No. 61 - Octubre/Noviembre 1996
Las condiciones extraordinarias que hicieron posible la vida en la tierra son, a su vez, resultado de la vida misma. Seres vivos generan el oxígeno que hace la vida posible, y al mismo tiempo otros seres vivos lo consumen y evitan que haya oxígeno de más, lo que sumiría al mundo en un gran incendio. De la misma manera, la diversidad biológica es consecuencia de la adaptación al medio de millones de especies, y al mismo tiempo hace posible mediante fertilizaciones cruzadas las nuevas adaptaciones. Sin sus primos "salvajes" las plantas y animales domesticados y empobrecidos genéticamente, de los que nos alimentamos, no podrían adaptarse para enfrentar nuevas plagas o variaciones ambientales.
Las condiciones extraordinarias que hicieron posible la vida en la tierra son, a su vez, resultado de la vida misma. Seres vivos generan el oxígeno que hace la vida posible, y al mismo tiempo otros seres vivos lo consumen y evitan que haya oxígeno de más, lo que sumiría al mundo en un gran incendio. De la misma manera, la diversidad biológica es consecuencia de la adaptación al medio de millones de especies, y al mismo tiempo hace posible mediante fertilizaciones cruzadas las nuevas adaptaciones. Sin sus primos "salvajes" las plantas y animales domesticados y empobrecidos genéticamente, de los que nos alimentamos, no podrían adaptarse para enfrentar nuevas plagas o variaciones ambientales.
En un "mundo feliz", culturalmente uniforme, no sería posible el nacimiento de una nueva idea. En un mundo biológicamente uniforme la vida se extinguiría. La agricultura, la pesca, los bosques, dependen de la biodiversidad como el "medio de producción" más importante.
En segundo lugar, cada sector depende de los demás para la estabilidad ecológica. Los bosques ofrecen estabilidad para la agricultura. El uso de la tierra en la agricultura tiene repercusión en la vida marina.
La oportunidad que ofrece el Convenio sobre la Diversidad Biológica es integrar el manejo y el gobierno de estos dominios ecológicamente integrados. El gran desafío que enfrentó la Tercera Reunión de la Conferencia de las Partes (COP III) del Convenio sobre la Diversidad Biológica fue establecer esta integración entre los diversos dominios de la biodiversidad tanto a nivel nacional como internacional.
Y este reto es particularmente significativo frente a los intereses creados que, a 4 años de firmado el Convenio en Río, intentan reducir la biodiversidad sólo a los bosques. En Buenos Aires, países como India y Etiopía recordaron a la comunidad internacional que la biodiversidad incluye la biodiversidad agrícola.
Existe un fuerte interés político y económico de las potencias industrializadas por detrás de ese intento reduccionista de la biodiversidad, que se relaciona con su negativa a reconocer el saber indígena y a establecer un reparto equitativo de los beneficios, así como con el tema de los derechos de propiedad intelectual de las empresas biotecnológicas y farmacéuticas, enfrentadas a los derechos de las comunidades..
Si los diversos dominios de la biodiversidad pueden ser reducidos a bosques, entonces las diversas comunidades de usuarios e innovadores indígenas de biodiversidad pueden ser reducidos a grupos tribales, excluyendo así a otras comunidades de innovadores y usuarios tales como comunidades agrícolas, sanadores, pescadores tradicionales y mujeres.
Sobre estos debates en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Cumbre sobre el Hambre informa ampliamente este número de la Revista del Sur. Como ya es habitual, las organizaciones ciudadanas han estado presentes en estas instancias de negociación internacional. En anteriores Conferencias de las Partes sobre biodiversidad, las intervenciones de la Red del Tercer Mundo fueron decisivas para introducir el concepto de "bioseguridad" e iniciar la discusión de un protocolo internacional al respecto. En Roma y Buenos Aires la Red enfatizó sobre el concepto de biodiversdad agrícola, que ahora logra reconocimiento internacional. A nivel latinoamericano, el diálogo iniciado en Buenos Aires entre los ministros de Medio Ambiente y el Foro Ciudadano abrió una nueva instancia para canalizar a quienes toman las decisiones las preocupaciones de la sociedad civil.
|