No. 137/138 - Marzo/Abril 2003
El índice de pobreza del agua
por
José da Cruz
Se ha establecido recientemente un nuevo índice para comparar grados de desarrollo entre países, el Índice de Pobreza de Agua (WPI), que mide varios aspectos de la relación entre agua y sociedad, no sólo la cantidad disponible del recurso.
En efecto, a la disponibilidad de agua se suman cuatro indicadores más: posibilidades de acceso a la misma, capacidad para manejar aspectos sociales (cómo lograr y manejar recursos para agua, educación y salud), uso del recurso e impacto ambiental presente en el país. Así se compararon 147 países por un grupo de expertos e investigadores, y los resultados fueron publicados por el departamento de Economía de la Universidad de Keele, en Gran Bretaña. Están disponibles en: www.keele.ac.uk/depts/ec/kerp.
En cada indicador se graduaron las características de cada país en una escala de uno a 20, y la suma de las mismas corresponde a un máximo posible de cien puntos, que indicaría el país que está en la mejor situación con respecto al agua. Las 10 naciones más "ricas en agua" del mundo, según el WPI, son: Finlandia (78 puntos), Canadá, Islandia, Noruega, Guyana, Surinam, Austria, Irlanda, Suecia y Suiza. Las 10 más "pobres en agua", partiendo desde el último lugar, son: Haití (35 puntos), Níger, Etiopía, Eritrea, Malawi, Djibuti, Chad, Benín, Ruanda y Burundi.
Una ventaja del WPI es que se utilizaron datos de fuentes ya existentes, como el Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo que lo hace fácil de mantener al día. Según los datos publicados, hay una fuerte correlación entre "pobreza de agua" y "pobreza de ingresos", así como también sucede con las necesidades insatisfechas, la integridad ambiental y la salud. Estas correlaciones serán uno de los temas principales en el próximo Tercer Foro Mundial del Agua que tendrá lugar en marzo en Kyoto, Japón.
El WPI quiere expresar una medida interdisciplinaria que relacione el bienestar a nivel de los hogares con el acceso al agua, y que indique el grado en el que la escasez de agua causa un impacto en la población. Además de comparaciones entre países, podría utilizarse para comparar regiones, tomando en cuenta factores sociales y económicos asociados a la escasez de agua. Por ejemplo, un país puede ser "pobre de agua" por no contar con tal recurso, pero también porque su población no puede pagar las tarifas requeridas para acceder al servicio. La riqueza de agua no se trata solamente de tener agua pura para consumo directo, sino también para usos agrícolas y otros.
Lo importante no es la cantidad de agua que posea un país, sino el uso que hace de este recurso y la efectividad para manejarlo. Los conceptos que subyacen en la base de este índice deben por esa razón armonizar la disponibilidad, el acceso al agua, la capacidad para asegurar el acceso, el uso del recurso, los factores ambientales que afectan la calidad del agua y las condiciones ecológicas que dependen del agua. La medida de sustentabilidad ecológica se obtiene uniendo registros de calidad de agua, estrategias y regulaciones ambientales, y el número de especies amenazadas. Finlandia, Canadá, el Reino Unido, Noruega y Austria son los cinco países con índices más altos, y Estados Unidos es el sexto.
La diferencia entre disponibilidad y uso surge claramente de la comparación entre República Dominicana y Haití. Las dos naciones comparten la isla La Hispaniola y disponen de recursos de agua comparables, pero mientras Haití está en el último lugar de la lista, República Dominicana se ubica en mucho mejor posición. Esto en parte se explica porque la población dominicana tiene mejor acceso al agua, mientras que Haití debe desarrollar infraestructura, pero también por los índices de capacidad de República Dominicana que muestran una población mejor educada, relativamente más rica y con mejor salud; también son mejores los índices de uso de agua y de estado ambiental.
Si miramos el panorama latinoamericano que refleja el WPI, aparte de Guyana, el país de puntaje más alto es Chile, en el lugar 11. Enseguida se coloca Ecuador en el 13, y luego hallamos a Perú en el 19, a Costa Rica en el 23, a Uruguay en el 26, a Colombia en el 27 y a Panamá en el 28. Los países más grandes tienen puntajes mucho menores: Argentina quedó en el lugar 44, México en el 64 y Brasil en el 69. Recién después, en el lugar 71, aparece Estados Unidos. Esto se explica en parte porque la eficiencia en el uso de agua en este país es muy baja, y ocurre derroche.
Guyana y Surinam quedan en quinto y sexto lugar en todos los indicadores. Pese a ser países en desarrollo, tienen población pequeña y abundantes reservas de agua, buen acceso a agua corriente y saneamiento y relativamente buena situación de educación y salud.
Según los datos recogidos para el WPI, el número de personas sin acceso a agua potable, que se considera son 1.200 millones, podría ser, en realidad, algo así como el doble. Un 20 por ciento de la población mundial en 30 países ya sufrían de escasez de agua en el año 2000, pero podrían ser 30 por ciento en 50 países para el año 2025. Así, de no tomarse medidas, 2.300 millones de personas estarían afectadas. La demanda de agua en el mundo crece tres veces más rápido que la población.
una escala de uno a 20, y la suma de las mismas
corresponde a un máximo posible de cien puntos, que indicaría el país que está
en la mejor situación con respecto al agua. Las 10 naciones más "ricas en
agua" del mundo, según el WPI, son: Finlandia (78 puntos), Canadá,
Islandia, Noruega, Guyana, Surinam, Austria, Irlanda, Suecia y Suiza. Las 10 más
"pobres en agua", partiendo desde el último lugar, son: Haití (35
puntos), Níger, Etiopía, Eritrea, Malawi, Djibuti, Chad, Benín, Ruanda y
Burundi.
Una ventaja del WPI es que se utilizaron datos de
fuentes ya existentes, como el Índice de Desarrollo Humano, elaborado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo que lo hace fácil
de mantener al día. Según los datos publicados, hay una fuerte correlación
entre "pobreza de agua" y "pobreza de ingresos", así como
también sucede con las necesidades insatisfechas, la integridad ambiental y la
salud. Estas correlaciones serán uno de los temas principales en el próximo
Tercer Foro Mundial del Agua que tendrá lugar en marzo en Kyoto, Japón.
El WPI quiere expresar una medida
interdisciplinaria que relacione el bienestar a nivel de los hogares con el
acceso al agua, y que indique el grado en el que la escasez de agua causa un
impacto en la población. Además de comparaciones entre países, podría
utilizarse para comparar regiones, tomando en cuenta factores sociales y económicos
asociados a la escasez de agua. Por ejemplo, un país puede ser "pobre de
agua" por no contar con tal recurso, pero también porque su población no
puede pagar las tarifas requeridas para acceder al servicio. La riqueza de agua
no se trata solamente de tener agua pura para consumo directo, sino también
para usos agrícolas y otros.
Lo importante no es la cantidad de agua que posea
un país, sino el uso que hace de este recurso y la efectividad para manejarlo.
Los conceptos que subyacen en la base de este índice deben por esa razón
armonizar la disponibilidad, el acceso al agua, la capacidad para asegurar el
acceso, el uso del recurso, los factores ambientales que afectan la calidad del
agua y las condiciones ecológicas que dependen del agua. La medida de
sustentabilidad ecológica se obtiene uniendo registros de calidad de agua,
estrategias y regulaciones ambientales, y el número de especies amenazadas.
Finlandia, Canadá, el Reino Unido, Noruega y Austria son los cinco países con
índices más altos, y Estados Unidos es el sexto.
La diferencia entre disponibilidad y uso surge
claramente de la comparación entre República Dominicana y Haití. Las dos
naciones comparten la isla La Hispaniola y disponen de recursos de agua
comparables, pero mientras Haití está en el último lugar de la lista, República
Dominicana se ubica en mucho mejor posición. Esto en parte se explica porque la
población dominicana tiene mejor acceso al agua, mientras que Haití debe
desarrollar infraestructura, pero también por los índices de capacidad de República
Dominicana que muestran una población mejor educada, relativamente más rica y
con mejor salud; también son mejores los índices de uso de agua y de estado
ambiental.
Si miramos el panorama latinoamericano que
refleja el WPI, aparte de Guyana, el país de puntaje más alto es Chile, en el
lugar 11. Enseguida se coloca Ecuador en el 13, y luego hallamos a Perú en el
19, a Costa Rica en el 23, a Uruguay en el 26, a Colombia en el 27 y a Panamá
en el 28. Los países más grandes tienen puntajes mucho menores: Argentina quedó
en el lugar 44, México en el 64 y Brasil en el 69. Recién después, en el
lugar 71, aparece Estados Unidos. Esto se explica en parte porque la eficiencia
en el uso de agua en este país es muy baja, y ocurre derroche.
Guyana y Surinam quedan en quinto y sexto
lugar en todos los indicadores. Pese a ser países en desarrollo, tienen población
pequeña y abundantes reservas de agua, buen acceso a agua corriente y
saneamiento y relativamente buena situación de educación y salud.
Según los datos recogidos para el WPI, el número
de personas sin acceso a agua potable, que se considera son 1.200 millones, podría
ser, en realidad, algo así como el doble. Un 20 por ciento de la población
mundial en 30 países ya sufrían de escasez de agua en el año 2000, pero podrían
ser 30 por ciento en 50 países para el año 2025. Así, de no tomarse medidas,
2.300 millones de personas estarían afectadas. La demanda de agua en el mundo
crece tres veces más rápido que la población.
Valores del índice WPI y de los subíndices
para los países de América del Sur y Central
País
|
Recurso agua
|
Acceso al agua
|
Capacidad de manejo
|
Uso del agua
|
Indicadores ambientales
|
Índice WPI
|
Argentina
|
12.4
|
9.7
|
15.3
|
12.8
|
12.6
|
62.8
|
Belice
|
14.9
|
9.5
|
15.9
|
8.3
|
10.4
|
59.0
|
Bolivia
|
13.6
|
8.3
|
11.6
|
15.4
|
10.5
|
59.4
|
Brasil
|
13.5
|
10.1
|
12.5
|
11.6
|
11.1
|
58.8
|
Chile
|
13.1
|
16.2
|
13.8
|
14.9
|
12.5
|
70.5
|
Colombia
|
12.6
|
12.9
|
12.9
|
15.8
|
11.0
|
65.3
|
Costa Rica
|
12.5
|
13.7
|
15.2
|
14.2
|
10.2
|
65.7
|
Rep. Dominicana
|
7.3
|
10.7
|
15.4
|
18.0
|
11.3
|
62.7
|
Ecuador
|
12.6
|
10.1
|
15.4
|
20.0
|
11.9
|
70.0
|
El Salvador
|
7.6
|
11.4
|
12.6
|
12.9
|
8.7
|
53.3
|
Guatemala
|
10.9
|
11.1
|
13.8
|
7.1
|
10.4
|
53.3
|
Guyana
|
18.1
|
13.7
|
14.0
|
16.7
|
10.4
|
72.8
|
Haití
|
6.1
|
4.8
|
10.5
|
4.3
|
7.0
|
32.7
|
Honduras
|
11.4
|
10.3
|
14.2
|
11.4
|
8.6
|
55.9
|
México
|
8.1
|
12.1
|
14.1
|
15.5
|
9.5
|
59.2
|
Nicaragua
|
13.4
|
6.7
|
11.6
|
17.7
|
10.5
|
59.8
|
Panamá
|
14.3
|
12.1
|
13.6
|
14.4
|
10.8
|
65.2
|
Paraguay
|
13.5
|
6.9
|
13.2
|
13.6
|
9.1
|
56.3
|
Perú
|
15.0
|
12.1
|
13.9
|
16.1
|
9.5
|
66.5
|
Surinam
|
19.4
|
17.9
|
16.2
|
14.8
|
10.4
|
78.6
|
Uruguay
|
12.8
|
13.4
|
15.6
|
13.7
|
9.9
|
65.5
|
Venezuela
|
14.0
|
9.5
|
14.9
|
13.2
|
10.9
|
62.5
|
Nota: el puntaje de cada subíndice alcanza un máximo
de 20.
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José da Cruz es geógrafo, investigador en el
Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES).
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