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No. 48 - Setiembre 1995

ACUICULTURA

Impactos sociales y ambientales nocivos

por Vandana Shiva

Instituciones internacionales han buscado promover la acuicultura en los países asiáticos alegando que mejoraría el bienestar de los aldeanos, pero el impacto social y ambiental de esta actividad, en realidad, agrava la pobreza de esos habitantes.

Durante el pasado decenio, los organismos internacionales promovieron el desarrollo de la acuicultura intensiva en muchos países de Asia. La cría de camarones ha constituido una parte importante de estos proyectos de desarrollo. La justificación fue por lo general eliminar las deficiencias proteicas de las comunidades rurales aumentando la productividad por encima de la obtenida por los ecosistemas marinos.

Sin embargo, los impactos ecológicos, económicos y sociales de la Revolución Azul indican que esos proyectos de acuicultura de hecho han agravado la pobreza de las familias de pescadores y agricultores.

Además, la industria de la acuicultura existe a costas de las pesquerías marinas y no aumenta la producción pesquera general si se tienen enteramente en cuenta las especies diversas, los productores diversos y los consumidores diversos.

El delta de Thanjavur en India es el granero del sur del país con enormes producciones de arroz. El cultivo de kuruwai genera 6,5 toneladas por hectárea y el samba 4,5 toneladas por hectárea.

No obstante, según los habitantes locales, debido al impacto ambiental de la cría de camarones, el granero se está convirtiendo en cementerio.

Cuando los costos ecológicos y sociales se internalizan, la cría intensiva de langostinos resulta ser una tecnología altamente dispendiosa e ineficiente para la utilización ecológica y equitativa de la tierra, el agua y los recursos ictícolas.

Intrínsecos a la revolución son los juicios de valor que devalúan la productividad de la naturaleza en el mar y la productividad de las comunidades pesqueras dependientes de la ofrenda del mar.

Tácitamente establecen un orden jerárquico que coloca el consumo suntuario de camarones de los consumidores del Norte y el lucro de las compañías por encima de la necesidad de agua potable, alimento y formas de subsistencia de las comunidades pesqueras y agrícolas locales.

Los criaderos de camarones plasman la hipótesis de que se puede prescindir de los ecosistemas costeros y de los pescadores y agricultores que éstos respaldan.

Impacto ambiental de la acuicultura

Destrucción de la tierra y los manglares

El primer impacto de la cría de camarones es la destrucción del terreno y la vegetación de la región costera al derribar y excavar para construir los gigantescos criaderos ictícolas. He visto talar cercos de protección de casuarinas, prosopis y palmeras para construir estaciones de bombeo, acueductos y estanques para peces.

En las Filipinas, Tailandia e Indonesia, la destrucción de manglares constituye una importante consecuencia de la cría de langostinos. Dicha destrucción tiene además otros impactos ambientales, ya que los manglares poseen una función ecológica fundamental en los ecosistemas costeros.

Destrucción de los cercos de protección

La eliminación de la vegetación costera destruye la zona de amortiguación contra los vientos destructivos y la acción del agua, aumentando la vulnerabilidad ante ciclones e inundaciones.

Esta vulnerabilidad será todavía más grave a la luz del cambio climático que aumenta la frecuencia de ciclones e inundaciones.

Una disminución de la capacidad de amortiguación de la zona costera causada por la cría de camarones, con la mayor vulnerabilidad originada por la contaminación atmosférica, crea el potencial de nuevas magnitudes de desastres ambientales.

Salinización del agua subterránea

El bombeo a gran escala de agua de mar y de agua subterránea para los establecimientos de piscicultura constituye el impacto ambiental más grave de la acuicultura.

La extracción masiva de agua dulce de los acuíferos subterráneos para control de la salinidad en los estanques representa una seria amenaza para el control de salinidad de los ecosistemas costeros.

Los acuíferos vaciados quedan expuestos al ingreso de agua salada. La filtración proveniente de los tanques también aumenta la salinidad del agua subterránea.

En la aldea de Kurru en el distrito de Nellore, no había agua potable disponible para los 600 pescadores debido a la salinización del agua potable.

Luego de protestas de las mujeres del lugar, el agua potable es suministrada por camiones cisterna.

La fuente de agua subterránea más rica del país, la región de la costa, ha sido afectada entonces por la escasez de agua.

Cada camarón exportado del país equivale así a la exportación de importantes acuíferos si se internalizan en la producción de camarones los costos de la destrucción del agua subterránea.

Destrucción de la agricultura

Al aumentar la salinidad del agua del terreno, se destruyen los arrozales. Un estudio llevado a cabo por el Departamento de Economía de la Universidad de Chittagong demostró que la región Satkhira de Bangladesh donde se ha introducido el cultivo intensivo de camarones solamente podía producir 36 toneladas de arroz en 1986, comparado con las 40.000 toneladas métricas de arroz producidas en 1976.

En Baan Darse Sangnam en Songkla, Tailandia, un agricultor Im Cheocah podía cosechar solamente 150 bolsas en lugar de las 300 habituales luego de un año de impacto de la acuicultura en la región.

Contaminación marina

Los criaderos de camarones tiran sus efluentes y residuos directamente al mar, a los manglares y a los campos de cultivo circundantes.

Las aguas residuales de los estanques acarrean contaminación en la forma de exceso de cal, detritos orgánicos, plaguicidas, productos químicos y microorganismos de diversas enfermedades. La liberación de esos subproductos afecta a organismos marinos y de estuarios.

Los desperdicios sofocan el crecimiento de organismos acuáticos y deterioran la calidad del agua. La piscicultura costera también ha estado vinculada a la "marea roja", o sea el crecimiento explosivo de algas tóxicas que pueden matar peces y envenenar letalmente a las personas que consumen mariscos contaminados.

Agotamiento de la vida marina

Otro motivo de agotamiento de los camarones marinos es la captura de camarones jóvenes de los manglares y las pesquerías.

Los langostinos ocupan aproximadamente 10 hábitats diferentes a lo largo de su vida. Se reproducen en el mar pero crecen y se refugian en las zonas de manglares durante la etapa de la juventud. Cuando maduran se trasladan de zonas de salinidad media-baja a estuarios y arrecifes para desovar. Langostinos y camarones no se reproducen en cautiverio. Por tanto, la población de los criaderos se forma capturando larvas y ejemplares jóvenes en la costa y en los manglares, y hembras portadoras de huevas en el mar, cada una de las cuales puede poblar uno o dos estanques y por consiguiente venderse a buen precio. Ambas fuentes aumentan la disponibilidad de camarones para la piscicultura intensiva, depredando la población natural del mar. El desove de camarones cautivos se produce en criaderos cortándole cruelmente los ojos a las hembras para que aumenten su actividad sexual.

La captura de ejemplares jóvenes en los manglares y aguas circundantes impide la renovación de los camarones en su estado natural en el mar. La industria de la acuicultura existe entonces a expensas de las pesquerías marinas existentes que han sustentado a las comunidades pesqueras tradicionales por cientos de años.

Impacto social de la acuicultura

Puesto que los ecosistemas costeros donde se está introduciendo la cría de camarones son regiones que respaldan la vida y los medios de subsistencia de millones de pescadores y agricultores, la destrucción del medio ambiente perpetrada por la cría de camarones tiene secuelas sociales inmediatas.

Desplazamiento de la comunidad de pescadores

El cercado de playas para bombas y usinas eléctricas ha expulsado a comunidades pesqueras de sus lugares ancestrales. Las comunidades de pescadores se autodenominan pattapu raja, es decir reyes de la costa. Hoy en día son refugiados del desarrollo de la acuicultura, sin lugar donde estirar y reparar las redes o dejar sus catamaranes (embarcaciones tradicionales de pesca utilizadas por pescadores de pequeña escala) y sin acceso al mar desde sus aldeas.

El agotamiento de los peces marinos debido al impacto ambiental de la piscicultura ha destruido su base de recursos.

Kantamma, de Ramachandra-puram, donde acaban de empezar a funcionar criaderos de camarones de Rank Aqua y Siraga, afirma que la captura de camarones de pescadores que solía ser de 50.000 rupias por catamarán por mes ha descendido en un año a 5.000 rupias.

No sólo se desplaza a los pescadores, sino que la gente del lugar ya no puede consumir pescado. Y que los establecimientos intensivos están orientados a la exportación, no abastecen a los mercados locales. El costo del pescado a nivel local ha aumentado en todo el mundo como consecuencia de la pesca comercial.

Por ejemplo, en Kerala, primer estado pesquero de la India, los precios de los camarones saltaron de 50 dólares a 1.300 dólares la tonelada entre 1961 y 1981. Debido a este fenomenal aumento de precio, el consumo de camarones por persona disminuyó sustancialmente.

Mientras que los programas de ayuda ponen dinero en el desarrollo de la acuicultura para aumentar la producción mundial de alimentos y ayudar a alimentar a quienes padecen hambre, la experiencia de cría de camarones en India demuestra que saca a los pobres lo poco que poseen.

Crisis de agua potable

La destrucción de la limpia agua subterránea se traduce inmediatamente en una mayor carga de trabajo para la mujer.

En una reunión pública realizada en Kurru sobre el impacto de la acuicultura se identificó como el principal problema la escasez de agua en la faja costera, donde abunda el agua.

Luego de muchas protestas, las compañías propietarias de criaderos de camarones fueron obligadas a gastar 500.000 rupias por mes para transportar agua potable a la aldea. El agua es suministrada en camiones cisterna con solamente dos tarros de agua potable para cada casa para beber, asearse y realizar la limpieza.

"Nuestros hombres necesitan 10 baldes de agua para bañarse luego de ir de pesca. ¿Qué podemos hacer con dos tarros?". Las mujeres dicen que están trabajando 4 a 6 horas más para recolectar combustible y agua como consecuencia de la destrucción ambiental provocada por los criaderos de camarones.

Medios de subsistencia y producción alimentaria destruidos

Como los establecimientos de cría de camarones dejan la fértil región costera transformada en yermos salinizados, los medios de subsistencia agrícola y la producción alimentaria quedan destruidos.

En poco tiempo escaseará el arroz en los platos en Andhra y Tamil Nadu.

Las comunidades pesqueras de Ramachandra-puram solían cultivar ragi suficiente para su consumo. Los doruvu, pequeños estanques para el riego del ragi, contienen ahora agua salada y ya no se puede producir ragi. No hay alimento del mar ni de la tierra. No hay formas de subsistencia ni en el mar, ni en la tierra.

El cultivo de arroz en 40 hectáreas de tierra necesita 50 trabajadores, mientras que la cría de camarones en la misma extensión necesita solamente cinco trabajadores. Cada puesto de trabajo en la acuicultura requiere una inversión de 200.000 rupias.

Con la destrucción de los recursos y de los medios de subsistencia de la población, provocada por el desarrollo de la acuicultura, se enfrenta una nueva fuente de conflicto social.

En Andhra Pradesh, los aldeanos de Kurru atacaron establecimientos de acuicultura arrancando las bombas de extracción de agua de mar. Rompieron asimismo los muros de contención de los estanques.

En Tamil Nadu, el movimiento Gram Swaraj se ha dedicado al tema de los criaderos de camarones. "No traigan agua salada a nuestras tierras" y "No nos quiten nuestros medios de subsistencia" son las consignas de los campesinos sin tierra del movimiento.

Las mujeres han estado bloqueando el trabajo de los bulldozers traídos para construir criaderos de camarones.






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