No. 71 - Setiembre 1997
FORO MUNDIAL DE LAS ALTERNATIVAS
Es tiempo de revertir el curso de la historia
Una treintena de personalidades de todas las regiones del mundo tomó a mediados de marzo la iniciativa de crear el Foro Mundial de las Alternativas, abierto a individuos e instituciones de todo tipo. "Mientras el Foro de Davos moviliza a los millonarios del mundo y acreedores en torno a programas de mundialización desbocada, que se inspiran en una supuesta ideología liberal extrema, nuestro Foro se propone contribuir a impulsar alternativas humanistas en pro de la vida de los pueblos y de la democracia liberadora", señala el grupo fundador, en el que participan intelectuales como el senegalés Samir Amín y el mexicano Pablo González Casanova.
A continuación reproducimos el Manifiesto del Foro Mundial de las Alternativas, así como sus metas y objetivos.
Es tiempo de revertir el curso de la Historia. El destino de la Humanidad se halla en juego. Los progresos científicos y los adelantos técnicos, joyas del saber, sirven a los intereses de una minoría, en vez de contribuir al bienestar de todos. El uso que se hace de la ciencia y la técnica aplasta, margina, excluye a numerosos seres humanos por todo el mundo y deteriora el medio ambiente. El acceso a los recursos naturales, a los del Sur en particular, sigue bajo el control de los centros y se convierte en objeto de pugnas políticas y en amenazas de guerra. Es tiempo de revertir el curso de la Historia.
Es tiempo de poner la economía al servicio de los pueblos. Hoy, la economía no suministra bienes y servicios sino a una minoría. En su forma actual, empuja a la mayor parte de la Humanidad hacia estrategias de sobrevivencia, y niega incluso el derecho a la vida a cientos de millones de personas. Fruto del capitalismo neoliberal, la lógica económica forja y acentúa las desigualdades. Con su creencia en la virtud autorreguladora del mercado, fortalece el poder económico de los ricos y aumenta el número de pobres. Es tiempo de poner la economía al servicio de los pueblos.
Es tiempo de derribar el muro entre el Norte y el Sur. Los monopolios del saber, de la investigación científica, de la producción de punta, del crédito, de la información, garantizados por instancias internacionales, crean una polarización que crece día con día en el mundo y al interior de cada país. Muchos pueblos, encerrados en lógicas de desarrollo culturalmente destructivas, físicamente insostenibles y económicamente dependientes, no pueden definir por sí mismos las etapas de su evolución, ni construir las bases de su propio crecimiento, ni asegurar la educación de sus jóvenes generaciones. Es tiempo de derribar el muro entre el Norte y el Sur.
Es tiempo de encarar la crisis de civilización. Los objetivos limitados del individualismo, el universo cerrado del consumo, la invasión del productivismo y, para otros, la búsqueda obsesiva de la simple sobrevivencia cotidiana, ocultan los grandes objetivos de la Humanidad: el derecho a la vida, la liberación de la opresión y la explotación, la igualdad de oportunidades, la justicia social, la paz, la espiritualidad, la fraternidad. Los progresos de la biotecnología llevan al resurgimiento de los debates sobre la naturaleza y los fines de la existencia humana. Es tiempo de encarar la crisis de civilización.
Es tiempo de rechazar el poder del dinero. La concentración del poder económico en manos de empresas trasnacionales atenta contra la soberanía de los estados. Es una amenaza para la democracia, en cada nación y a escala del universo. El predominio del capital financiero no sólo compromete el equilibrio monetario internacional. Contribuye a transformar numerosos estados en verdaderas mafias y alienta las fuentes ocultas de la acumulación capitalista: el narcotráfico, el comercio de armas, las redes de prostitución. Es tiempo de rechazar el poder del dinero.
Es tiempo de transformar el cinismo en dignidad y la dignidad en poder. La Bolsa de Valores se dispara con el despido de trabajadores. La competitividad se afianza con la eliminación de los consumidores. La curva de excelencia de los índices macroeconómicos tiene por correspondencia el aumento del número de pobres. Los alicientes de las instancias económicas internacionales son para quienes ajustan su economía, ahondan la brecha entre las clases y fomentan la multiplicación de los conflictos sociales. La ayuda humanitaria internacional es tragada por los que han sido reducidos a la desesperación. Es tiempo de transformar el cinismo en dignidad y la dignidad en poder.
Es tiempo de reconstruir y democratizar el Estado. El desmantelamiento del Estado, el encogimiento de sus funciones, las privatizaciones a ultranza desembocan en la desmoralización del servicio público, en el debilitamiento de los sectores educativos y de salud, y a fin de cuentas en su tutelaje por los intereses económicos privados. La mundialización neoliberal tiende a alejar al Estado de la población, y a fomentar la corrupción. Hace del Estado un instrumento represivo al servicio de sus propios objetivos. Es tiempo de reconstruir y democratizar el Estado.
Es tiempo de ser verdaderos ciudadanos. Millones de personas no tienen derecho al voto porque son inmigrantes y millones más no votan, por despecho, desaliento, crisis de los partidos, sentimiento de inutilidad o exclusión de la vida política. Influencias e intervenciones diversas suelen alterar a menudo el sentido de las elecciones. Pero la democracia no consiste en las solas elecciones. Es la participación en todos y cada uno de los niveles de la vida económica, política y cultural. Es tiempo de ser verdaderos ciudadanos.
Es tiempo de volver a nuclear los valores colectivos. La modernidad vehiculada por el capitalismo e ideologizada por el neoliberalismo ha destruido o pulverizado las culturas existentes. Ha hecho que estallen las solidaridades y que se resquebrajen las convicciones, y en su lugar ha puesto la exaltación del individuo, cuya eficiencia está a la medida de su éxito económico. Lejos de ser factor de emancipación para el conjunto de los pueblos, ha desembocado en una crisis de la educación, en violencias sociales y en explosiones de movimientos identitarios estériles, nacionalistas, étnicos o religiosos. Es tiempo de volver a nuclear los valores colectivos.
Es tiempo de mundializar las luchas sociales. La internacionalización de la economía podría significar un adelanto considerable para los intercambios materiales, sociales y culturales entre los seres humanos. Hoy, bajo su forma neoliberal, es una pesadilla que atormenta a las víctimas del desempleo, a los jóvenes que se preguntan por su porvenir, a los pueblos excluidos de la producción, a las naciones sometidas a los ajustes estructurales, a la desregulación del trabajo, a la erosión de los sistemas de seguridad social y a la eliminación de las redes de protección de los más débiles. Es tiempo de mundializar las luchas sociales.
Es tiempo de despertar la esperanza de los pueblos. En todo el mundo se organiza la resistencia, se llevan a cabo luchas sociales y se buscan iniciativas alternas. Por doquier, mujeres, hombres, niños, desempleados, excluidos, oprimidos, obreros, campesinos sin tierra, comunidades víctimas del racismo, pobres de la ciudad, pueblos indígenas, estudiantes, intelectuales, migrantes, pequeños comerciantes, descastados, clases medias en decadencia, simples ciudadanos, afirman su dignidad, exigen sus derechos humanos, hacen que se respete el patrimonio natural y practican la solidaridad. Unos han entregado su vida por estas causas, otros son héroes cotidianos. Unos reconstruyen sus situaciones concretas, otros experimentan con fórmulas la renovación de la economía. Unos sientan las bases para otra política, otros crean una cultura nueva. Es tiempo de despertar la esperanza de los pueblos.
Ha llegado el tiempo de las convergencias. Convergencia de las luchas, convergencia de los saberes, convergencia de las resistencias, convergencia de las alternativas, convergencia de los espíritus, convergencia de los corazones, hacia un mundo de justicia e igualdad, de inventiva y progreso material, de optimismo y florecimiento espiritual. Este mundo, podemos construirlo si encontramos alternativas viables al neoliberalismo y a la mundialización unilateral, alternativas que se basen en los intereses de los pueblos y el respeto a las diferencias nacionales, culturales y religiosas. Ha llegado el tiempo de las convergencias.
El tiempo de un pensamiento creador y universal se abre ante nosotros. El análisis de las consecuencias económicas, sociales, ecológicas, políticas y culturales de la organización económica actual conducirá a su deslegitimación. La búsqueda del equilibrio entre la iniciativa personal y los objetivos colectivos dará paso a nuevas fórmulas. El estudio de la expansión de sectores no mercantiles, el de las técnicas de producción que toman en cuenta el bienestar de quienes las utilizan, el de la organización y de la naturaleza del trabajo, contribuirán también a la creación de una organización colectiva más humana. El tiempo de un pensamiento creador y universal se abre ante nosotros.
El tiempo de la acción ya ha comenzado. La democracia ya no es tan solo una meta en la organización de las sociedades. Aparece también como la clave para el funcionamiento de los movimientos sociales, de los partidos políticos, las empresas, las instituciones, las naciones y los órganos internacionales. Se ha venido experimentando como un aporte esencial para el respeto de los intereses populares y la salvaguarda de la seguridad nacional e internacional. La apertura de espacios para todas las culturas, por cuanto todas forman parte del patrimonio de la Humanidad, permite superar progresivamente los repliegues identitarios reduccionistas. La existencia de Estados democráticos, competentes y transparentes aparece como la base para el restablecimiento de su poder de regulación. Los reagrupamientos económicos y políticos regionales, basados en la complementariedad interna, se perfilan como la mejor respuesta a las necesidades reales de la población y como una alternativa consistente a la mundialización neoliberal. Reforzar y democratizar las instituciones internacionales, regionales y mundiales se ha convertido en un objetivo realizable, del que depende el progreso del derecho internacional y de la insoslayable regulación de las relaciones económicas, sociales y políticas, tanto en el plano mundial, como en los ámbitos del capital financiero, de la fiscalidad, de las migraciones, y del desarme. El tiempo de la acción ya ha comenzado.
Hoy, es menester crear una red de personas comprometidas, de organizaciones populares, de movimientos sociales, de centros de estudio. Ha llegado el momento de constituir un foro de los foros dispersos en el mundo. Es preciso reflexionar y trabajar juntos, apoyar las luchas sociales abiertas al porvenir, estimular las alternativas viables a la mundialización neoliberal, difundir los resultados de los trabajos y las experiencias. Estamos seguros de que se puede construir una democracia universal, respetuosa de la identidad y de la dignidad de todos los seres humanos. Estas son las razones de que los firmantes de esta declaración apoyan la creación del Foro Mundial de las Alternativas. Invitamos a los que pueden hacerlo a firmar esta declaración, a adherirse al Foro y a hacer que participen en él los movimientos y las instituciones que comparten estos ideales y de los cuales forman parte. Es tiempo de revertir el curso de la Historia.
Metas y objetivos
1. Preámbulo
Es preciso crear un Foro que agrupe a individuos, líderes de movimientos sociales, intelectuales, redes y foros que trabajen en la definición de alternativas frente al neoliberalismo imperante en el mundo. De hecho, la suerte de la Humanidad se halla en juego. El sistema económico actual, que pretende ser eficaz y productivo para responder a las necesidades básicas de la población, no hace en realidad sino excluir y discriminar.
Frente a estos hechos, van desarrollándose en todo el mundo resistencias tenaces, de donde surgen nuevas perspectivas en torno al porvenir del planeta, que hacen renacer la esperanza en todos aquéllos y aquéllas que aspiran a nuevos modos de actuar y de pensar. Es alrededor de estas ideas que nos hemos agrupado para crear el Foro Mundial de las Alternativas y suscribir su manifiesto.
2. Metas
* Contribuir a reforzar las múltiples luchas económicas, sociales, políticas y culturales, en particular de los pueblos oprimidos, de los trabajadores y las trabajadoras, del mundo campesino, de las mujeres, de los jóvenes, de las comunidades cuya identidad y derechos sociales han sido vejados, de los movimientos ecológicos, mediante la creación y la difusión de nuevas perspectivas alternativas.
* Promover la investigación teórica y política en torno a alternativas viables de desarrollo frente al neoliberalismo y la globalización, que descansen en valores populares y democráticos y respeten las diferencias nacionales, culturales y religiosas. De manera más específica, el Foro procurará identificar distintos niveles de investigación que puedan contribuir a fortalecer las resistencias, en particular acerca de los asuntos macroeconómicos, de los movimientos sociales, del desarrollo local, etc.
* Contribuir a desarrollar nuevas formas de pensar para analizar la situación actual, pero sobre todo para definir los objetivos y los medios de una sociedad más democrática y justa.
3. Objetivos
* Analizar las consecuencias sociales, económicas, políticas y culturales del neoliberalismo y del capitalismo, en particular del capital financiero y las empresas multinacionales.
* Hacer presión sobre el sistema económico actual, obligarlo a ajustarse a las necesidades de los pueblos y al respeto del medio ambiente, deslegitimar la lógica actual de la globalización e identificar alternativas viables.
* Promover nuevas aproximaciones para resolver la tensión dialéctica entre la iniciativa personal y los objetivos colectivos.
* Promover la expansión de actividades sociales que se expresen por fuera del mercado y que respondan a los requerimientos de la solidaridad social.
* Promover la democracia, no sólo como objetivo final de la organización social, política y económica de la sociedad, sino también como un medio de acción colectiva, que integre los movimientos sociales, los partidos políticos, las instituciones nacionales e internacionales.
* Promover todas las culturas, con base en la consideración de que las diferencias culturales y religiosas, las diferencias de opinión y de visiones forman parte del patrimonio de la Humanidad y constituyen contribuciones potenciales a la mejoría de la vida de la gente, aunque sin dejar de oponerse a las tendencias reduccionistas que descansan en un nacionalismo estrecho, en etnicismos o en fundamentalismos religiosos.
* Promover la instauración de poderes democráticos y profesionales de regulación de la economía por parte del Estado.
4. Medios
* Establecimiento de un foro internacional que reagrupe a individuos, movimientos y redes, que estén de acuerdo en suscribir el Manifiesto.
* Organización de diversos grupos de trabajo, de actividades y de encuentros.
* Diseminación de los análisis y de la información acerca de las diferentes iniciativas.
* Acción conjunta para defender y apoyar ciertas causas y movimientos.
* El trabajo del Foro, así como el Manifiesto, serán revisados y reevaluados cada cinco años y rediscutidos por los miembros.
5. Membresía
* Serán miembros todos aquellos individuos que suscriban el Manifiesto y que se comprometan de manera concreta en las acciones del Foro.
* Serán miembros asociados las personalidades, los movimientos y las instituciones que suscriban el Manifiesto.
* Serán colaboradores los individuos y las asociaciones que trabajen con el Foro en actividades específicas.
Para mayor información, contactarse con:
Samir Amin y Bernard Founou.
FMT, B.P. 3501, Dakar Senegal.
Telefax (221) 211144
E-mail: ftm@syfed.refer.sn
Pablo González Casanova.
Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ciudad de México, México.
Teléfono (525) 559 67 02
Fax (525) 616 29 88
E-mail: casanova@servidor.unam.mx
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