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Ecología


No. 57 - Junio 1996

La conservación y uso de recursos genéticos

Los intereses contrapuestos de los países en desarrollo y de los países industrializados continúan dificultando la aprobación en el marco de la FAO del Plan Global de Acción para la conservación y uso sustentable de los recursos genéticos vegetales.

A finales de abril los delegados de más de 100 países se reunieron en Roma en la Segunda Sesión Extraordinaria de la Comisión de Recursos Genéticos Vegetales de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). La Sesión consideró un Plan Global de Acción (GPA) para la Conservación y la Utilización Sustentable de los Recursos Genéticos Vegetales para la Alimentación y la Agricultura, plan a ser adoptado en la Cuarta Conferencia Internacional Técnica sobre Recursos Genéticos Vegetales, reuniéndose en Leipzig, Alemania en junio.
Mucho del texto del GPA continúa entre corchetes, marcado como todavía en controversia en lugar de recomendado para su adopción. Los principales puntos de controversia en el Plan Global de Acción incluyen los requisitos para nueva financiación de la implementación y reconocimiento de los métodos de conservación tradicionales practicados por los agricultores del mundo, aparejados al apoyo recomendado para el desarrollo de recursos genéticos vegetales a nivel de finca. Los países en desarrollo presionaron por garantías de compromiso de los recursos financieros para llevar a cabo el GPA, mientras que los países industrializados querían retrasar la discusión del financiamiento y la implementación.

Colombia habló a nombre del grupo latinoamericano y caribeño para insistir en el reconocimiento de la soberanía de los estados sobre sus recursos genéticos, la importancia de los derechos de los agricultores y la necesidad de los países en desarrollo de compartir equitativamente los beneficios del empleo por parte de los países industrializados de sus recursos biológicos. Estados Unidos enfatizó la importancia del acceso irrestricto a los Recursos Genéticos Vegetales y dijo que los derechos de los agricultores no deberían de incluir derechos de propiedad intelectual.

Las diferencias en el GPA se negociarán en la reunión de Leipzig en junio. La Comisión de la FAO mantendrá una Tercera Sesión Extraordinaria en diciembre para continuar trabajando en el texto de los esfuerzos internacionales sin compromiso sobre los Recursos Genéticos Vegetales. Una reunión de la Convención sobre Diversidad Biológica en Argentina en noviembre expondrá también los problemas de protección de los Recursos Genéticos Vegetales.

La papa de los Andes

Un ejemplo de la contribución de los países en desarrollo a los recursos genéticos es el Centro Internacional de Perú para la Papa, el cual mantiene un banco genético de 3.800 variedades de papa de los Andes y 1.500 muestras de aproximadamente 100 especies silvestres. El Centro ha proporcionado a los agricultores más de 100 variedades mejoradas de papa. La papa, ahora uno de los cuatro alimentos más consumidos en el mundo, ha sufrido ingeniería genética en Europa y Estados Unidos para producir una "super papa" con piel delgada y tamaño uniforme. Estas papas pueden, sin embargo, ser más vulnerables a las enfermedades.

Mientras que los países en desarrollo presionan por una porción de los beneficios derivados de los recursos genéticos, los países industrializados reclaman derechos para la protección de la propiedad intelectual mediante patentes y derechos de autor. Las compañías farmacéuticas estadounidenses aseguran que están perdiendo 540 millones de dólares anuales en cuotas no pagadas por parte de productores extranjeros de drogas. Más de la mitad de los 3 mil millones de dólares anuales de la industria farmacéutica argentina está compuesta por fábricas que copian y venden las fórmulas extranjeras. Mientras que la Representante de Comercio de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, ha presionado por sanciones en contra de Argentina debido a su piratería de los derechos de propiedad intelectual y de patente, los especialistas en Latinoamérica del Departamento de Estado y otros funcionarios de la administración Clinton han instado con éxito a que no se apliquen sanciones comerciales a Argentina.

Argentina, bajo fuerte presión por parte del gobierno de Estados Unidos, aprobó en marzo una ley de patentes que exigirá a las compañías farmacéuticas empezar a pagar derechos de autor por patentes extranjeras en cinco años. Brasil está considerando un proyecto de ley aun más riguroso, el cual protegería drogas, productos químicos y microorganismos y proporcionará también protección a los productos en proceso de desarrollo. A pesar de los llamados del ministro de Economía para que la ley entre en efecto inmediatamente, el Congreso argentino insistió en un período de espera de cinco años para proteger a las industrias nacionales. La Organización Mundial de Comercio (OMC) concede a los países en desarrollo hasta el año 2005 para implementar la protección completa a la propiedad intelectual.

(Fuente: El Monitor del Comercio Interamericano)






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