera conferencia de la UNCTAD en 1964. Ambos grupos se encontraron atrapados en la posición ambivalente del Sur entre reforzar los vínculos horizontales o satisfacer los vínculos restantes con las ex potencias coloniales.

Estaba claro que estos vínculos tenían un importante componente cultural a comienzos de los años 70. En particular desde la cumbre de No Alineados de Argel (1973) se amplió la cooperación Sur-Sur al ámbito del desarrollo cultural.

Menos optimista

La expectativa -sobre todo durante el Primer Decenio del Desarrollo de las Naciones Unidas- de que los avances tecnológicos de los países desarrollados contribuirían decisivamente en la solución de las desigualdades mundiales entre ricos y pobres constituyó un importante componente en los antecedentes históricos que llevaron al debate sobre la información.

En los años sesenta se presumía que la tecnología, que había elevado a los países industrializados avanzados a niveles sin precedentes de riqueza material, podría hacer lo mismo por las naciones pobres.

La transferencia de lo último y lo mejor de los países desarrollados a países en desarrollo, parecía el instrumento más adecuado para el desarrollo. Hacia la década de los setenta el tono del debate sobre desarrollo se hizo notablemente menos optimista. La tecnología había sido transferida, aunque la transferencia fue bajo la forma de productos terminados y con frecuencia en condiciones de desventaja para los receptores.

Pero permanecieron las agudas desigualdades de acceso y de distribución de la tecnología,y los problemas básicos de pobreza estructural y explotación todavía no habían sido resueltos.

En el campo de la tecnología de las comunicaciones los resultados de los procesos de transferencia sí sugerían, para fines de los sesenta, que los beneficiarios primarios (del teléfono, la televisión educativa y las comunicaciones satelitales) habían sido los fabricantes extranjeros, bancos extranjeros y las elites administrativas y militares nacionales.

En la mayoría de los países la introducción de modernas tecnologías de comunicación no resolvió ninguno de los problemas básicos, sino que más bien se había sumado a los obstáculos para el proceso de independencia y desarrollo autónomo.

En la mayor parte de los países en desarrollo la tecnología avanzada no era introducida fundamentalmente para satisfacer necesidades básicas de las personas, sino para respaldar el sistema de expansión de las compañías trasnacionales.

Los requerimientos de este sistema comercial agregaron además otro componente vital al entorno en el cual se originó el debate sobre la información.

Desde comienzos de los años cincuenta había habido un acelerado aumento de industrias y financieras trasnacionales. Estas extendieron sus filiales por todo el mundo y comenzaron a comercializar, publicitar y vender en muchos de los países en desarrollo.

Como parte del creciente sistema de comercio mundial, la rama de conglomerados de información/comunicaciones se convirtió en uno de los sectores de punta. Cada vez más, la afluencia mundial de noticias y espectáculos comenzó a estar controlada por menos compañías, con frecuencia entrelazadas entre sí y con otros capitales industriales y financieros.

A lo largo del decenio de los setenta el debate político mundial sobre temas de información (que tuvo lugar primordialmente en la UNESCO) se desarrolló en el contexto de un diálogo económico entre el Norte y el Sur que se inspiraba en gran medida en la amenaza de una confrontación Norte/Sur por los precios del petróleo. En 1974, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración y el Programa de Acción sobre el Establecimiento de un Nuevo Orden Económico Internacional.

El mismo año se adoptó la Carta de Derechos y Obligaciones Económicas de los Estados. En 1976 la UNCTAD IV -llevada a cabo en Nairobi- aceptó el Programa Integrado para Materias Primas y se creó una nueva institución financiera, el Fondo Común, para respaldar el esfuerzo por estabilizar los mercados mundiales de materias primas.

División del trabajo

Pero, en términos de práctica política, todo esto significó muy poco. De hecho, hacia fines de los años setenta el Norte se retiró de este diálogo en tanto que la amenaza del petróleo había amainado. La UNCTAD V de 1979 realizada en Manila marcó el punto en el cual culminó efectivamente la ronda Norte-Sur de negociaciones sobre la reestructura fundamental de la economía mundial.

Los pocos esfuerzos realizados para retomar el diálogo a comienzos de los años ochenta (como la Cumbre de Cancún, en 1981, o la UNCTAD VI en 1983) no tuvieron éxito.

A este "entorno del mundo real" debe sumarse la dimensión específica de la historia de las Naciones Unidas que se retrotrae a fines de los cuarenta.

Los orígenes de una persistente controversia acerca de la solución de la desigualdad de la información mundial pueden ubicarse en los primeros años de la posguerra, en el momento de gestación de las Naciones Unidas. Esta controversia tiene su arraigo en una temprana "división del trabajo" en el sistema de la ONU que plasmó una distinción entre tareas políticas y técnicas en el manejo de cuestiones de información internacional. Ya a comienzos de la historia del sistema de las Naciones Unidas era una afirmación común entre los estados miembros occidentales que los organismos especializados de la ONU debían ser de carácter técnico y no político.

Los temas políticos se manejaban en la Asamblea General de la ONU, mientras que los otros organismos, entre ellos la UNESCO, se suponía que brindarían asistencia técnica para la instrumentación de principios normativos elaborados por el órgano político.

En el campo de la información esto significó que la Asamblea General de la ONU sería responsable de las noticias y la libertad de información y UNESCO trataría el mejoramiento de las condiciones técnicas para la producción y el intercambio de noticias y el intercambio y promoción de la libre circulación de materiales educativos y culturales. Como consecuencia de esta división del trabajo, la UNESCO empezó a aplicar un programa de asistencia técnica.

En 1957 un informe de la UNESCO sobre la "escasez de información" motivó que la Asamblea General de las Naciones Unidas requiriera, en 1958, al ECOSOC la formulación de un programa para el desarrollo de las comunicaciones y medios de información en los países en desarrollo.

El ECOSOC invitó a los organismos especializados de la ONU a contribuir con este programa y, en 1962, recomendó a la Asamblea General que el programa de la UNESCO estuviera integrado a los esfuerzos del Primer Decenio de Desarrollo de las Naciones Unidas. El programa de asistencia técnica así establecido e instrumentado se extendió a lo largo de todos los años sesenta y convirtió a la UNESCO en un foro de consenso sobre temas de información.

En los años setenta, sin embargo, los países no alineados reconocieron que esta asistencia técnica no alteraba su estatus de dependencia, que "la escasez de información" persistía y que de hecho su soberanía cultural se veía cada vez más amenazada. Por consiguiente, abrieron el debate sobre la necesidad de fijar normas con respecto a los medios de información. El tema clave del orden del día para este debate era la demanda de un nuevo orden informativo internacional.

La brecha informativa entre Norte y Sur -que estaba en el centro de los debates en este reclamo no alineado- se mantuvo a lo largo de la década de los ochenta como el rasgo esencial de las comunicaciones mundiales. La disparidad informativa es todavía la característica actual de la interacción Norte/Sur. En el área de aparatos de comunicación, la mayoría de los procesadores y trasportadores de información del mundo están instalados en unos pocos países.

La tecnología, básica para su fabricación y mejoramiento, es diseñada, desarrollada y controlada por los principales comerciantes en Estados Unidos, Japón y Europa Occidental.

Los aparatos de comunicaciones se encuentran diferencialmente distribuidos por el mundo. Hay diversos ejemplos que pueden ilustrar esta situación.

Disparidad

En conjunto, todos los países en desarrollo poseen solamente el 4% de la computadoras del mundo. El 75% de los 700 millones de aparatos de teléfono que hay en el mundo se encuentran en los nueve países más ricos. Los países pobres poseen menos del 10%, y en las zonas rurales hay menos de un teléfono cada 1.000 personas. Existen más teléfonos solamente en Japón (que tenía en 1988 121 millones de habitantes) que en los 50 países de Africa (con nueve veces más población en el mismo año).

En 1988, unos 30 países pobres no tenían ningún periódico, mientras que en otros treinta había sólo un periódico. En contraste, en Japón circulan 125 periódicos diarios y en Estados Unidos 1.687. El promedio en los países de Europa es 39 periódicos y en Africa es menos de tres por país.

En los Estados Unidos los diarios tienen una circulación de 268 ejemplares cada 1.000 habitantes. El promedio japonés es 562 cada mil habitantes y el europeo es 288, mientras que en Africa es 16,5 por 1.000.

Los países ricos que representan el 30% de la población mundial cuentan con casi el 80% de la circulación de la prensa del mundo, y los países pobres con aproximadamente el 70% de la población mundial cuentan con el 20% de la circulación de periódicos. Los países en desarrollo poseen solamente el 5% de las importaciones de publicaciones del mundo y apenas el 3% de las exportaciones mundiales.

Europa produce un promedio de 12.000 títulos de libros nuevos por año. Los países de Africa, menos de 350.

Europa tiene un promedio de 1.400 bibliotecas públicas por país en las cuales el público tiene libre acceso a la información. Los países de Africa tienen un promedio de 18 bibliotecas por país.

El promedio mundial de aparatos de radio es 330 cada 1.000 habitantes. En los países ricos hay 911 por 1.000 y en los países pobres 142 por 1.000. Por ejemplo, la densidad de aparatos de radio en Estados Unidos es 2.100 por 1.000 y el promedio de los países africanos es 134.

En 34 países periféricos no existen aparatos de televisión. El promedio mundial de propiedad de televisores es 137 por 1.000, la diferencia es 447 por 1.000 para los países ricos y 36 para los países pobres.

Con respecto a software de comunicaciones podemos examinar el volumen y la dirección de los flujos de información y las posibilidades de generar, distribuir o acceder a información al respecto.

La afluencia de información a través del planeta se encuentra en desequilibrio: la mayoría de la información mundial se desplaza entre los países del Norte, menos entre Norte y Sur, y muy poco entre los países del Sur. Menos del 10% del tránsito de información a través de teléfono, télex y fax tiene lugar entre países del Sur. La afluencia entre Norte y Sur tiende a ser unidireccional.

Las estimaciones sugieren que la afluencia de noticias de Norte a Sur es 100 veces superior al flujo en el sentido opuesto. A mediados de los años ochenta, Europa emitía 855 horas anuales hacia Africa, mientras que Africa emitía solamente 70 horas hacia Europa. Las diferencias son evidentes en importaciones de programas de televisión, de manera que los países de Europa Occidental importan un promedio del 33% de sus programas mientras que los países de Africa importan el 55% del total de los programas de televisión.

Desequilibrios ocultos

Al observar las diferentes clases de información, encontramos otros tipos de desequilibrios ocultos.

En general, la afluencia entre Norte y Sur consiste en información "en bruto" y sin procesar, proveniente del Sur, mientras que el Norte brinda información en paquetes confeccionados y, como ocurre con los productos fabricados, el considerable valor agregado del procesamiento se traduce en costos más elevados para el Sur.

En el campo de la información científica y técnica solamente el 3% de la investigación mundial se lleva a cabo en el Sur. Apenas el 1% de las patentes otorgadas en el mundo son de titularidad de ciudadanos de países pobres, mientras que en la mayoría de esos países las patentes tecnológicas pertenecen a un pequeño número de trasnacionales. La mayoría de la información científica y técnica mundial se produce y es propiedad de personas y compañías del Norte.

La Comisión del Sur señalaba en su informe que la característica de los acontecimientos de la pasada década es "...la creciente monopolización del progreso técnico por parte de las trasnacionales del Norte". (Comisión del Sur. 1990: 218). En tanto que el ritmo arrollador de las innovaciones revoluciona a las sociedades, "el principio de la ciencia como legado compartido de la humanidad está siendo sistemáticamente desgastado. El conocimiento se está volviendo cada vez más privatizado, y el Sur está siendo excluido". (Comisión del Sur. 1990: 218, 219).

En seria desventaja

El pleno acceso a la información financiera y comercial es la propiedad privilegiada de unas pocas empresas privadas del Norte. Se necesita poca imaginación para notar que los países pobres se encuentran en seria desventaja en el acceso a la información acerca de las dimensiones complejas y velozmente cambiantes del sistema financiero internacional. Por ejemplo no reciben información oportuna y confiable sobre las tasas de cambio o de interés. No tienen acceso a la información financiera internacional del circuito de agentes de bolsa y a los vastos y costosos sistemas de procesamiento y distribución de esta información. Los flujos de información financiera recorren el planeta como datos computarizados a través de las redes de comunicación de grandes bancos y como noticias económicas a través de agencias de noticias y periódicos. La información financiera es controlada en gran medida por los bancos internacionales que son los propietarios y/u operan los sistemas de computación/comunicaciones internacionales. Estos bancos también gozan de acceso privilegiado a la información financiera vital a través de medios más tradicionales. Esto significa que en las negociaciones comerciales, por ejemplo, el Sur está en considerable desventaja, con frecuencia contando con negociadores menos preparados y menos información útil.

Enormes ventajas

Los recursos informativos son otra área en la que el Norte posee enormes ventajas, principalmente a través de la recolección de datos sobre los recursos naturales mundiales mediante técnicas de detección que utilizan sensores a bordo de satélites en la órbita polar.

Esta tecnología ha sido desarrollada desde comienzos de los setenta y ofrece hoy una vasta cantidad de imágenes de gran utilidad. La detección remota es aplicada actualmente para vigilar cultivos, silvicultura, hidrología, oceanografía y explotación mineral. La comunidad de usuarios de información detectada en forma remota es creciente, pero rara vez en el Sur. La ventaja tecnológica del acceso a los medios para recopilar y procesar esos datos se puede ilustrar con la utilidad de la rápida información acerca de depósitos minerales o enfermedades en los cultivos.

A través de tecnología satelital los comerciantes de café de Nueva York saben más acerca de las inminentes cosechas de café brasileño que los propios productores de café de Brasil. Igualmente, las grandes compañías de pesca internacionales saben más acerca de los cardúmenes de túnidos de la costa occidental de Africa que los pescadores locales, y utilizan esta información para desembarcar las mejores capturas.

Existen asimismo graves desequilibrios internacionales en la forma pública de la información y las noticias. Cuatro agencias mundiales controlan ampliamente la afluencia internacional de noticias escritas: AP, UPI (que quebró en 1992 y fue adquirida por Middle East Broadcasting Co.), AFP y Reuters. Con respecto a la información visual, las fuentes dominantes son Reuters TV (ex Visnews) y WTN, y en menor medida el servicio mundial de la BBC y la CNN.

El promedio de producción diaria de noticias de las agencias internacionales es el siguiente: AP: 17 millones de palabras por día; UPI: 14 millones; Reuters: 1,5 millones y AFP un millón. En comparación, la única agencia mundial con especial interés en los acontecimientos de los países pobres es Inter Press Service, que produce diariamente un promedio de 100.000 palabras.

Las noticias mundiales son casi exclusivamente acontecimientos del Norte. Si se informa algo sobre el Sur es porque existe una vinculación con un conflicto de una superpotencia (Afganistán o Nicaragua), una amenaza a intereses centrales (la guerra Irán-Irak y la invasión iraquí a Kuwait), un drama sensacionalista (inundaciones en Bangladesh, muertes en Sri Lanka o hambre en Etiopía), o alguna dimensión exótica (aborígenes de Australia, prostitutas de Tailandia).

Las rutas de la información Sur-Sur

Sin embargo, las rutas de la información elaborada Sur-Sur existían desde mucho antes del siglo XV, cuando se inició la expansión colonial europea. Este fenómeno tiene sus orígenes en la prehistoria y se extendió con el crecimiento de Egipto, China, India y Mesopotamia. Las rutas de la información vinculaban a Asia, Africa y el Pacífico y las costas del Mediterráneo. Pero hacia la segunda mitad del siglo XVIII se había materializado una economía internacional colonial totalmente consolidada, que replanteó las rutas de la información Sur-Sur a Sur-Norte. La mayor afluencia de información comenzó a seguir el eje del poder colonial.

La resultante escasez del tráfico de información Sur-Sur es una grave obstáculo para las formas horizontales de cooperación entre países en desarrollo. La mayoría de las rutas internacionales todavía reflejan tiempos coloniales y vínculos de los países del Sur solamente a través del Norte. Diversas conferencias internacionales lo han reconocido. La conferencia de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Técnica entre los Países en Desarrollo realizada en 1978 en Buenos Aires, asumió el objetivo de aumentar y la mejorar "las comunicaciones entre los países en desarrollo, conduciendo a una mayor conciencia del conocimiento y la experiencia disponibles así como la creación de nuevos conocimientos en el tratamiento de los problemas del desarrollo".

En forma similar, la Conferencia cumbre sobre Cooperación Económica entre Países en Desarrollo, realizada en Caracas en mayo de 1981, puso el acento en el papel fundamental del intercambio informativo y la capacidad de comunicación, particularmente para la promoción del comercio entre los países en desarrollo.

El acceso diferencial al manejo de la información ha puesto a los países en desarrollo en seria desventaja en la economía política mundial. Su falta de capacidad para recopilar, procesar y aplicar información a sus necesidades específicas compromete su soberanía nacional.

Cada vez más la capacidad de influir en el desarrollo de sus recursos se ha trasladado a entidades extranjeras ubicadas fuera del país. Las actuales diferencias en las comunicaciones mundiales son factores críticos que obstaculizan el desarrollo autónomo del Sur.

Pero, la contribución del Sur con las comunicaciones mundiales ha mejorado en los últimos decenios. Algunos países en desarrollo han crecido como mercados exportadores de aparatos de comunicaciones, pero esto se ha debido principalmente a la inversión extranjera de empresas transancionales. En la medida en que los países en desarrollo han aumentado su capacidad importadora de tecnología de comunicaciones, se han vuelto más dependientes de las fuerzas económicas del Norte.

Fuente: Red del Tercer Mundo (*) Cees Hamelink es Catedrático de Comunicaciones Internacionales de la Universidad de Amsterdam y ex presidente de la International Association for Mass Communication Research. El texto precedente fue extractado de un trabajo del autor titulado "Trends in World Communication"/Tendencias de la Comunicación Mundial.






Revista del Sur - Red del Tercer Mundo - Third World Network 
Secretaría para América Latina:  Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay
Tel: (+598 2) 419 6192 / Fax: (+ 598 2) 411 9222
redtm@item.org.uy - www.redtercermundo.org.uy