No. 51 - Diciembre 1995
ALEJANDRO ORTIZ
Lucha obrera, desde los barrios
En Estados Unidos, el capital absorbió al sindicato y lo convirtió en su socio, para explotar a los inmigrantes, a las minorías y a los blancos pobres; es necesario un nuevo tipo de organización, el resurgimiento del movimiento obrero debe partir de la comunidad, viendo el trabajo como un problema de sobrevivencia.
Alejandro Ortiz llegó a Estados Unidos en 1981, como miembro del Movimiento Socialista de los Trabajadores de Santo Domingo, con el propósito de aprovechar la actividad en torno a la sede de Naciones Unidas en Nueva York para contactos internacionales que no era posible efectuar en su país.
El MST fue uno de los fundadores del Frente de la Izquierda Unida y del Bloque Socialista, pero el levantamiento popular de 1984 los rebasó y luego fueron desmantelados como grupo. Alejandro decidió permanecer en Estados Unidos con su familia, en calidad de exiliados económicos.
Alejandro es obrero, cuenta con una corta experiencia en el movimiento sindical estadounidense y ahora milita en el movimiento comunal.
- ¿Cuál fue la impresión que te llevaste del sindicalismo estadounidense?
- No hay cómo comparar el sindicalismo latinoamericano con éste. El sindicato que nos pueda parecer más amarillo en América Latina es más radical que cualquier sindicato de Estados Unidos, por más avanzado que sea. La mayoría de la AFL-CIO está alineada con el Partido Demócrata, que no es un partido de los sectores populares, por más que se ponga esa careta.
- ¿Cuáles son hoy las condiciones de vida de los obreros inmigrantes?
- En 1981, el Salario Mínimo era de 3,35 dólares la hora, hoy es de 4,66 dólares, para una inflación del 3% anual en la alimentación y un aumento de los alquileres de más del 130% en ese período. Nueva York era un centro de la confección mundial; hoy más del 60% de las plantas de confección están vacías.
Cada vez más surgen talleres en los que se superexplota a los inmigrantes, por jornales inferiores a un dólar la hora, muy por debajo del Salario Mínimo. Esta es una tendencia nacional en los lugares donde hay inmigrantes indocumentados, que en su mayoría son latinoamericanos, seguidos por los asiáticos.
Hace poco se descubrió en Los Angeles una fábrica con trabajadores inmigrantes orientales sometidos a un régimen de esclavitud. Los obreros eran pagados con bonos y no podían salir del territorio de la empresa. La producción de esta fábrica no iba al mercado informal, sino a las tiendas más grandes y conocidas.
- Pero, ¿esto no es ilegal?
- Las tiendas alegan que son "sub-contratos" y que no tienen responsabilidad sobre las condiciones de trabajo. Esto es posible por la debilidad del movimiento obrero. Menos del 13% de los trabajadores están organizados en sindicatos y de ellos la mayoría, 70 a 80%, pertenecen a los servicios públicos.
O sea que el sindicalismo es prácticamente nulo en el sector privado. Se mantiene en cierta medida en la industria de alta tecnología, como la automovilística, sobre la base de acuerdos para mantener la competividad internacional.
Al plegarse a la política del Partido Demócrata, la burocracia sindical aniquiló al movimiento obrero tal como lo entendemos en América Latina. El capital absorbió al sindicato y lo convirtió en su socio, para explotar a los inmigrantes, a las minorías y a los blancos pobres.
Esto es lo que ha permitido esta realidad de Primer Mundo, por un lado, y Tercer Mundo, por el otro, como son las condiciones de vida del Bronx, comparables a las comunidades más pobres de México, Lima y otras capitales latinoamericanas, por sus problemas de insalubridad, de empleo, de vivienda, etc.
Como en Nueva York, existen condiciones semejantes en Los Angeles, en San Francisco, en Boston o en Chicago, donde la mayoría de los trabajadores son latinoamericanos, negros o inmigrantes asiáticos.
- ¿No se puede cambiar esa política sindical?
- En la medida que el sindicato es absorbido por el capital deja de ser funcional y no permite atender la necesidad del trabajador de romper con la esclavitud del capital, del dinero, del individualismo. Tenemos un nuevo momento, en el que es necesario un nuevo tipo de movimiento contra el capital.
El resurgimiento del movimiento obrero debe partir de la comunidad, viendo el trabajo como un problema de sobrevivencia. En Italia y otros países se llaman consejos obreros; o sea, otro tipo de organización, que permita a los trabajadores, en forma independiente y democrática, enfrentar al capital.
Desde hace unos tres años se viene discutiendo el desarrollo de este movimiento, no contra sino independiente del sindicato, una organización que permita educar a los trabajadores para luchar por sus derechos, inclusive para luchar dentro del sindicato por su derecho a participar en las decisiones.
- ¿Qué desarrollo ha tenido esta experiencia en Estados Unidos?
- La modalidad de centro obreros existe, en forma experimental, en diferentes estados y ciudades. En Texas está el centro de "La Mujer Obrera", inicialmente organizado por la International Garment Workers Union (Unite), pero las mujeres rompieron después con los dirigentes y se organizan por cuenta propia.
En Nueva York, en Manhattan, el "Centro de Trabajadores Latinos" agrupa a los empleados de restaurantes, colmados, bodegas y comercios. Se están dando luchas y huelgas de estos trabajadores que el sindicato nunca quiso organizar.
La publicación disidente "Labor Note" ha dado gran apoyo a este nuevo tipo de trabajo sindical. Es posible que en la próxima década esta sea la modalidad de organización; desde la comunidad, por la vivienda, por la salud, por el salario, que no separa al obrero de sus necesidades como individuo en la sociedad.
EEUU no cumple con las normas laborales de OIT
Estados Unidos, que pretende sancionar comercialmente a otros países por no cumplir normas laborales básicas, declaró que no puede ratificar los convenios de la OIT porque entran en conflicto con las leyes y prácticas nacionales.
Chakravarthi Raghavan
Estados Unidos, que quiere sancionar a los países en desarrollo a través de la Organización Mundial de Comercio por su inobservancia de las Normas Internacionales de Trabajo básicas, manifestó a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que no puede ratificar sus convenios porque entran en conflicto con las leyes y prácticas nacionales.
Entre esos convenios figuran el de abolición del trabajo forzoso, el de libertad sindical, el de negociación colectiva y el de edad mínima para trabajar, a menudo descritos como las normas básicas y fundamentales de la OIT sobre los derechos humanos.
Convenios básicos de OIT
La respuesta de Estados Unidos figura en un documento de la OIT para su organismo de dirección. Dicho documento expone las respuestas de diversos gobiernos que hasta ahora no forman parte de la OIT, sus intenciones acerca de la ratificación de los siete "convenios fundamentales de la OIT", las razones que impiden su ratificación y si aceptarían que los grupos multidisciplinarios de asistencia de la OIT intervinieran para superar los obstáculos.
La encuesta llevada a cabo por la OIT a través de un cuestionario y respuestas, forma parte del intento por promover la observancia de estos convenios fundamentales de la OIT.
Según el documento, Estados Unidos no ha podido ratificar el convenio de la OIT sobre trabajo forzoso, firmado hace ya 65 años, porque las prácticas de subcontratación de mano de obra carcelaria, que existen en ese país, entran en conflicto con el convenio. Tampoco ha podido ratificar los convenios de más de 30 años sobre libertad de sindicalización y protección de los derechos de los trabajadores a organizarse y negociar colectivamente, porque implicaría tener que introducir cambios en sus leyes y reglamentaciones.
La respuesta de Estados Unidos, por lo menos como se la cita en el documento de la OIT, está redactada de tal forma que hay que leer entre líneas para sacar en conclusión que, en los hechos, la ley y la práctica de Estados Unidos es menos estricta de lo que exige el convenio.
Todos los convenios de la OIT, si bien estipulan normas mínimas que deben ser observadas, tienen un fórmula estándar que permite que cualquier país miembro aplique normas más exigentes. Así, cuando existe un conflicto entre un Convenio y las leyes nacionales quiere decir que las leyes nacionales están por debajo de los niveles exigidos por los Convenios de la OIT.
Mano de obra forzosa
En el tema de la mano de obra forzosa y obligatoria y el Convenio de la OIT de 1930, que ha sido ratificado ahora por 138 miembros de la OIT, Estados Unidos dijo que luego de haberlo estudiado (el documento no dice cuándo), se descartó considerar la ratificación porque la práctica de subcontratación en los recintos carcelarios, imperante en el país, entra en conflicto con el Convenio.
Estados Unidos también dijo que no puede ratificar el convenio sobre libertad sindical ni el de negociación colectiva sin tener que introducir algunos cambios en su legislación y reglamentaciones, incluso las que tienen que ver con el derecho de huelga para ciertos empleados.
El gobierno norteamericano expresa asimismo que la ratificación del Convenio sobre igualdad de remuneración de 1950 no estaba siendo considerada, porque la noción de igualdad de remuneración para trabajos de igual valor del convenio no coincide precisamente con la norma jurídica de Estados Unidos de igual pago para trabajos sustancialmente iguales.
En el informe de la OIT no hay respuesta de los países acerca del Convenio contra la discriminación en el empleo, de 1958. Este convenio es tema de evaluación especial por parte del Comité de Expertos de la OIT en su sesión de noviembre y diciembre de este año. La OIT planea presentar la información resultante al Organo de Dirección cuando examine la cuestión de la ratificación de los convenios fundamentales de la OIT.
El convenio de la OIT que estipula la edad mínima para trabajar (13 años), de 1973, hasta ahora ha sido ratificado sólo por 46 países. Estados Unidos citó, como razón para su no ratificación, varias instancias de inconsistencia entre el Convenio y su legislación: en los trabajos livianos, en las tareas agrícolas, en los peligros morales y en el campo artístico. También mencionó problemas ocasionados por la estructura federal de Estados Unidos.
Fuente: SUNS |
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