No. 52/53 - Enero/Febrero 1996
PATENTES EN EL PARLAMENTO BRASILEÑO
Advento de buenas noticias
por
David Hathaway
La aprobación en una comisión del Senado brasileño de un proyecto de ley de patentes que contempla los intereses nacionales y algunas reivindicaciones de la sociedad civil, es una buena noticia dentro del largo proceso parlamentario de discusión de este tema, pero se espera la reacción de la industria farmacéutica y biotecnológica trasnacional, así como la del gobierno de Estados Unidos.
La Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) del Senado brasileño aprobó, por unanimidad, el pasado 7 de diciembre, la enmienda del relator Ney Suassuna (del PMDB de Paraíba) al proyecto de ley de patentes (PLC115/93, sobre Propiedad Industrial). El enfoque de la enmienda es compatible con el acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPs, por su sigla en inglés) de la Ronda Uruguay del GATT, ratificado un año atrás por Brasil, pero en su interpretación preserva varios aspectos de interés nacional.
El nuevo parecer de la CCJ, que deberá ser ratificado por el plenario de la Cámara Alta, limita el registro de patentes de seres vivos al de "microorganismos transgénicos", definidos de tal manera que excluyen de las patentes a células o componentes de plantas y animales. La enmienda no reconoce ninguna retroactividad (la llamada "pipeline") a las solicitudes de patente en curso hoy en el INPI (Instituto Nacional de la Propiedad Industrial) e incluye explícitamente los pedidos en el área de la biotecnología (junto con los alimentos y los productos químicos y farmacéuticos) entre los que serán simplemente archivados con la aprobación de la nueva ley.
De esta manera, Brasil podrá seguir usando libremente las técnicas y productos de esas áreas que estén siendo usados actualmente en el mundo, aunque hayan sido patentados en otros países. Las patentes sobre procesos y productos biotecnológicos, farmacéuticos, etc., se aplicarán solamente a los nuevos pedidos, una vez que la ley entre en vigor.
Si la enmienda de la CCJ se convierte en ley (o sea, si fuera aprobada por el Senado y después por la Cámara de Diputados, y si el presidente de la República no la veta), entrará en vigor recién cinco años después de su publicación y exigirá que la patente sea explotada comercialmente a partir de la producción local en Brasil, permitiendo a la vez la llamada "importación paralela" de productos del exterior, entre otros puntos que fueron reivindicados por centenares de entidades y movimientos sociales integrantes del Foro por la Libertad del Uso del Conocimientos y otras instituciones de carácter nacional como la SBPC (Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia) y la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos de Brasil).
El Foro reconoció la gran importancia de esta votación como iniciativa del Congreso para buscar un espacio dentro de la camisa de fuerza del acuerdo del GATT, pero lamentó al mismo tiempo la aceptación de patentes para microorganismos y productos de la biotecnología en un momento en que Brasil carece aun de una ley o, al menos, de unos política para controlar el uso y la apropiación de sus propios recursos genéticos. En este sentido, el Foro prefería la aprobación de una enmienda del senador Espiridiano Amín, que dejaba las patentes de biotecnologías y de seres vivos en general para ser reguladas en otra ley, a partir del año 2000.
Hasta el líder del gobierno en la Cámara Alta, el senador Elcio Alvares (del PFL de Espíritu Santo), elogió el trabajo y empeño de Suassuna en este proyecto y declaró –secundado por el senador José Inácio (del PSDB del mismo estado-) que votaba a favor por considerar que el parecer del relator respeta las cuestiones de constitucionalidad y juridicidad, inclusive con respecto al GATT. La sorpresa fue que Elcio Alvares, quien fuera el primer relator de este proyecto en el Senado (en 1993, hasta asumir un ministerio), venía trabajando desde meses atrás a favor de otra versión del proyecto (la del senador Francisco Bezerra, aprobada en la Comisión de Asuntos Económicos), mucho más adaptada a las exigencias del gobierno de Estados Unidos.
Se espera ahora una reacción inmediata y contraria a la votación de la CCJ de parte de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas trasnacionales agrupadas en la Interfarma, y de parte del gobierno estadounidense que defiende esos mismos intereses a través de amenazas de represalias contra las exportaciones brasileñas hacia ese país. Por lo tanto, nadie puede creer que la marea haya cambiado definitivamente a favor de una ley aceptada por la sociedad civil, a pesar de que la correlación de fuerzas haya cambiado en forma sustancial.
Mientras tanto, se especula sobre el porqué de la nueva actitud asumida por los líderes parlamentarios del gobierno. No debe ser por los lindos ojos del relator Ney Suassuna, ni porque sus argumentos sean ahora más convincentes, de lo que eran una semana antes, cuando junto con la Interfarma se intentó articular una votación de la CCJ para derribar ese mismo parecer, en el momento en que el relator presidía una reunión de otra comisión. Una hipótesis ventilada por un asesor del Senado fue que el gobierno buscaría responder de esta manera a una medida reciente del gobierno Clinton, que bloqueó las cuentas bancarias en Estados Unidos de los diplomáticos que ejercen funciones en la embajada brasileña en Cuba, como parte de su política paranoica para aislar internacionalmente al gobierno de Fidel Castro. Si fuera por este motivo, es de esperar que tal gesto de dignidad sea asumido en forma consecuente de ahora en adelante, y que "la cuestión de las patentes" no vuelva a ser una simple ficha de transacción para futuras negociaciones dudosas entre las cancillerías de ambos países.
La noticia de la votación en la CCJ del Senado brasileño es, en suma, muy fresca aun como para ser digerida en tan poco tiempo. Pero ella es, sin duda, muy buena. Se espera que en las próximas semanas surja una perspectiva más clara sobre el andamiento futuro del proyecto de patentes.
Foro por la libertad del uso del conocimiento
Un día histórico:
7 de diciembre de 1995
La Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía del Senado Federal aprobó hoy, POR UNANIMIDAD, el parecer del relator Senador Ney Suassuna sobre las enmiendas presentadas en plenario al PLC 115/93. La CCJ asume de esta manera una posición clara y definida, que respeta los anhelos de la sociedad brasileña, defendidos con persistencia por el senador Suassuna.
El Foro considera pérdidas irreparables:
* la institucionalización de la patente monopólica, un instrumento que debe ser eliminado en los propios países industrializados a mucho más breve plazo de lo que imaginan las corporaciones trasnacionales,
* el reconocimiento de patentes de microorganismos, a pesar de que estén vinculados a procesos y productos específicos de la ingeniería genética,
* que el conocimiento sea confundido con "producto" y no sea de libre acceso y usufructo de toda la Humanidad.
El Foro considera una victoria:
* que dentro de la actual correlación de fuerzas, el propio gobierno haya declarado (a través de los senadores Elcio Alvares y José Inácio Ferreira) que el Parecer Suassuna es constitucional, jurídicamente correcto y que respeta al GATT,
* la aprobación de un período de transición de cinco años,
* la eliminación total de la retroactividad ("pipeline"),
* que no se considere invención (si bien debería establecerse claramente como no patentables) "el todo o parte de seres vivos y materiales biológicos, inclusive el genoma y las secuencias genéticas, a pesar de que se encuentren aislados de la Naturaleza, así como los procesos biológicos naturales".
* que los microorganismos transgénicos y procesos biotecnológicos patentados puedan ser utilizados en un único producto industrial,
* que el proceso biotecnológico es "todo y cualquier encadenamiento de acciones, con excepción de los procesos biológicos naturales, que utilice organismos vivos para elaborar o modificar productos, mejorar plantas y animales u obtener, desarrollar y modificar un microorganismo específico". El Foro considera que esta cuestión referida a los microorganismos debería ser discutida en el año 2000, después de la revisión que el propio GATT (OMC) deberá realizar en 1999.
* la limitación y delimitación de los derechos del titular.
* que la obligación de la prueba sea del acusador y que el acusado solo tenga que demostrar que no está utilizando el proceso, si el Juez así lo exige.
* que la explotación comercial sea a partir de la fabricación local, la cual debe iniciarse en un plazo de tres años luego de concedida la patente.
* la ampliación del poder de control del INPI sobre los contratos de transferencia de tecnología,
* el mantenimiento (a pesar de que debían ser ampliados) de los mecanismos de licencia obligatoria.
El Foro acompañará el trámite del Proyecto de Ley en la Comisión de Asuntos Económicos y en el plenario. La movilización de numerosas entidades, en la que se destaca Río Grande del Sur (el Consejo Estadual de Salud y la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa), la declaración del Director General del Instituto Agronómico de Campinas, la carta de Ralph Nader y James Love al secretario de Comercio de Estados Unidos, Sr. Michael Kantor, divulgada por la ALANAC, el artículo de Carlos Correa, traducido por David, los faxes, telegramas y documentos enviados a los senadores, jugaron sin duda un papel importante en los últimos diez días.
La movilización continúa, sea en apoyo total o parcial a la decisión de la CCJ, frente a cada integrante de la comisión o reafirmando esa posición ante los demás miembros del Senado. En especial, el Foro saluda al senador Ney Suassuna por su actitud digna al defender la mayor parte de los requisitos relacionados con la Propiedad Industrial planteados por el Foro. Destacamos además que las enmiendas a favor de Brasil fueron presentadas por los dignos senadores Roberto Requiao, Marina Silva, Ronaldo Cunha, Osmar Días, Junia Marise, Roberto Freire, Espiridiano Amín, José Eduardo Dutra y Eduardo Suplicy, quienes merecen igualmente el respeto y la admiración del Foro por la Libertad del Uso del Conocimiento.
En cada estado, las entidades deben presentarse a los senadores locales, para manifestar la posición de sus miembros, buscando abrir espacios en la prensa (siempre cerrada para nosotros), imprimiendo carteles, divulgando manifiestos enviando cartas. Tenemos la seguridad de que los parlamentarios serios y sensibles tendrán en cuenta los pedidos de sus electores, de su pueblo, porque es para los brasileños que están legislando.
San Pablo, 7 de diciembre de 1995 |
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