No. 62 - Diciembre 1996
HIDROVIA PARANA-PARAGUAY
Dragado de canal contaminará agua potable
La Coalición Ríos Vivos advirtió durante la Cumbre Hemisférica de Desarrollo Sostenible, celebrada en diciembre en Santa Cruz, Bolivia, que el dragado del canal Tamengo para la hidrovía Paraná-Paraguay provocará la contaminación del agua potable de más de 30.000 personas.
Mientras que los gobiernos de la región discutirán en la Cumbre Hemisférica de Desarrollo Sostenible en Bolivia la conservación de los recursos hídricos, donde el tema del agua potable es uno de los puntos cruciales de la agenda, un acuerdo gubernamental argentino-boliviano amenaza con el posible dragado de grandes volúmenes de sedimentos contaminados en el Canal Tamengo, afectando el agua potable de más de 30.000 habitantes de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Arroyo Concepción.
Este alerta se desató en la región a partir de la llegada la semana pasada de una enorme draga que fue enviada por el gobierno argentino con el fin de comenzar el dragado del Canal Tamengo, siendo éstas las primeras obras de la Hidrovía Paraná Paraguay. Simultáneamente, en la reunión pública organizada por el Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraná-Paraguay (CIH) en Campo Grande, Brasil, el pasado 30 de noviembre, el consorcio de consultoras lideradas por Taylor Engineering -que durante 18 meses realizó el estudio de impacto ambiental de la Hidrovía con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo- informó que las obras previstas en Canal Tamengo para la Hidrovía representan, junto al Pantanal, uno de los tramos más vulnerables de todo el proyecto.
Esto se debe al gran volumen de sedimentos que es necesario mover, donde Taylor encontró una significativa presencia de metales pesados, hidrocarburos y plaguicidas en sus análisis. Como en esta zona están ubicadas las tomas de agua potable de los pobladores de la región, la consultora, pese a sus 18 meses de estudio anterior, recomienda no comenzar ninguna obra hasta no realizar nuevos estudios de contaminación y eventual protección de las tomas de agua.
También en este tramo sería necesario realizar remoción de lechos rocosos, aspecto señalado anteriormente por investigadores y ambientalistas como problemático para los humedales de la zona.
Las autoridades y pobladores de la zona están muy preocupados, ya que no han sido debidamente informados y sus opiniones no han sido tomadas en cuentas. Por esa razón están proponiendo iniciar actos legales para impedir el comienzo de las obras.
Mario Zambrana, director de la Cooperativa de Aguas de la región, dijo: "Estos dragados que se quieren iniciar en Canal Tamengo podrían llevar a la desecación de la Laguna Cáceres, ya que aumenta el volumen de salida de agua pero no el de entrada. Por otra parte, la presencia de contaminantes en el fondo, así como el riesgo de salinización, coloca al suministro de agua de Puerto Suárez, Puerto Quijarro y Arroyo Concepción en alto riesgo".
Agregó también que "el agua subterránea de la región es muy salina y hay puntos donde está a sólo 40 centímetros, por lo que hay riesgo de que los dragados y voladuras de roca mezclen estas aguas con las de la laguna, haciendo imposible su consumo"
El consejero Departamental Richard Rau reclamó que las autoridades y población afectada no han sido informados, y que "frente a la complejidad del sistema Tamengo -que incluye la Laguna Cáceres, los humedales, el Canal Tamengo, el Canal Tuyuyu y otros- es necesario analizar todos estos factores antes de proceder a cualquier obra, es decir al sistema Tamengo entero, y más aún si está en juego el agua potable de tanta gente e impactos ambientales serios. No puede quedar en una decisión del gobierno central sin tener en cuenta la opinión y el conocimiento de la gente del lugar que serán los principales afectados". La Coalición Ríos Vivos, que representa a más de 300 organizaciones ambientalistas, sociales y grupos indígenas de la Cuenca y de Estados Unidos y Europa que están siguiendo el proyecto Hidrovía desde sus inicios, visitó la región del Canal Tamengo para informar a la población sobre los riesgos que corren. María Teresa Vargas, de Ríos Vivos en Bolivia, señaló que "no está claro dónde se colocaría el material dragado, y la propuesta de colocarlo sobre el margen norte del Canal Tamengo podría interrumpir el drenaje natural de ingreso de agua al Canal, afectaría el área de inundación y podría llevar a que se fuera desecando la Laguna Cáceres. Estamos hablando de aproximadamente cuatro millones de metros cúbicos de sedimentos distribuidos a lo largo de solamente nueve kilómetros. Podemos imaginarnos entonces una franja de sedimentos de más de 40 metros de ancho por un metro de espesor a lo largo de todo el Canal y sobre el Pantanal boliviano".
"La realización de obras aquí no solo afecta al Canal y a la región sino que desata una serie de impactos acumulativos que han debido ser tomados en cuenta en los estudios de la Hidrovía y que no lo han sido, pese a los millones de dólares y tiempo invertidos en esos estudios"
El comienzo de las obras contradice también el compromiso firmado en diciembre de 1995 por los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, comprendidos en el proyecto Hidrovía Paraná-Paraguay, de no comenzar obras parciales antes de terminar con el proceso de estudios de impacto ambiental y el proceso de consultas públicas.
"Esto no puede quedar en una mera formalidad. Las consultas son necesarias porque la poblaciones locales , tal como está pasando con el Canal Tamengo, conocen una serie de datos que las propias consultoras han pasado por alto, como el análisis del sistema en su totalidad y el riesgo de salinización. Estamos hablando del agua potable de decenas de miles de personas y los gobiernos boliviano y argentino deben tomar su responsabilidad y retirar esa draga inmediatamente. De lo contrario, sólo mostrarán la vaciedad de sus palabras cuando están hablando de desarrollo sostenible en esta Cumbre", puntualizó Silvia Ribeiro de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay y de la Coalición Ríos Vivos.
Santa Cruz, Bolivia, 5 de Diciembre de 1996.
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