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No. 60 - Setiembre 1996

COMERCIO Y MEDIO AMBIENTE

Preocupación medioambiental del Norte encubre "proteccionismo ecológico"

La ecofeminista india Vandana Shiva dijo en la conferencia "OMC: la perspectiva del Sur" celebrada en Kuala Lumpur, que el Norte se autoproclamaba defensor del medio ambiente, pero en los hechos desmanteló los ámbitos donde deben resolverse estos temas, en especial las convenciones sobre Biodiversidad y sobre Cambio Climático.

El interés de vincular el comercio con el medio ambiente en la OMC no es ingenuo, aseguró Vandana Shiva, directora de la Fundación de Investigación para Políticas de Ciencia, Tecnología y Recursos Naturales de India. Se busca una justificación para la aplicación de medidas comerciales unilaterales y, además, apaciguar las demandas de los ambientalistas así como desviar su atención y acciones del ámbito nacional, culpando a los países más pobres por provocar problemas ambientales mundiales.
La tarea real es lograr un sistema de conducción apropiado para proteger el medio ambiente. Para esto hay tres requisitos: un lugar o plataforma adecuada, instrumentos apropiados y unidades económicas adecuadas a las que aplicar las políticas y medidas.

El enfoque del Norte para el medio ambiente es inadecuado en los tres puntos, dijo Shiva.

En cuanto a la plataforma, en primer lugar se corre el peligro de que las propuestas del Norte para enmendar el Artículo 20 del GATT y así extender las exclusiones a las normas del GATT al medio ambiente y a acuerdos ambientales multilaterales, más que proteger el medio ambiente faciliten un "proteccionismo ecológico".

En lugar de adoptar internamente medidas ambientales más efectivas, el Norte pretende depositar la carga en el Sur mediante nuevas medidas comerciales con las que espera contar logrando incluir las nuevas exenciones del Art.XX del sistema del GATT.

El mismo país que proponía una enmienda al Artículo XX para permitir exclusiones de las medidas comerciales contenidas en los acuerdos ambientales multilaterales, Nueva Zelanda, en la última Conferencia de Leipzig sobre Recursos Fitogenéticos alegó que no podían formularse compromisos específicos en favor del medio ambiente porque estaban en contra de las normas de la OMC.

Tendencias negativas

Sobre el tema de los instrumentos, Shiva expresó que hubo una tendencia del Norte a disminuir y desmantelar el uso de la evaluación del impacto ambiental y en su lugar ha comenzado a hablarse cada vez más de "normas ambientales". Esto, comentó, tiene tres efectos negativos:

* El poder sobre los temas ambientales está saliendo del control de los gobiernos -en la medida que las leyes ambientales y la evaluación del impacto ambiental se están debilitando- y quedando en manos de organismos arbitrarios encargados de la fijación de normas, incluso para el ecoetiquetado. Este tipo de fijación de normativas no sirve para impedir o contener el daño social y ambiental causado por empresas extranjeras, por ejemplo en la extracción minera y en los sectores petroleros.

* Actúa en perjuicio de las partes débiles.

* Las normas internacionales son establecidas por organismos no democráticos, como el Codex Alimantarius y la ISO (Organización Internacional de Normalización), generalmente controlados por empresas del Norte que pueden influir en las normas establecidas.

La investigadora india advirtió que la fijación de normas se hacía con el objetivo de crear acceso a los mercados del Sur para las empresas del Norte y sugirió que en los preparativos de la Conferencia de Singapur, el Sur debería proponer una agenda positiva sobre medio ambiente que no requiriera nuevas medidas comerciales de la OMC.

Podría suceder que instrumentos unilaterales como el Superartículo 301 de la legislación de Estados Unidos estén causando destrucción ambiental y exijan una auditoría social y ecológica por tales medidas unilaterales.

El Sur también deberían exponer su preocupación por los efectos negativos de la armonización mundial de normas, y en lugar de eso proponer el fortalecimiento de acuerdos ambientales multilaterales a nivel nacional.

Por último, si el Norte está realmente preocupado por el medio ambiente, no debería presionar con tanto apuro pues un acuerdo multilateral de inversión como el propuesto aceleraría la desregulación y posiblemente debilite la evaluación ambiental de las inversiones extranjeras.

El embajador de Egipto ante la OMC, Mounir Zahran, recordó que muchos países en desarrollo temían que el ingreso del "comercio y medio ambiente" en la OMC podría conducir a un mayor proteccionismo.

Más proteccionismo

No obstante, el tema del medio ambiente fue impuesto en la OMC durante la última etapa de la Ronda Uruguay con el argumento de que los que se opusieran serían responsables del fracaso de la Ronda.

Cuando un par de países en desarrollo dijeron que estaban dispuestos a discutir el tema, pero no a negociar, algunas naciones del Norte interpretaron esto como que estaba "surgiendo un consenso" y por lo tanto el tema podía ingresar a la OMC.

Zahran declaró que a un año del programa de trabajo de comercio y medio ambiente, los países en desarrollo se enfrentan a varias dificultades. No están convencidos del enfoque del Norte sobre la relación entre la OMC y el Acuerdo Multilateral sobre Medio Ambiente. Les preocupa que el tema del ecoetiquetado sea un preámbulo para introducir los métodos de proceso y producción en la OMC.

Un destacado empresario de Malasia planteó el problema de la "piratería de tecnología" por la que las trasnacionales pueden obtener patentes sobre productos o procesos originados en el Sur, por ejemplo material biológico. Algunas trasnacionales también venden tecnología obsoleta o de segunda mano como si fuera tecnología nueva.

Con relación a los temas nuevos, expresó, los países en desarrollo deberían tratar de evitarlos en la medida que los países más poderosos son los que tienen el control. Por ejemplo, mientras que Estados Unidos culpa a los gobiernos del Sur de corrupción, las compañías estadounidenses han dado generosas contribuciones tanto al Partido Demócrata como al Republicano y conseguido favores a cambio. ¿Cómo puede haber un "campo de juego parejo" para los empresarios del Sur?, preguntó.

En cuanto a la política en materia de competencia, su temor es que los países del Norte utilicen este tema en la OMC para desbaratar los canales de distribución nacionales que las empresas locales construyeron y utilizaron legítimamente. "¿Está mal esperar que nuestros propios distribuidores sean leales con nosotros?", preguntó.

Varios participantes contrarios a la inclusión de los temas nuevos en la OMC, analizaron la situación a partir de la maniobra de los países del Norte que adujo un consenso para estudiar el tema.

Guiándose por lo que había sucedido en las negociaciones sobre servicios y últimamente en el tema de comercio y medio ambiente, manifestaron su preocupación de que se instale un "proceso educativo" o un "grupo de estudio" para discutir un tema nuevo (o incluso tan solo para intercambiar información, como sucedió con los servicios), y eso sea el comienzo de un proceso que, con grandes presiones, conduzca a negociaciones para un acuerdo jurídicamente vinculante.

Existe, pues, un peligro real de que el acuerdo, aunque sea entre unos pocos países, a aceptar el estudio o discusión de un tema nuevo en la OMC, pueda culminar en negociaciones. Sería, entonces, el incio de "un viaje sin retorno".

Por lo tanto es necesario estar alertas y no tomar a la ligera la posibilidad de un acuerdo para un proceso educativo. Se dio una discusión muy interesante sobre la posibilidad de que en Singapur se presentara un "mini paquete" de temas sobre comercio y medio ambiente, algunos de interés para el Norte y otros para el Sur.

El mismo perro con distinto collar

El mini paquete del que se hablaba parecía estar restringido a los temas de interés para el Norte, ampliando el campo de la cláusula de "excepción" del GATT a una exención general para los acuerdos ambientales multilaterales y para proyectos de "eco-etiquetado", mientras que los temas de interés para el Sur, como los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, no parecían figurar en el "paquete", señaló un experto presente en la conferencia.

Otro participante expresó que la decisión de Marraquech era solamente establecer el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente y su programa de trabajo, pero no que se convirtiera en permanente. Si el Comité no trabajaba bien, podía proponerse que la OMC fuera el foro de discusión sobre comercio y medio ambiente, y luego desmantelarlo.

Un representante africano señaló que con tantas presiones y problemas enfrentados por los países en desarrollo para ajustarse a la Ronda Uruguay, era claro que la Conferencia Ministerial de Singapur debía ser de evaluación y no considerar los temas nuevos propuestos por el Norte. De lo contrario, la reunión de Singapur convertiría a la OMC en un club de ricos.

En cuanto al tema del etiquetado, Vandana dijo que no existe confianza en la forma como algunos países del Norte lo manejan y expresó su temor de que se estén aplicando criterios duales. El gobierno de Estados Unidos rechazó la demanda pública para que los alimentos manipulados genéticamente lleven etiquetas que los identifiquen como tales y cuando Dinamarca exigió el etiquetado de las semillas de colza manipuladas genéticamente, el representante comercial de Estados Unidos se negó.






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