No. 57 - Junio 1996
"Vacas locas": el costo de la cría intensiva
por
Vandana Shiva
La sustentabilidad y benignidad del modelo de "cría intensiva" de animales está actualmente en tela de juicio con el estallido y la propagación en Gran Bretaña de la Encefalopatía Espongiforme Bovina, popularmente conocida como la "enfermedad de la vaca loca".
Al tiempo que la economía ganadera de la India -que es culturalmente sofisticada y ecológicamente benigna- es erradicada a efectos de sustituirla por mataderos gigantes y cría intensiva, la sustentabilidad y benignidad de la cría intensiva de ganado está siendo puesta en tela de juicio debido a la propagación de la "enfermedad de la vaca loca" (Encefalopatía Espongiforme Bovina - EEB) en el Reino Unido, que ha pasado a primera plana.
Mientras que la "enfermedad de la vaca loca" está firmando la sentencia de muerte de la economía ganadera no sustentable, las políticas comerciales están enviando las "vacas sagradas" de la India al matadero a efectos de poder "alcanzar" las cifras de exportación y consumo de carne de países "adelantados" como el Reino Unido. ¿No constituye esta globalización de sistemas de producción insustentables y riesgosos el síntoma de una locura más profunda que la que sufren las vacas en el Reino Unido?
Recientemente se realizaron nuevos descubrimientos científicos que vinculan las alteraciones cerebrales degenerativas de diez niños con el consumo de carne infectada con la "enfermedad de la vaca loca". Ahora el temor es que la infección se pueda propagar a 100.000 personas. Diez mil escuelas dejaron de servir carne en sus comidas. Más de 160.000 animales bovinos ya han sido víctimas de EEB. Muchos países de Europa, y de lugares tan alejados como Nueva Zelanda y Singapur interrumpieron la importación de carne del Reino Unido. Se habla inclusive de matar a la totalidad de los 12 millones de animales del Reino Unido, lo cual costaría al tesoro la cantidad de 15.000 millones de libras. Estos son costos que deberían ser internalizados en el costo de producción de carne "barata" a través de la industrialización de la actividad agropecuaria.
¿Qué es la "enfermedad de la vaca loca"?
Lo más serio que se ha publicado sobre está nueva enfermedad es el reciente libro titulado Mad Cow Disease: The History of BSE in Britain (Enfermedad de la Vaca Loca: la historia de la EEB en Gran Bretaña) del profesor Richard Lacey, microbiólogo de la Universidad de Leeds. Geoffrey Cannon, de National Food Alliance, dice en la presentación del libro que Lacey cuenta la historia completa del comienzo de un "fenómeno apocalíptico: una enfermedad letal que ya ha devastado a todo el ganado nacional, que podría trasladarse de animales a seres humanos y que podría con el tiempo terminar siendo el contagio más insidioso y letal desde la Peste Negra".
La infección de EEB por lo general perfora el cerebro y el sistema nervioso y no se hace ver como enfermedad hasta que el ganado infectado llega a la edad adulta. Una vez que se hace evidente causa una rápida caída en la demencia y la muerte. La disección de vacunos afectados muestra un cerebro desintegrado y lleno de agujeros de donde deriva "espongiforme" en EEB, nombre científico de la "enfermedad de la vaca loca". Los vacunos afectados se ven nerviosos, temblorosos y se tambalean. De ahí el nombre "vaca loca". La enfermedad de la encefalopatía espongiforme fue descubierta primero en ovinos con el nombre e "scrapie". En seres humanos se llama Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) por el nombre de dos médicos alemanes.
El primer caso confirmado de EEB fue detectado en noviembre de 1986. En 1988, el Ministerio de Agricultura declaró que había habido siete casos en 1986. En 1993 se dice que hubo 60 casos. Lacey llamó a esto "masajear" las cifras. Hacia 1988 más de 2.000 casos de EEB habían sido confirmados. En 1989 habían sido 7.136. Pero en 1990 la cantidad fue de 14.180. En 1991, aumentó a 25.025 y para agosto de 1994 había llegado a 137.000, más de seis veces la cantidad prevista por el gobierno "como peor ecuación".
Herbívoros en caníbales, para salvar costos de la industria de la carne
La epidemia ha sido vinculada al hecho de alimentar ganado con restos de animales infectados. En las palabras del profesor Lacey: "Esto quiere decir alimentar herbívoros con productos animales, lo que lleva al canibalismo, pero la mayoría de los productores agropecuarios no eran conscientes de que estaban alimentado a sus animales con restos de la misma especie". El libro da detalles deprimentes de cómo en las "plantas de conversión" se transforman animales muertos en ración para animales. En 1988, había 41 plantas de conversión en Gran Bretaña, y los detalles de su actividad figuran en el Southwood Report. Hacia 1987, se procesaban anualmente 1,3 millones de toneladas de materia prima en estas plantas. Esto comprendía 15,9% de grasa, 30,5% de huesos, 33,4% de achuras (órganos no musculares), 8,9% de animales muertos y 11,5% de cualquier otra cosa, incluidas plumas. La mayor proporción de este material (44,8%) provenía de vacunos. Los cerdos constituían 20,9%, las aves 19% y los ovinos 15,3%. Con ello se producían 350.000 toneladas de alimento de carnes y huesos y 230.000 toneladas de sebo.
Se alimentaba entonces con animales ovinos infectados de scrapie a vacunos que contrajeron EEB y restos de vacas infectadas eran suministrados como ración para ganado. Lacey afirma que los agentes infecciosos no pueden ser eliminados con los métodos de "esterilización" usados en la ración para ganado.
Realimentar a la misma especie animal con su propio material fue identificado posteriormente por el Ministerio de Agricultura como la causa del aumento de la incidencia de EEB. Sin embargo, la cadena alimenticia no es el único medio a través del cual se transfiere la enfermedad de una especie a otra. Hay una posibilidad de que la enfermedad sea trasmitida por otras vías. En un intento por proteger el volumen de intercambio comercial de carne de 12.000 millones de libras, organismos científicos oficiales del Reino Unido han declarado reiteradamente que la enfermedad no pasa de una especie a otra. El profesor Lacey establece que la muerte de dos productores lecheros que padecieron ECJ, equivalente humano de la EEB, tenía relación con que sus tropillas estaban infectadas con EEB.
En 1994, el doctor Dealler y Lacey escribieron: "las personas que estén en contacto directo con animales vivos infectados de EEB pueden constituir los primeros grupos en que se presente la ECJ. El motivo es que el contacto con el agente por parte de un productor ganadero podría suceder antes del posible contacto a través de la ingestión de carne contaminada.
El mayor riesgo de contraer ECJ de EEB para los productores ganaderos sería en localidades donde prevalece mucho la EEB. Se ha informado de dos casos de este tipo de ECJ en productores agropecuarios en el último año. Ambos pertenecían a regiones muy infectadas. Un caso sucedió en las cercanías de Manchester y el otro cerca de Somerset.
La cantidad de personal estrechamente asociado a tropas con EEB en 1992 fue de aproximadamente 40.000. Pero la incidencia anual de esta enfermedad entre personal cercanamente asociado no puede calcularse a razón de uno en 20.000 debido al prolongado período de incubación. Por ejemplo, si estas enfermedades hubieran sido contraídas, digamos, en 1983, podría haber habido solamente 20 animales con EEB y la incidencia fue entonces tan elevada como de un 10%.
En mayo de 1993, una joven llamada Vicky Rimmer tuvo por primera vez los síntomas. Vicky había comido cantidades considerables de carne procesada en hamburguesas y salchichas o chorizos. Lacey expresa que "una fuente de alimentos aporta la única explicación plausible para esta enfermedad". La infección de 10 niños que ha causado el alerta reciente valida las advertencias del profesor Lacey.
La ciencia en una normativa dictada comercialmente
El gobierno del Reino Unido evidentemente ha engañado al público y ha tenido participación en contribuir a la propagación de la enfermedad en seres humanos al afirmar que el ganado era el último animal receptor del mal. La EEB es una infección que se transfiere de una especie a otra y se está multiplicando.
Durante 1992 se acumularon pruebas de transferencia de Encefalopatías Espongiformes en cada vez más animales. Los animales habían contraído la infección espontáneamente de los alimentos, ya fuera de carne o de ración elaborada con carne y huesos.
Como lo demuestra la historia de la "enfermedad de la vaca loca", gobiernos y científicos vinculados al comercio y las compañías mentirán cada vez más al público a efectos de proteger el lucro de la empresa. En una economía en la cual el comercio no está sujeto a imperativos éticos, ni ecológicos, ni sanitarios, la "ciencia" que está al servicio del comercio engañará cada vez más a los ciudadanos. Cuando los intereses comerciales por sí solos influyen en la alimentación y la agricultura tienen que sacrificar el bienestar humano y animal y la verdad.
Ese es el motivo por el cual personas como el profesor Lacey, que perteneció a la Comisión de Productos Veterinarios del Reino Unido, renunció y desde entonces decidió decir la verdad acerca de esta epidemia emergente. Aun cuando nuevas enfermedades amenazan la vida y la salud de los animales de cría y los consumidores, los organismos científicos oficiales continúan repitiendo el mantra de que "no existen pruebas científicas sólidas". Si ellos "masajean" los hechos más allá de un límite, perderán toda pertinencia y credibilidad y los ciudadanos juzgarán las cosas por sí mismos a través de fuentes de análisis no manipuladas y de pruebas que se encuentren en libros como Mad Cow Disease..., escritos por científicos valerosos e independientes como el Lacey y grupos de interés público comprometidos con la sustentabilidad de la agricultura y la seguridad alimentaria. Mientras tanto los consumidores están tomando sus propias decisiones, votando contra la riesgosa cría intensiva de ganado, descartando la carne.
La globalización de la agricultura a través del GATT/OMC ha significado que habrá más confidencialidad y control de la ciencia a través de grupos de especialistas que deciden temas de seguridad alimentaria en el Codex Alimentarus, único cuerpo identificado por el GATT para dar información "científica" legítima. La "enfermedad de la vaca loca" demuestra por qué no se puede dejar la seguridad alimentaria librada a las burocracias científicas dictadas por la industria y el comercio: los debates sobre seguridad alimentaria tienen que volver a donde pertenecen, a las sociedades y organizaciones locales. Las decisiones sobre seguridad alimentaria tienen que ser descentralizadas y democratizadas. Como no se puede contener la producción centralizada de riesgos sanitarios mediante un monitoreo descentralizado de estos riesgos, la relocalización de los sistemas alimentarios se está convirtiendo en un imperativo por razones de ecología, salud y democracia.
Retroceso de la "McDonaldización" del mundo
Colocar el comercio por encima de la salud y la ecología ha creado sistemas alimentarios que producen enfermedades en lugar de proporcionar salud y nutrición. La globalización de los sistemas alimentarios es un imperativo para los intereses comerciales que quieren libertad de responsabilidad y reglamentación para asegurar que los alimentos son producidos y procesados de manera que minimicen los costos de protección ambiental y sanitaria. Esto ha generado una "McDonaldización" de los alimentos mundiales, que desembocó en la destrucción de los sistemas alimentarios sustentables. Creó una cultura uniforme de la hamburguesa y la epidemia de la "enfermedad de la vaca loca" nos dice algo acerca de los costos que se nos han ocultado en esta cultura y en esta economía de la alimentación.
La "enfermedad de la vaca loca" es un legado de una política agrícola y alimentaria dictada por el comercio que es indiferente al bienestar de animales y seres humanos.
La epidemia ha llevado a lo que se ha denominado la "fundición" de la industria cárnica del Reino Unido. Demuestra que una obsesión por el comercio que excluya el interés por la salud y la ecología finalmente convierte al comercio en no sustentable. La industria de la carne de 12 mil millones de libras del Reino Unido podrá borrarse por haberse vuelto indiferente a la salud de humanos y animales y centrarse solamente en el comercio.
Necesitamos aprender la lección de lo que está ocurriendo en el Reino Unido antes de que borremos a nuestras crías resistentes a enfermedades y la base ecológica de nuestra agricultura por la cultura de la hamburguesa, que amenaza tanto a vacunos como a humanos con nuevas enfermedades. La hamburguesa ha sido identificada como la fuente más peligrosa de epidemias futuras en un artículo sobre epidemias emergentes en el New Scientist. La opción es bastante clara. Es una opción entre economías alimentarias que proporcionen salud y sean sustentables y localizadas, o economías de alimentación no sustentables, generadoras de enfermedad y globalizadas. Las vacas sagradas simbolizan la primera opción de una economía de vida no violenta. Las vacas locas son síntomas de la segunda opción de una economía violenta de la muerte.
Vandana Shiva es científica y activista feminista y ecologista de la India. Es también asesora de la Red del Tercer Mundo (RTM) y colaboradora de "Third World Resurgence".
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