No. 70 - Agosto 1997

AVANCES

El tema merece mucho más y prometemos una cobertura mayor en el próximo número. Después del asesinato del concejal Blanco por parte de ETA en el País Vasco, los cibernautas españoles, ungidos por una comprensible indignación ante el hecho, se lanzaron a bloquear toda la información en línea que proviniera o defendiera a ETA, o su brazo político, Herri Batasuna.
No era mucha, y la más prominente era una página del Euskal Herria Journal en el Web del Institute for Global Communications (IGC, www.igc.org) más conocida en el ambiente de las organizaciones progresistas como PeaceNet. Además de la acción respetuosa de enviar cartas a PeaceNet pidiendo la eliminación de la página, muchos se dedicaron a "bombardear" el sitio con miles de mensajes falsos, que rápidamente lograron atosigar al servidor de IGC hasta saturarlo completamente e impedir su funcionamiento. IGC, bajo protesta, no tuvo más remedio que acceder a las demandas de los bombarderos y sacar la página del Euskal Herria Journal de línea. La reacción se podría calificar de muchas maneras, pero sin duda resultó efectiva. El iniciador más prominente de esta reacción colectiva fue nada menos que el diario El País de Madrid, que publicó las direcciones de correo electrónico a las cuales debía enviarse esta "carta bomba".