No. 70 - Agosto 1997
Desarrollo
CONTROL CIUDADANO EN BRASIL
A fines de julio tuvo lugar en Brasil el lanzamiento de Control Ciudadano, una iniciativa de un grupo de ONG que acompañó en 1995 las deliberaciones de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social en Copenhague y de la Cuarta Conferencia sobre la Mujer en Beijing.
La edición en portugués de Control Ciudadano (Observatorio da Cidadania) fue lanzada en Brasil los días 21 y 22 de julio, en un seminario celebrado en Río de Janeiro en el que participaron representantes gubernamentales, de organismos internacionales y de una treintena de organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el país.
La iniciativa, que cuenta actualmente con coordinaciones nacionales, espacios de encuentro o puntos focales en 40 países, apunta a vigilar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en las cumbres sociales por parte de gobiernos, agencias de las Naciones Unidas y organismos multilaterales de crédito.
"La iniciativa Control Ciudadano fue muy bien recibida en Brasil, con decenas de organizaciones interesadas en el cumplimiento de los compromisos internacionales en el área social", manifestó Roberto Bissio, secretario del Comité Coordinador.
En el Seminario se presentaron trabajos que serán la base del informe sobre Brasil y se propuso hacer una edición local del informe mundial, que contenga la parte temática global y un artículo de unas 60 páginas sobre el país. Este informe será la herramienta para el seguimiento y el diálogo con el gobierno. CEDEC, FASE, IBASE, INESC y SOS Corpo integran el Grupo de Referencia, que impulsa el Control Ciudadano en Brasil.
El Seminario partió de la base de que ya existía una sociedad civil organizada en diálogo constante con el gobierno, que ha creado comisiones de seguimiento de las conferencias internacionales, señaló Bissio. "No obstante, la existencia de este diálogo institucionalizado no se ha traducido en mejoras sociales y los datos de la realidad no cambian. Los índices de analfabetismo y mortalidad infantil, por ejemplo, siguen siendo de los peores de la región", puntualizó.
El lanzamiento de Control Ciudadano en Brasil se produjo en un marco de tensión social, caracterizado por las movilizaciones de policías en demanda de mejoras salariales y de fuertes medidas del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra y de los "sin techo".
El debate estuvo centrado, entonces, en los motivos por los cuales este diálogo entre gobierno y sociedad civil no ha dado frutos concretos.
Para reducir la pobreza, en la que se encuentra 35 por ciento de la población de Brasil, existen dos estrategias: el crecimiento económico o la redistribución. Ricardo Paes de Barros, del gubernamental Instituto de Investigación Económica Aplicada, reconoció en su intervención que Brasil es uno de los países del mundo con más alto grado de desigualdad, por lo que existe un amplio espacio para políticas puramente redistributivas que permitirían reducir drásticamente la pobreza, incluso sin crecimiento económico.
Para esto sería necesario simplemente que la desigualdad se aproxime a la de un país latinoamericano típico. Si en Brasil se llevara el grado de desigualdad existente a niveles similares a los verificados en Costa Rica, por ejemplo, esto implicaría una reducción de la pobreza mayor de la que se obtendría en una década con un crecimiento continuo del ingreso per capita de cinco por ciento anual.
En el Seminario, que se inició con una presentación de lo que es Control Ciudadano, se debatió sobre pobreza, desigualdad y políticas sociales; iniciativas gubernamentales de implementación de las resoluciones de las conferencias internacionales; empleo e ingreso; derechos humanos; y educación, en paneles estructurados sobre la base de tres ponencias: ubicación del tema e intervenciones de representantes gubernamentales y de ONG. Además, se realizaron dos plenarios. Uno evaluó cómo se monitorearon los compromisos asumidos y el otro estudió la instalación de un observatorio ciudadano en Brasil.
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