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Economía


No. 65 - Marzo 1997

ESTADOS UNIDOS

Nueva ley penaliza el intercambio del conocimiento

por Vandana Shiva

La Ley de Espionaje Económico, recientemente aprobada en Estados Unidos, penaliza el desarrollo e intercambio natural del conocimiento y otorga poderes a los servicios de inteligencia para actuar en todo el mundo con el fin de proteger los intereses de las empresas estadounidenses.

La ley de Espionaje Económico, aprobada por el Congreso de Estados Unidos, confiere poder a los servicios de inteligencia para investigar las actividades de los ciudadanos comunes de todo el mundo con el fin de proteger los derechos de propiedad intelectual de las empresas estadounidenses, a los que considera "vitales para la seguridad nacional".

Pero la gran paradoja es que lo que con frecuencia se considera "propiedad intelectual" es información "pirateada" de sociedades no occidentales y comunidades indígenas.

El poder imperial siempre se ha apoyado en la conjunción del poder militar utilizado para la defensa del comercio, que fue la base de la diplomacia de las cañoneras durante el período colonial. Y ahora se está dando una conjunción similar en torno a la defensa de los intereses comerciales, en un período de globalización y del llamado "libre comercio".

El imperio británico se edificó a partir de la destrucción e inhibición de la capacidad manufacturera de las colonias.

Fue así que las bases del "libre comercio" de esa época de "superioridad tecnológica" de Gran Bretaña fueron la amputación de los pulgares de los diestros tejedores de Bengala, el cultivo forzado de índigo por los campesinos de Bihar, el tráfico de esclavos de África para tener mano de obra gratuita en las plantaciones de algodón de Estados Unidos, y el exterminio de los pueblos indígenas en América del Norte.

También incluyó leyes que impidieron la transferencia de tecnología.

De 1765 a 1789 el parlamento británico aprobó una serie de leyes estrictas que impedían la exportación de máquinas nuevas o proyectos de las mismas. A los trabajadores calificados que trabajaban en las máquinas no se les permitía abandonar el país como forma de asegurar que continuara siendo una potencia industrial.

Samuel Slatter (1768-1834), llamado "el padre de las manufacturas estadounidenses", violó esas leyes británicas y se fue clandestinamente a Estados Unidos, en ese entonces colonia, llevando consigo el conocimiento del hilado y el tejido mecánicos. Transfirió a ese país su experiencia como trabajador en las fábricas británicas y creó allí la primera hilandería.

Estados Unidos, que edificó su poderío económico y capacidad manufacturera liberándose del monopolio británico, ahora no está dispuesto a permitir, a través del Congreso y las empresas, que ese espíritu de libertad, tan fundamental en su historia y desarrollo económico, subsista en otras partes del mundo.

Cualquiera que hoy en día quisiera seguir los pasos del "padre de la manufactura estadounidense" sería arrestado y encarcelado por 15 años, o multado con hasta 10 millones de dólares, conforme a lo estipulado por una nueva ley llamada "Ley de 1996 de Espionaje Económico", que fue presentada al Congreso en julio y aprobada el 17 de setiembre por 399 votos a favor y tres en contra.

La Ley traslada el espionaje del campo militar al económico. Redefine la violación de la propiedad intelectual como delito y justifica el uso de los organismos de inteligencia para resolver temas de intercambio de ciencia y tecnología.

Como establece la introducción de la Ley, "el desarrollo de la información económica de carácter patrimonial es parte integral del bienestar económico" de Estados Unidos. Por otra parte, los intereses económicos de la nación son parte de su interés de seguridad nacional. Por tanto, toda amenaza al interés económico de la nación es una amenaza a la seguridad vital de la nación".

La Ley ha redefinido la transferencia de tecnología como "espionaje económico o industrial".

El espionaje típicamente consiste en un procedimiento organizado por parte del gobierno de un país con el fin de obtener información vital para la seguridad nacional de otro.

El desarrollo científico y tecnológico depende del libre intercambio de conocimientos, tecnologías e ideas, y ahora ese intercambio ha sido definido como espionaje.

La paradoja de este "robo a la propiedad intelectual" se acentúa en los casos en que la "propiedad intelectual" se deriva de la transferencia de conocimiento de sistemas no occidentales e indígenas a empresas de occidente. Las empresas estadounidenses han "pirateado" innovación indígena y ahora dicen que es "propiedad intelectual". Algunos casos son las patentes sobre el nim, la cúrcuma y el Phyllanthus Nirutti.

¿Se recurrirá a los servicios de inteligencia del gobierno de Estados Unidos para proteger esta "propiedad intelectual"? ¿Qué métodos se usarán para desestabilizar los usos tradicionales, los estilos de vida y las culturas para proteger a "los propietarios de la información económica de carácter patrimonial", como W.R. Grace, que es titular de la mayoría de las patentes de nim?

La Ley de Espionaje Económico, en un mundo caracterizado por la biopiratería, conlleva el peligro de transformar las actividades cotidianas de agricultores y sanadores, estudiantes e investigadores, científicos e industriales, en delito y espionaje.

¿Qué pasaría si los países del Sur utilizaran la misma lógica y declararan que todos los bioprospectores y etnobotánicos que trabajan para empresas estadounidenses están haciendo "espionaje económico" y son una amenaza para su "seguridad nacional"?

Vandana Shiva es una científica ambientalista india, autora de numerosos libros y artículos sobre temas vinculados a los recursos, el ambiente y la mujer.






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