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Salud


No. 59 - Agosto 1996

CIGARRILLO

Mueren más fumadores en los países del Sur

por Martin Khor

Las compañías tabacaleras han dirigido sus objetivos de venta a los mercados de los países en desarrollo, donde hay un alarmante aumento de muertes vinculadas al consumo de cigarrillo.

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece cifras y estimaciones inquietantes que revelan que las muertes vinculadas al consumo de cigarrillo aumentarían en los países en desarrollo de la cif ra de un millón al año, a comienzos de los 90, a dos millones el año 2000 y a siete millones dentro de veinte o treinta años.

Los países asiáticos son los más afectados. En particular China -cuyo índice de consumo de cigarrillo ha sido el que más aumentó- y Corea del Sur,que tiene el más elevado del mundo.

Según el informe "La epidemia del tabaco: un caso de emergencia de la salud pública mundial, los productos derivados del tabaco están causando más de tres millones de muertes al año en todo el mundo. De no revertirse esta tendencia, para el 2020 la cifra aumentará a 10 millones de muertes al año, 70 por ciento de las cuales serían en los países en desarrollo.

Existe ahora una cifra estimada de 1.100 millones de fumadores en el mundo, aproximadamente un tercio de la población mundial mayor de 15 años. En los países en desarrollo hay 800 millones de fumadores, frente a 300 millones en los países ricos. De la cifra global de fumadores, 900 millones son hombres y 200 millones mujeres. En forma global, aproximadamente el 47 por ciento de los hombres son fumadores y el 12 por ciento de las mujeres. En otras palabras, uno de cada dos hombres es fumador, a pesar de toda la publicidad sobre los peligros del cigarrillo.

Corea del Sur encabeza la lista, con tasas de consumo de cigarrillo de 68 de ciento para hombres adultos y siete por ciento para mujeres, en tanto Bahamas es el lugar más libre de tabaco: sólo 19 por ciento de hombres y tres por ciento de mujeres fuman.

La preponderancia del cigarrillo entre los varones adultos a comienzos de los 90 fue de 48 por ciento en los países en desarrollo en su conjunto, 61 en China, 40 en India, 54 en otros países asiáticos, 41 en Medio Oriente, 25 en el África Subsahariana y 40 por ciento en América Latina y el Caribe. En los países desarrollados en total, el índice fue del 42 por ciento.

Lo más preocupante es que si bien la tasa general de consumo de tabaco parece haberse estabilizado en la década anterior, hay menos personas fumadoras en los países más ricos pero se está fumando más en el mundo en desarrollo. En otras palabras, la amenaza del cigarrillo está trasladándose del Norte al Sur.

Consumo cae en el Norte y aumenta en el Sur

Según la OMS, "el consumo ha disminuido en los países desarrollados desde 1980-82, pero esta disminución ha sido contrarrestada por un aumento comparable -de 1,4 por ciento anual- en los países menos desarrollados. Como resultado, el consumo global de cigarrillos permaneció estable en unos 1.650 cigarrillos anuales por adulto desde 1980-82 a 1990-92.

En los países ricos, el consumo promedio anual de un adulto aumentó de 2.860 cigarrillos en 1970-72 a 2.980 en 1980-82, para caer luego a 1.590 en 1990-92. En el mismo período, el promedio creció en los países en desarrollo de 860 a 1.220 y a 1.410. El aumento ha sido más marcado en China, donde el promedio anual de consumo fue de 1.900 cigarrillos en 1990-92, comparado con sólo 730 en 1970-72, un aumento del 260 por ciento en 20 años. En India, el promedio de consumo aumentó de 1.010 cigarrillos en 1970-72 a 1.310 en 1980-82 y a 1.370 en 1990-92, y en el resto de Asia de 780 cigarrillos en 1970-72 a 1.130 en 1980-82 y a 1.190 en 1990-92.

Las últimas conclusiones

El informe de la OMS también ofrece las últimas conclusiones en materia de los efectos del tabaco sobre la salud.

Aproximadamente tres millones de personas mueren al año por enfermedades vinculadas al cigarrillo. En los países desarrollados, la cifra es de 1,4 millones de hombres y 476.000 mujeres. El cigarrillo es responsable del 36 por ciento de todas las muertes de hombres entre 35 y 69 años. La situación va en camino de ser aún más explosiva en los países en desarrollo. A comienzos de los 90, el tabaco causaba alrededor de un millón de muertes de adultos por año. Para el año 2000 es probable que esa cifra se eleve a dos millones, aumentando drásticamente en el próximo siglo.

"Las enfermedades causadas por el cigarrillo aumentarán sustancialmente en los países en desarrollo debido al gran aumento del consumo de cigarrillo en las últimas décadas", señala el informe. "A menos que exista una cifra importante de fumadores que dejen el vicio en los próximos años, para cuando los fumadores jóvenes de hoy lleguen a la madurez y la vejez (para los 2020 y principios de los 2030) el cigarrillo estará causando unos 10 millones de muertes al año en todo el mundo, siete millones de las cuales ocurrirán en los países en desarrollo".

La OMS llama a esto una "catástrofe en ciernes sobre la salud pública".

También es bien sabido que el cigarrillo es la causa principal de los casos de cáncer. En 1995 representaba el 17por ciento de todas las muertes y el 30 por ciento de todos los casos de cáncer en los países desarrollados. En 1990, el 13 por ciento de las muertes por cáncer en los países en desarrollo fueron provocadas por el cigarrillo.

Un gran obstáculo para revertir la tendencia en alza en los países en desarrollo es la agresiva promoción de ventas de las compañías tabacaleras en esos países, para lo que cuentan con la ayuda de los gobiernos del Norte, que por un lado adoptan medidas estrictas para detener el consumo de cigarrillo en sus países pero por el otro alientan a sus compañías a vender más en el Sur.

Hace algunos años, el gobierno de Estados Unidos presionó a varios países asiáticos -entre ellos Tailandia, Taiwan y Corea del Sur- con la amenaza de imponer sanciones económicas en el marco de su conocido Superartículo 301 de la Ley de Comercio. Pretendía la apertura de mercados a los cigarrillos importados con el argumento de que las restricciones iban en contra del libre comercio. Lamentablemente, el informe de la OMS apenas trata este aspecto del problema. Pero otros estudios han denunciado el uso del principio de libre comercio por los gobiernos del Norte para imponer el consumo de tabaco. Un artículo de una revista llamó a esto las "nuevas Guerras del Opio".

El informe de la OMS termina apoyando muchas medidas de control del consumo de cigarrillo. Desde 1970 a 1995, la Asamblea Mundial de la Salud, el foro más importante en el que participan los ministros de Salud de todo el mundo, adoptó 14 resoluciones para limitar el consumo de cigarrillos.

Una resolución de 1986 titulada "Tabaco o Muerte", que todavía está siendo usada, exhortaba a los gobiernos a adoptar una estrategia amplia de control del cigarrillo con los siguientes elementos:

* Medidas para proteger a los no fumadores de la exposición al humo del tabaco en espacios públicos, restaurantes, medios de transporte y lugares de trabajo y de entretenimiento.

* Medidas para promover que no se fume para evitar la adición en niños y jóvenes.

* Medidas para eliminar incentivos socioeconómicos, de conducta y de otro tipo que promuevan el consumo de cigarrillo.

* Advertencias visibles en las cajas de cigarrillos.

* Programas de educación, incluso sobre cómo dejar de fumar.

* Seguimiento de las tendencias en el consumo de cigarrillo y sus efectos sobre la salud.

* Promoción de alternativas económicas a la producción y el comercio de tabaco así como a la fijación de impuestos sobre el mismo.

* Establecimiento de un centro nacional para coordinar las actividades descritas.

La OMS dice que estos objetivos siguen vigentes y su informe ofrece medidas concretas para llevarlos a la práctica. Los datos y cifras sobre el consumo de cigarrillo y sus efectos están cada vez más claros y resultan cada vez más amenazantes, por lo que llamar a la epidemia del tabaco una "emergencia de salud pública" ciertamente no es una exageración.

Ya es tiempo de que cada país elimine rápidamente las condiciones que mantienen y promueven el consumo de cigarrillo como un hábito "de moda". En la medida que la sociedad sea menos adicta al tabaco y más saludable, los beneficios económicos que trae no fumar compensarán sobradamente los beneficios de la industria del tabaco.

Martin Khor es Director de la Red del Tercer Mundo.






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