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   No. 66 - Abril 1997
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Comunicación


No. 66 - Abril 1997

COMUNICACION

Fascistas Eléctricos

por Estela Acosta y Lara

Un informe presentado ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU indicó que las ideologías racistas se difunden merced a las técnicas de información más modernas y, en especial, por la red mundial Internet, que es usada para incitar el odio racial y la xenofobia contra árabes, negros y judíos. Es cierto, navegando por el Web se pueden encontrar muchas páginas de organizaciones racistas, neonazis y fascistas, tanto tradicionales como nuevas, aunque muchas veces no es posible saber si responden a un grupo o a iniciativas individuales debido a la naturaleza del medio.

HateWatch es una organización que desde 1995 monitorea "la creciente amenaza de los grupos de odio en Internet", definidos como "una organización o individuo que aboga por la violencia o la hostilidad irracional contra personas u organizaciones que se identifican por su raza, religión, origen nacional, orientación sexual o género, incluyendo aquellos que difunden a propósito información históricamente inexacta respecto de esos grupos de personas". Su página Web ofrece un catálogo de enlaces a grupos de odio distribuidos en 14 países y en 11 categorías, que conducen a 31 páginas mantenidas por supremacistas blancos, 32 por neonazis, 18 por negadores del holocausto, cuatro por racistas negros, tres por antiárabes, entre otras muchas.

La Electronic Frontier Foundation (EFF/Fundación de la Avanzada Electrónica), que promueve y protege las libertades civiles de los usuarios de las tecnologías on line, ve al fenómeno como consecuencia del potencial de éstas de constituirse en el primer medio de comunicación realmente democrático. "A diferencia de los medios de difusión como las revistas y los diarios, el ciberespacio pone a la imprenta en manos del pueblo", declara Shari Steele, abogada de la EFF.

Por su parte, el investigador de grupos de odio en Estados Unidos Andrew Mathis destaca que es sólo con el advenimiento del Web que estos grupos han encontrado un buen vehículo de propaganda de sus ideas, y esto no sólo debido al bajo costo para acceder a millones de usuarios. En los albores de la red ya era posible encontrar grupos de discusión de Usenet consagrados a la difusión de mensajes racistas y fascistas (cf. alt.politics.nationalism.white, alt.politics.white-power, alt.skinheads, y alt.revisionism). Pero cualquier persona contraria a estas ideas podía suscribirse a estos grupos, discutir en línea con sus defensores y dejar sus argumentos en el grupo, a diferencia de las páginas Web que ofrecen la posibilidad de presentar cualquier punto de vista de forma incuestionada.

Límites legales

Frente a esta situación, algunos países han extendido las leyes que se aplican a otros medios de comunicación para regular el contenido de lo que se dice en Internet. Pero es difícil adaptar leyes del mundo físico al mundo virtual, entre otras razones debido a los límites territoriales de la legislación.

Así, en la página de los Nacional Socialistas Alemanes se lee: "Esta es la primera página Nacional Socialista alemana en Internet. Como usted debe saber, las leyes judías en la patria no permiten la libertad de expresión de estas posturas, de modo que debemos usar un servidor americano. En Estados Unidos existe libertad de expresión. En Alemania no". O en la del grupo neofascista español Nuevo Orden Mundial: "esta página está en Estados Unidos, donde ningún juez español puede tocarla".

Las posibilidades de enmascaramiento de la identidad que ofrece la red hacen que muchas veces no sea sencillo establecer quien está hablando en una actividad ilegal, lo que constituye otro obstáculo a la aplicación de leyes reguladoras.

La EFF sostiene que las políticas gubernamentales a este respecto deben orientarse a promover un acceso más extendido al nuevo medio de comunicación que constituye Internet, en vez de elaborar sistemas de control y censura. Abogados a ultranza de la libertad de expresión consagrada en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense consideran que "el mejor remedio para el discurso del odio es más discurso. Y el Web, que puede expandirse infinitamente, ofrece a todo aquél que desee exponer un punto de vista opuesto la oportunidad de hacerlo".

Pero hay quienes consideran que esta percepción es errónea. "Las redes no son universalmente accesibles a cualquiera", sostiene Avi-Jacob Hyman, un investigador de Ontario. A las obvias limitaciones económicas impuestas por el costo de equipo y conexión, agrega que la relación varones/mujeres en Internet es de tres a uno y que parece estar dominada por los más jóvenes. Preocupado por la negación del Holocausto y su difusión en las redes de computadoras -encabezada por E. Zundel-, investigó los mecanismos legales para combatirla. Propone fundamentalmente una división de las responsabilidades. Por ejemplo, el autor de una página Web es el responsable por lo que en ella se dice, pero si el administrador del sistema construye una listserv para que un usuario difunda mensajes ilegales, entonces ambos son responsables.

En la misma línea, la organización Simon Wiesenthal ha iniciado una campaña dirigida a los proveedores de servicios de Internet para desestimular la venta de éstos a grupos de odio.

Algunos proveedores de servicios incluyen aclaraciones en las páginas Web con cuyo contenido disienten. "Estas personas y las ultrajantes posturas a las que adhieren están obviamente equivocadas y son muy posiblemente dañinas; Calyx Internet Acces no adhiere a ellas", puede leerse en la página fascista que contiene enlaces a 39 páginas similares, ubicada en un servidor de ese proveedor. Agregan que conocer y monitorear las actividades de estos grupos es la mejor manera de poder combatirlos. Asimismo, declaran ofrecer acceso a los servicios Internet a bajo costo a grupos antifascistas y antirracistas.

Otros proveedores no venden sus servicios a grupos de odio o establecen límites al contenido de lo que un usuario puede colocar en sus paginas.

Antídotos en la red

Por su parte, las organizaciones opuestas a los grupos de odio también tienen su lugar en la red. Hay muchas páginas dedicadas a combatir el racismo y la xenofobia. Estas van desde iniciativas individuales como CARE (Computer Users Against Racism/Usuarios de Computadoras contra el Racismo), que simplemente promueve el uso de un logo identificatorio de tal postura, hasta páginas pertenecientes a organizaciones que tradicionalmente han combatido a los grupos de odio, como SOS Racisme, la Red Antifascista o el Proyecto Nizkor.

La página noruega Nazism Exposed (Nazismo Expuesto) fue creada como ofensiva contra la creciente actividad nazi en Internet, ofreciendo información sobre las actividades de estos grupos en la red y en Europa.

En el mismo estilo, Hate Page of the Week (La Pagina del Odio de la Semana) ofrece enlaces a diversas organizaciones de odio con el cometido de hacer posible el monitoreo de sus actividades.

Maurice Gléle-Ahanzano, relator especial de la ONU encargado de examinar la cuestión de las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial y xenofobia, recomendó la convocatoria de una conferencia internacional sobre el tema.

El contenido del informe del relator fue compartido por todos los miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que intervienen en Ginebra en el actual período de sesiones, que concluye el 18 de abril.






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