No. 54 - Marzo 1996
PROTOCOLO DE BIODIVERSIDAD
Analizarán también el impacto de los TRIPs
por
Chee Yoke Ling
Aparte de un acuerdo para iniciar el trabajo sobre un protocolo, la segunda reunión de las Partes de la Convención sobre Biodiversidad acordó estudiar el impacto sobre los objetivos de la convención del acuerdo del GATT/OMC acerca de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.
Luego de más de dos años de debate sobre la necesidad de un contrato jurídicamente obligatorio para reglamentar los aspectos sanitarios, de seguridad y ecológicos de la biotecnología (especialmente de la ingeniería genética), la segunda reunión de la Conferencia de las Partes decidió establecer un grupo de trabajo negociador abierto a todos los gobiernos "con carácter urgente" a efectos de elaborar un protocolo sobre bioseguridad en el tema de la transferencia, manipulación y uso seguros de organismos genéticamente manipulados (OGM).
El protocolo se concentrará especialmente en el movimiento transfronterizo de esos organismos. Según la decisión, el Grupo deberá proceder a finalizar sus tareas en 1998. La decisión representa una importante victoria para el Sur. El Grupo de los 77 y China han estado instando a la comunidad mundial para que comience a trabajar en ese protocolo desde que se adoptó la Convención sobre Diversidad Biológica. Los países industrializados, primordialmente Estados Unidos y algunos otros actores importantes de la Unión Europea y Japón, han estado obstaculizando las tentativas a través de cuestionamientos a la necesidad de un protocolo.
Más de 150 países participaron en la segunda reunión de la Conferencia de las partes de la Convención sobre Diversidad Biológica de Jakarta entre el 6 y el 17 de noviembre de 1995. De ellos, 131 eran Partes Contratantes. Estados Unidos, pese a que no ha ratificado el convenio, participó como observador y tuvo una postura influyente, y hasta agresiva.
Posibles conflictos entre los TRIP y la Convención sobre Biodiversidad
A partir de declaraciones de India y Noruega, y de una enérgica declaración del Grupo de los 77 y China, la Secretaría había preparado un proyecto de texto para la reunión de Jakarta que exhortaba a un análisis de la relación entre la Convención sobre Diversidad Biológica y el acuerdo TRIP (es decir los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio del GATT), "con miras a asistir a la Conferencia de las Partes en la preparación de una posible colaboración en negociaciones" en el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la OMC, que culminará en una Conferencia Ministerial en Singapur en diciembre de 1996 "la cual considerará si cualquier modificación o interpretación acordada de las disposiciones del sistema de comercio multilateral son necesarias a efectos de adaptarse a requisitos relacionados con medio ambiente y desarrollo". Dos aspectos identificados para su consideración fueron el impacto potencial del acuerdo TRIPs sobre la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, y la congruencia entre los objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica y el Artículo 27(3) del acuerdo TRIPs.
Durante el análisis de la primera semana de la conferencia, el Grupo de los 77 y China, respaldados por Noruega, instaron a la conferencia a afirmar la primacía de la Convención sobre el Acuerdo TRIPs, enfatizando que el Artículo 16(5) de la Convención obliga a las Partes a asegurar que los derechos de propiedad intelectual respalden los objetivos de la Convención y no vayan contra ellos. Estos objetivos son: la conservación de la biodiversidad, el uso sustentable de componentes de la biodiversidad y el intercambio justo y equitativo de los beneficios derivados de ese uso.
El documento de la Secretaría fue criticado por India por presentar una interpretación sesgada, que reducía el análisis de los derechos de propiedad intelectual a su relación con la biotecnología. El delegado dijo que la primera reunión de la Conferencia de las Partes había reconocido que los aspectos de los derechos de propiedad intelectual se relacionaban con todas las tecnologías (no solamente la biotecnología) basadas en el uso de recursos genéticos. Además, beneficiar el intercambio con comunidades locales e indígenas que contribuyen con la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad a través de sus conocimientos tradicionales, y con los países de origen de los recursos genéticos, es un tema recurrente y uno de los objetivos básicos de la Convención sobre Diversidad Biológica.
India insistió en que inclusive en su examen de los derechos de propiedad intelectual y transferencia tecnológica el documento de la Secretaría concluía que la falta de capacidad tecnológica, y no los derechos de propiedad intelectual, era el principal obstáculo de los países en desarrollo. Sin embargo, el fundamento de esa conclusión no era explicitado.
Noruega fue el único país del Norte que estuvo de acuerdo en que los derechos de propiedad intelectual no debían menoscabar los objetivos de la Convención sobre Biodiversidad, y las discusiones debían estar fundadas en la Convención misma, especialmente el artículo 16. "Los aspectos de derechos de propiedad intelectual son discutidos en otros foros, pero tenemos la obligación específica de contribuir con el actual debate en tanto que guarda relación con los objetivos básicos de esta Convención", afirmó la delegación noruega. El delegado enfatizó que la Conferencia de las Partes debía contribuir con las actuales discusiones de la OMC sobre cómo se pueden implementar los sistemas de derechos de propiedad intelectual en armonía con los objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica. Un aspecto debería ser cómo el artículo 8(j) de la Convención sobre Diversidad Biológica acerca de derechos de comunidades indígenas y locales han de ser puestos a operar a la luz de los derechos de propiedad intelectual. Se destacó que la actual revisión del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para Alimentos y Agricultura de la FAO, relacionada con las colecciones de plasma germinal ex situ (realizadas antes de la entrada en vigencia de la Convención sobre Diversidad Biológica) y los derechos de los agricultores, también tiene relación con el tema de los derechos de propiedad intelectual.
El delegado noruego también resaltó la necesidad de aclarar el contenido de sistemas sui generis que han de ser desarrollados según el acuerdo TRIPs, como una alternativa a los sistemas de patentes vigentes. Instó a la Conferencia de las Partes a colaborar con la OMC para asegurar que la implementación de los TRIPs sea enteramente coherente con la Convención sobre Diversidad Biológica y no la menoscabe.
La Unión Europea reafirmó su posición de que la transferencia de tecnología y el acceso a la biotecnología debían ser llevados a cabo de conformidad con la protección de la propiedad intelectual, en particular acuerdos multilaterales y bilaterales firmados o negociados por la Partes Contratantes de la Convención sobre Biodiversidad. Mantuvo que los derechos de propiedad intelectual pueden contribuir sustancialmente con la transferencia de tecnología, y aplaudió un estudio sobre el efecto del acuerdo TRIPs en la Convención sobre Biodiversidad. El Artículo 27(3) (b) fue resaltado porque brinda "posibles exenciones y alternativas a los estados miembros con respecto a patentabilidad". La preocupación primordial de la UE, sin embargo, fue asegurar que el acceso a recursos genéticos quedara garantizado.
Piratería de genes
Un representante de la Red del Tercer Mundo llamó a la Conferencia de las Partes a tomar medidas para detener la piratería de recursos genéticos y conocimientos tradicionales, especialmente del Sur, y a abordar el tema de los derechos de propiedad intelectual como una amenaza para los objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica. La Red del Tercer Mundo criticó el documento de la Secretaría por dar por sentado el hecho de que el valor económico de los recursos genéticos se determina a través del avance de la biotecnología comercial respaldada por fuertes regímenes de derechos de propiedad intelectual.
El documento aseveraba que, para acceder a la biotecnología, los países en desarrollo tendrían que pagar regalías y asegurar que se implementen regímenes de propiedad intelectual, pero el hecho de no poder costear el pago de la tecnología, y carecer de capacidad tecnológica, constituye un importante obstáculo, y que por su bien deberían concentrarse en el desarrollo de capacitación e investigación. De este modo el documento no evaluaba cómo los derechos de propiedad intelectual podrían bloquear la transferencia de tecnología y usurpar la creatividad acumulada de comunidades locales e indígenas. Soslayaba la función de técnicas que no fueran la biotecnología en el logro de los objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica, ignoraba el Artículo 16(2) de la Convención que establece que los países en desarrollo accedan a tecnología en condiciones especiales y preferenciales, reducía el beneficio del intercambio de capacitación biotecnológica y marginaba totalmente la función central de las comunidades en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad.
Estados Unidos reafirmó su posición de que un efectivo régimen de patentes promoverá el crecimiento en todas las áreas tecnológicas, y asistió en pleno a la sesión en la cual se negociaba la decisión sobre derechos de propiedad intelectual. Desde el comienzo, Estados Unidos rechazó la intención declarada por una mayoría de países (el Grupo de los 77 y China, y Noruega) afirmando que no había conocimientos técnicos sobre derechos de propiedad intelectual en la Secretaría de la Convención y que el acuerdo TRIPs no debía ser entresacado. La Unión para la Protección de Nuevas variedades de Plantas y la Convención Internacional de Protección Vegetal, las cuales tienen pocos signatarios e inclusive la mayoría del Norte, fueron citadas como instrumentos adicionales para consideración. El delegado de Argentina, que provenía de Ginebra, afirmó que los negociadores comerciales tenían pocos conocimientos o ninguno sobre biodiversidad y que era importante que la Conferencia de las Partes aportara información al Comité de la OMC sobre Comercio y Desarrollo, y sugirió que podrían consiguientemente realizarse cambios en el acuerdo TRIPs. Cuando Estados Unidos insistió en que un primer paso debía ser que las dos secretarías "se informaran y educaran recíprocamente una a otra" sobre los objetivos de los acuerdos respectivos, Argentina, sorprendentemente, propuso una redacción que no recogía los intereses de muchas delegaciones del Sur, instando a la identificación de "sinergías" entre los dos acuerdos.
Observadores afirmaron que fue una pena que el Grupo de los 77 y China no estuvieran representados en mayor número, lo cual desembocó en la aceptación de una decisión drásticamente atenuada que ni siquiera insta a un estudio, sino tan solo un documento que identifica sinergías y relaciones entre los objetivos de los dos acuerdos. Sin embargo, una cantidad de delegados del Sur dijeron que miembros del Grupo de los 77 todavía podían preparar información para la tercera reunión de la Conferencia de las Partes. El resultado final fue que la Conferencia de las Partes solicitó a la Secretaría de la Convención sobre Diversidad Biológica que establezca una relación de enlace con la Secretaría de la Organización Mundial de Comercio para preparar un documento que "identifique las sinergías y relación entre los objetivos de la Convención sobre Biodiversidad y el acuerdo TRIP". Este documento podría ser la base de consideración para la tercera reunión de la Conferencia de las Partes en la preparación de una posible contribución en las negociaciones que están teniendo lugar en el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la OMC. La tercera reunión de la Conferencia de las Partes se realizará en noviembre de 1996.
Esta decisión vaga y moderada fue el resultado de la falta de preparación del Sur contra el vehemente empuje del Norte, liderado por Estados Unidos, en defensa de los derechos de propiedad intelectual. Esto se vio claramente cuando los grupos de trabajo simultáneos se encontraban en sesión en la conferencia. Debido a las pequeñas delegaciones del Sur (muchas de ellas de un solo representante), en todo momento había tres o cuatro representantes del Sur en comparación con 18 a 20 del Norte.
Estados Unidos solo tenía por lo menos cuatro personas, incluidos abogados de patentes. Como dijo un delegado del Sur: "Para los del Grupo de los 77 era como enfrentar armas nucleares con una lanza". Mientras que Estados Unidos insistía en que la Secretaría de la Convención sobre Biodiversidad carecía de conocimientos técnicos para tratar el tema de derechos de propiedad intelectual, las delegaciones del Reino Unido, Nueva Zelandia, Australia y la Unión Europea seguían insistiendo en que cualquier estudio sobre derechos de propiedad intelectual no puede ser prioritario debido a problemas presupuestales en la ya pesada carga de la Secretaría. La segunda reunión de la Conferencia de las Partes, sin embargo estuvo de acuerdo en que la Secretaría debe emprender un Estudio Preliminar para analizar el impacto de los regímenes de propiedad intelectual (no solamente de los TRIP) sobre la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad y el intercambio equitativo de los beneficios provenientes de su uso a efectos de entender mejor las consecuencias del Artículo 16(5). Este artículo insta a los derechos de propiedad intelectual a respaldar y a no ir contra los objetivos de la Convención sobre Diversidad Biológica. El estudio puede centrarse en las relaciones entre derechos de propiedad intelectual y la preservación y mantenimiento de conocimientos y prácticas tradicionales de comunidades indígenas y locales, y la posible función de los derechos de propiedad intelectual en fomentar un intercambio equitativo de los beneficios provenientes del uso de esos conocimientos y prácticas.
India propuso que las solicitudes de patentes deberían contener la fuente de origen del material genético y el conocimiento tradicional utilizado (el Consentimiento Previo Informado y Condiciones Recíprocamente acordadas debían estar incluidas en esos casos). Pese a que esta propuesta no fue respaldada por la Conferencia de las Partes, India solicitó que su opinión quedara oficialmente registrada.
El estudio incluirá también los estudios de casos que tratan el papel de los derechos de propiedad intelectual en el proceso de transferencia tecnológica, en particular la transferencia de biotecnología. La declaración más fuerte en estos temas durante la Parte Ministerial de la segunda Conferencia de las Partes provino de Papua Nueva Guinea y de las Islas Salomón. En una declaración conjunta, instaron enérgicamente a la tercera reunión de la Conferencia de las Partes a revisar el paradigma de los derechos de propiedad intelectual y el acuerdo GATT/TRIPs, y llamaron al establecimiento de un régimen jurídico de derechos intelectuales comunitarios.
"No" a las patentes del material genético humano
La concesión de patentes de material genético humano recibió atención considerable durante la discusión de los derechos de propiedad intelectual. El documento de la Secretaría sobre acceso a recursos genéticos planteó la posibilidad de tratar con "recursos" genéticos humanos en la Convención sobre Diversidad Biológica. Las Islas Salomón, Papua Nueva Guinea, Malasia, India y Suecia plantearon fuertes objeciones a que se patentara material genético humano. Entre las objeciones, hubo éticas y religiosas, la violación de la santidad y dignidad de la vida humana. La Conferencia sobre Diversidad Biológica creó un marco para establecer la soberanía sobre recursos biológicos, acceso a esos recursos e intercambio de beneficios en el uso de esos recursos. Según estas delegaciones, incluir material genético humano en este régimen equivaldría al colmo de la "cosificación" de la vida.
Cuando Papua Nueva Guinea, las Islas Salomón y Samoa Occidental habían tratado de incluir una fuerte declaración contra las patentes de materiales humanos en la declaración ministerial del Foro del Pacífico Sur, fueron bloqueados por Australia y Nueva Zelandia, que integran ese foro.
En la parte ministerial, Fiji cedió su tiempo para que Papua Nueva Guinea y las Islas Salomón pudieran realizar una declaración aparte. Reiteraron su indignación ante las solicitudes de patentes y las recientes patentes sobre líneas celulares humanas de sus pueblos y solicitaron la asistencia de la Conferencia de las Partes para solicitar, a través de la Secretaría General de la ONU, la opinión de la Corte Internacional de Justicia sobre si los materiales genéticos humanos son patentables y si en efecto es tema de la Convención sobre Biodiversidad. El Parlamento Europeo rechazó las patentes de formas de vida hace unos meses, mientras que la más amplia coalición religiosa de la historia de Estados Unidos, que representa a más de 80 religiones, condenó públicamente las patentes de genes, células y órganos animales y humanos genéticamente manipulados. Sin embargo, la delegación de Estados Unidos en la Segunda Reunión de la Conferencia de las Partes adoptó la posición de que el desarrollo de material nuevo y no obvio de cuerpos humanos "mejora la condición humana". Observadores dijeron que esto no era sorprendente puesto que Estados Unidos es el único país del mundo que permite legalmente patentar material genético humano y enfrenta la presión comercial de compañías estadounidenses que buscan monopolios mundiales.
La decisión final de la segunda reunión de la Conferencia de las Partes reafirmó que los recursos genéticos humanos no están incluidos en el marco de la Convención sobre Diversidad Biológica. Algunas delegaciones, señalaron sin embargo, que se van a tener que tomar medidas puesto que se está patentando material genético humano. Suecia había propuesto que el actual trabajo del Comité de Bioética de la UNESCO podría concentrar a los gobiernos. Otras delegaciones dijeron que esta cuestión también debía ser planteada en la OMC.
El FMAM continúa siendo la estructura financiera provisoria de la Convención
Las presiones de los países de la OCDE para designar al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) como estructura institucional permanente para operar como mecanismo financiero de la Convención sobre Biodiversidad continuaron, con advertencias de que los donantes potenciales necesitaban cierta certeza antes de las negociaciones de reposición de fondos que comenzarán a fines de 1996.
El Grupo de los 77 y China mantuvieron su posición de retener al FMAM de manera temporaria, estableciendo que éste todavía debe demostrar que está operando de conformidad con las pautas de la Conferencia de las Partes. Menos de dos semanas antes de la reunión de Jakarta, el consejo del FMAM había adoptado una nueva estrategia en la financiación de biodiversidad, de acuerdo con las prioridades fijadas por la primera reunión de la Conferencia de las Partes. El Grupo de los 77 y China argumentaron que se necesitaba más tiempo para evaluar efectivamente la actuación del FMAM. Expresaron también insatisfacción con las actividades del FMAM en materia de biodiversidad hasta la fecha. Luego de largos debates, se acordó que el FMAM continuará operando como estructura financiera de la Conferencia sobre Diversidad Biológica con carácter provisorio.
Muchas delegaciones del Sur también estaban disconformes con el papel de la secretaría y los innovadores recursos financieros, que se concentraban en movilización de esfuerzos nacionales y del sector privado. Esto, dijeron, es otra negativa de los países del Norte a brindar más recursos financieros, mientras que ponen cada vez más la carga en el Sur.
Tratando los ecosistemas
Un grupo de trabajo sobre Temas Marinos, Costeros y Terrestres fue creado con presidencia de A K Ahuja, de India, durante la segunda reunión de la Conferencia de las Partes. Las largas negociaciones dieron como resultado la elaboración de un programa de trabajo sobre biodiversidad marina y costera. Se basaron en recomendaciones realizadas por el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico de la Conferencia de las Partes que se había reunido en París unos meses antes.
Las delegaciones de Brasil, India, Turquía y China estaban preocupadas de que el trabajo realizado por la Conferencia de las Partes pudiera perjudicar los largos años de trabajo de la Convención de la ONU sobre Derecho Marítimo. Brasil, en particular, expresó preocupación por la Declaración Ministerial de Jakarta, que hacía referencia a "un nuevo consenso mundial sobre la importancia de la diversidad biológica marina y costera" alcanzado en Jakarta. Resultó preocupante que luego de 10 años de negociaciones de la Convención de la ONU y muchos años de trabajo sobre contaminación marina por actividades terrestres (que culminara recientemente en Washington con la Declaración y el programa de acción), sólo cuatro sesiones de la segunda reunión de la Conferencia de las Partes y una reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico pudiera dar lugar a un nuevo consenso mundial. Luego de largas negociaciones que se extendieron hasta la noche, se acordó que la Secretaría Ejecutiva de la Convención sobre Biodiversidad solicitaría información de todas las partes y, si fuera necesario, de otros países y órganos pertinentes y establecería una lista de expertos basada en la información de los países (la lista se elaborará teniendo en cuenta los conocimientos técnicos, científicos, tecnológicos, sociales, administrativos, económicos, políticos, legales, indígenas y tradicionales). Las reuniones de expertos serán coordinadas para respaldar a la Secretaría en sus tareas en esta área, y en cada reunión participarán no más de 15 expertos, con debida atención a la representación geográfica y a las condiciones especiales de los países menos adelantados y pequeños estados insulares en desarrollo. Indonesia será anfitrión de la primera reunión de Expertos en Diversidad Biológica Marina y Costera.
Con relación a bosques y biodiversidad, se adoptó una declaración para ser trasmitida a la segunda sesión del Grupo Especial Internacional sobre Bosques creado por la Comisión de Desarrollo Sustentable, llamándose al Grupo Especial a reconocer las preocupaciones de biodiversidad en programas, planes y políticas sectoriales, y a considerar el valor económico, ambiental y no consumista de los bosques. La segunda reunión d la Conferencia de las Partes llamó también a la Secretaría Ejecutiva de la Convención sobre Diversidad Biológica a brindar información sobre comunidades indígenas y locales y bosques. También se proporcionó información para la tercera reunión del Grupo Especial.
Apoyo al trabajo de la FAO
La segunda reunión de la Conferencia de las Partes reafirmó su apoyo al trabajo de FAO en la revisión del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para Alimentos y Agricultura, para armonizarlo con la Convención sobre Diversidad Biológica. También se realizaron negociaciones sobre la planificación de la Cuarta Conferencia Técnica Internacional sobre Conservación y Utilización Sustentable de Recursos Fitogenéticos para Alimentos y Agricultura. Una declaración de la segunda reunión afirmaba el derecho soberano de los estados sobre sus recursos naturales y llamaba a la Conferencia a promover la coherencia con la Convención de Diversidad Biológica.
Se votó a Montreal como sede de la Secretaría permanente de la Convención, pese a que estaba después en la lista que Nairobi, Ginebra y Madrid. La tercera reunión de la conferencia de las Partes se realizará en Buenos Aires, Argentina entre el 4 y el 15 de noviembre de 1996.
Chee Yoke Ling, ex profesor universitario de derecho, es representante ambiental de la Red del Tercer Mundo.
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