Instituto del Tercer Mundo  
   EDICION | TEMAS
   No. 57 - Junio 1996
  Tema de tapa
  Campesinos
  Ley Helms-Burton
  Derechos
  Energía Nuclear
  Ecología
  Comunicación
 
   Ediciones
   Anteriores
   Ultima edición
 
   Otras publicaciones




Ley Helms-Burton


No. 57 - Junio 1996

Dirigentes cubanos endurecen la línea

por Orlando Pérez

En respuesta a la sanción de la ley Helms-Burton por el Congreso y el gobierno de Estados Unidos, la máxima dirección del Partido Comunista cubano acaba de adoptar una estrategia de reafirmación de la opción socialista, que prevé una dura confrontación en los planos, económico, social, ideológico y político.

El Partido Comunista de Cuba (PCC) delineó su estrategia después de la aprobación de la Ley Helms-Burton. En lo económico, se propone una empresa eficiente, pero fundamentalmente estatal, sin perjuicio de la inversión extranjera. En el aspecto social plantea no dejar a ningún sector fuera del control del Estado y combatir radicalmente a los "nuevos ricos" surgidos tras las reformas económicas. En materia ideológica, una batalla frontal a todo tipo de "desviación revolucionaria", y en el aspecto puramente político la reafirmación del socialismo sin espacio para grupos independientes y, mucho menos, opositores.

Al término del V pleno del Comité Central del PCC, reunido el 23 de marzo, las conclusiones fueron categóricas. En particular se puso énfasis en "mantener la pureza revolucionaria", excluir "a la minoría de los ricos que sirvan al enemigo, a los traidores anexionistas, al lumpen", y "en medio de los cambios y de los viejos y nuevos problemas a los que nos enfrentamos, preservar el papel dirigente del Partido".

Contra los nuevos ricos

El informe del PCC, hecho público el 27 de marzo, reiteró su rechazo a la política norteamericana de asedio y bloqueo, pero al mismo tiempo fustigó los efectos negativos de las reformas económicas que han dado lugar a la aparición de sectores "privilegiados" (los llamados "nuevos ricos").

De acuerdo con el PCC, la introducción de segmentos privados en la economía cubana, "tiende al individualismo y no es fuente de conciencia socialista". El incremento de los trabajadores particulares -200 mil oficialmente- puede "estimular viejas formas delictivas y fomentar nuevas, propiciar enriquecimientos abusivos, en nuestra situación de escasez, sentar bases para el agrupamiento, la asociación y la actuación de formas organizadas ajenas al Estado, o constituir caldo de cultivo para la labor subversiva del enemigo, entre otros".

La "dolarización de la economía" de Cuba y la presencia de firmas extranjeras, según el PCC, "puede debilitar en una parte de nuestros trabajadores el sentimiento nacionalista y anticapitalista", además de introducir el soborno y la corrupción que "son consustanciales a los negocios en el capitalismo".

Asimismo cuestionó a los investigadores del Centro de Estudios de América (CEA) y del Centro de Estudios de Europa (CEE) que "con ciudadanía cubana y hasta con carné del Partido divulgan sus posiciones con la complacencia de nuestros enemigos".

Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, fue el encargado de exponer las conclusiones. En relación a la ley Helms dijo que "pretende fomentar un clima propicio para la acción militar 'humanitaria' bajo la bandera de la ONU si fuera posible o como una decisión unilateral de Estados Unidos". Y acotó que "este año y los sucesivos serán tensos. El enemigo ya no espera que la lógica del desarrollo interno lo favorezca. Es de prever que puedan ensayar actos aventureros de sabotajes y acciones agresivas de sus agentes".

El PCC apuntó que la Ley Helms-Burton va a producir daños en la economía cubana y "aunque sea impracticable en su letra, puede tener influencia en determinados momentos o empresas". Indicó que el temor que origina su aplicación "frena la inversión, puede paralizar financiamientos y detener el suministro de productos". Sin mencionar nombres, reconoció que algunas empresas ya decidieron cortar suministros y en "casos aislados" algunos bancos paralizaron financiamiento a la isla.

Sin embargo, un conjunto de firmas aseguraron que continuarán con sus planes en Cuba y para ello se mantienen reuniones periódicas con los principales inversionistas.

Hegemonía del Estado

El primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto de Cuba creció 7%. Se mantiene el pronóstico de que, incluso con la Ley Helms-Burton, la economía de la isla crecerá en 5% en 1996. La zafra azucarera y el turismo -las dos principales ramas de la economía cubana- se mantienen de acuerdo a lo previsto: la producción de azúcar sería de 4,5 millones de toneladas. El turismo mantendrá su ritmo de crecimiento del 20%.

Según el PCC, la inversión extranjera "es importante, pero no es el factor principal de nuestra economía": aporta el 3% de los ingresos del país y ocupa el 5% de los trabajadores de la esfera productiva. Por ello, "debemos tener bien claro que el peso de nuestra economía es y seguirá siendo estatal. El esfuerzo y los resultados de estos años son fruto de esa economía del Estado y la recuperación del país depende, principalmente, de ese esfuerzo".

Lo cierto es que para la mayoría de los cubanos, su situación económica es difícil y la cotidiana angustia es cómo satisfacer la alimentación básica. La solución a muchas dificultades ha sido la apertura al trabajo particular al que han acudido familias completas para incrementar sus ingresos económicos. Las perspectivas de un bienestar medio prácticamente son inalcanzables en el corto plazo y las diferencias sociales se verifican en un reducidísimo número de "adinerados" que hace gala de sus lujos en medio de una escasez abrumadora. En tal sentido, el informe del PCC no varió en mucho la percepción económica general de los ciudadanos de la isla.

La pureza revolucionaria

Para sorpresa de muchos, Raúl Castro dedicó una buena parte de su informe a criticar abiertamente a "quienes le hacen el juego al imperialismo" desde el interior de la isla. Categórico afirmó que el PCC "no está con los brazos cruzados" y que "tomará las medidas que resulten necesarias" para mantener "un principio cardinal: la pureza revolucionaria".

Calificada como el inicio de una "batalla ideológica", la estrategia política del PCC para este nuevo período de la Revolución cubana reafirma su propósito de mantener el unipartidismo, reivindica el socialismo como única vía y deja fuera de todo tipo de reforma o debate político a grupos opositores y a intelectuales, artistas e investigadores de "orientación anexionista". Señaló los límites: "El debate ideológico entre revolucionarios en los marcos institucionales".

Resaltó además el delicado tema de las organizaciones no gubernamentales en Cuba. "Para nosotros, la sociedad civil no es la que refieren en Estados Unidos, sino la nuestra, la sociedad civil socialista cubana, que componen nuestras potentes organizaciones de masas", así como "otras que actúan dentro de la legalidad y no pretenden socavar el sistema libremente escogido" y que "junto al Estado revolucionario persiguen el objetivo común de construir el socialismo".

Disfrazados de ONGs

"Los que quieran disfrazar de ONGs a las organizaciones subversivas y contrarrevolucionarias creadas, sobornadas o impulsadas por el imperialismo para destruir la revolución y la independencia de Cuba, no tendrán ninguna oportunidad de éxito en nuestro país", apuntó. La prensa cubana no quedó fuera de la crítica, al señalar que la "lección" se extienda a ella "para que en nuestros medios de difusión no aparezcan artífices o portavoces de ideas y conceptos ajenos a los que preconiza y defiende la revolución".

En otra parte subrayó: "En los ámbitos universitarios, del cine, de la radio, la TV y de la cultura en general están presentes dos tipos de conducta: la vinculada a la fidelidad de nuestro pueblo revolucionario, y la minúscula, de orientación anexionista, muy ajena a la conducta patriótica que caracteriza a la mayoría de nuestros intelectuales".

Acusó a algunas ONGs desarrolladas en Cuba en los últimos años, de ser "los caballos de Troya" que "fomentan la división y la subversión bajo el manto teórico de ser integrantes de la sociedad civil".

Para graficar puso ejemplos: el Centro de Estudios de América (CEA), una institución anteriormente adscrita al Comité Central del PCC que en los últimos años alcanzó independencia y autonomía. Sus investigadores han publicado artículos y libros que rebaten y cuestionan algunas de las medidas económicas aplicadas por el gobierno. Asisten regularmente a universidades norteamericanas y se les ve en recepciones diplomáticas. El director del CEA, Luis Suárez, ex secretario de la Asociación Latinoamericana de Sociología y reconocido académico e investigador, renunció a fines de marzo y en su lugar fue designado Darío Machado, considerado uno de los cuadros del PCC de línea ortodoxa.

En esos organismos, sostiene el informe, "se mezclan ingenuidad con pedantería, abandono de principios clasistas con la tentación de viajar y editar artículos y libros al gusto de quienes pueden financiarlos". Así, señaló, "diversos compañeros cayeron en la tela de araña urdida por los cubanólogos extranjeros, en verdad servidores de Estados Unidos en su política por fomentar el quintacolumnismo".

Variante de "glasnost"

Incluso, fustigó a "una variante de la glasnost que últimamente ha tenido sutiles expresiones en Cuba". Y recordó que ésta minó a la URSS y otros países socialistas por "entregar los medios masivos de información a los enemigos del socialismo". De nuevo se refirió a publicaciones culturales "que sin recato subastan no pocas de sus páginas" para obtener financiamiento y que "junto con materiales políticamente correctos, aparecen otros que apenas se diferencian de los hechos por académicos norteamericanos enemigos de la Revolución".

Al referirse a los grupos disidentes destacó: "En verdad los pequeños elementos que intentan aparecer como una oposición interna, que jamás subestimaremos porque aspiran a ser un virus, no constituyen un aliado con el que el enemigo pueda contar: el pueblo no sólo los repudia, sino los desconoce".

Denunció además la existencia de funcionarios del gobierno y el PCC que se corrompen y/o que actúan por la libre o, incluso, "por su cuenta y riesgo establecen contacto con los servicios de espionaje extranjero". Sobre esto advirtió: "El Partido Comunista no está con los brazos cruzados. Tomará todas las medidas necesarias ante las situaciones y desafíos presentes y por venir en todos los campos, particularmente en el ideológico".

Así, al clausurar el V Pleno del PCC, el presidente Fidel Castro subrayó: "Este es el comienzo de una batalla ideológica fuerte no sólo en el seno de la militancia del Partido y de sus cuadros, sino de todo el pueblo... es muy importante para preparar al pueblo y evitar que tengan el menor pretexto para crear un conflicto que conduciría a una intervención militar yanqui, que es lo que algunos quisieran provocar".

(Fuente: ALAI)






Revista del Sur - Red del Tercer Mundo - Third World Network 
Secretaría para América Latina:  Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay
Tel: (+598 2) 419 6192 / Fax: (+ 598 2) 411 9222
redtm@item.org.uy - www.redtercermundo.org.uy