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   No. 78 - Abril 1998
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Indígenas


No. 78 - Abril 1998

Patentamiento de la ayahuasca

Respuesta de la COICA a presiones de FIA

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) envió una carta a la Interamerican Foundation (Fundación Interamericana, FIA) -organización de ayuda adscripta al Congreso de Estados Unidos- por las diversas presiones que ha estado recibiendo para que se retracte de sus resoluciones de rechazo al patentamiento de la ayahuasca o yage por parte de Loren Miller, propietario del laboratorio farmacéutico International Plant Medicine Corporation de Estados Unidos. COICA solicita un pronunciamiento mediante el envío de cartas dirigidas a la FIA en la que se exprese su rechazo al patentamiento de esta planta sagrada de los pueblos indígenas amazónicos.
Señores George Evans, Presidente de la Fundación Interamericana Adolfo Franco, Vicepresidente

Hemos leído con interés y mucha preocupación la carta del señor Franco del 23 de febrero pasado que, creemos, expresa la posición de la Fundación Interamericana (FIA), exigiéndonos la retractación de una resolución adoptada el pasado año en el Quinto Congreso de la COICA realizado en Georgetown, Guyana.

Ante todo, debemos aclarar algunas falsas afirmaciones que contiene la misiva.

En primer lugar, la COICA en ningún momento ha reconocido que la resolución sobre el señor Miller fue "no apropiada" y mucho menos que haya sido "una amenaza". En segundo lugar, y para dejarlo claro, la COICA no se retracta ni se retractará de una resolución adoptada de forma madura y soberana por más de 80 delegados representando a 400 pueblos indígenas de nueve países amazónicos. Solo el próximo Congreso -en el año 2001- tendría la autoridad para hacerlo o reafirmar en la defensa de nuestros derechos.

Los pueblos indígenas amazónicos, al condenar la acción del señor Miller, hemos asumido una decisión soberana como pueblos, como lo haría cualquier otra sociedad del mundo que ha sufrido la falta de respeto a su cultura, a sus costumbres, a sus símbolos sagrados. ¿No es acaso delito en su país dañar cualquier símbolo patrio, digamos la bandera? ¿No es para los cristianos, judíos o musulmanes una ofensa mayor profanar un recinto o un símbolo sagrado?. Pues bien, eso es lo mismo que el señor Miller ha hecho con la ayahuasca o yage.

Hay suficiente bibliografía en cualquier biblioteca especializada de Estados Unidos en la que ustedes podrán comprobar el carácter sagrado que esta planta tiene para muchos de nuestros pueblos. Aquí solo citamos uno de los antropólogos de renombre que han escrito sobre el tema: "Según nuestros informantes, entre los indios vaupes (Amazonia colombiana), el propósito al tomar yage es retornar al útero, a la fuente y origen de todas las cosas, en la que el individuo "ve" las divinidades tribales, la creación del universo y de la humanidad. De acuerdo con los indígenas, el individuo "muere" pero más tarde renace en un estado de sabiduría, porque al despertar del trance del yage está convencido de la verdad de su sistema religioso, puesto que ha visto con sus propios ojos las personificaciones de los sobrenaturales y de las escenas míticas" (Reichel-Dolmatoff, 1972. Citado en: Alucinógenos y cultura. Peter Furst, Fondo de Cultura Económica, México, 1980).

Estos son algunos libros contemporáneos a los que pueden ustedes remitirse para verificar lo que afirmamos: The Jivaro: People of the Sacred Waterfalls, Michael J. Harner, 1972. Hallucinogens and Shamanism, editado por el mismo Harner, 1973. Von Roraima zum Orinoco, del estudioso alemán Koch-Grunberg, 1917-1928, y centenares de escritos de etnobotánicos de la categoría del inglés Richard Spruce (que recogió las primeras muestras de banisteriopsis caapi en 1851), hasta Richard Evans Schultes de la Universidad de Harvard en la década del 70.

No citamos estos libros por una cuestión de debate intelectual: es una vía para que ustedes puedan comprender la magnitud de la ofensa cometida contra nuestros pueblos al apropiarse una persona de un símbolo sagrado, de lo que es para nosotros lo que la hostia para los cristianos. Eso puede darles una idea de la indignación que recorrió por toda la Cuenca del Amazonas, en cada comunidad donde se conoció la noticia, y eso explica la frase de la resolución adoptada en la que COICA no se hace responsable por la integridad física de Miller, quien ha insultado la cultura de cientos de pueblos.

Pero antes de decirnos que la reacción de los pueblos indígenas agrupados en la COICA fue desmesurada, ustedes deben reconocer, ante todo, que el señor Miller ha cometido una ofensa grande contra los pueblos indígenas al patentar para su beneficio una planta sagrada que él mismo reconoce haber "descubierto" en la chacra de una familia indígena en el Ecuador. La "nueva variedad" que afirma haber descubierto es una variedad de banisteriopsis domesticada por nuestros pueblos hace cientos de años. Y no solo eso, nos gustaría saber si el señor Miller solicitó el correspondiente permiso de las autoridades ecuatorianas para llevarse a su país esas muestras, porque la ley ecuatoriana prohibe y castiga penalmente a quienes no lo hacen. Mas aún, conocimos al señor Miller en 1995, cuando nos llegó información comprobada de que intentaba establecer contacto y filmar al pueblo Tagaeri del Ecuador, un pueblo que ha decidido no tener contacto con la civilización occidental, a lo que COICA y otras prestigiosas organizaciones como la Universidad de Kent en Inglaterra se opusieron.

Se nos ha informado también que, ahora, el gran interés del señor Miller es instalar un laboratorio para procesar ayahuasca en la comunidad indígena de Macuma, en el suroriente del Ecuador. Los hechos de las personas hablan más que lo que se diga de ellas.

Los pueblos indígenas no nos oponemos al desarrollo ni a la investigación para el descubrimiento de nuevas alternativas de supervivencia para la humanidad, pero sí queremos que ésta respete nuestras formas de vida, nuestra diversidad cultural, nuestros conocimientos y la cosmovisión indígena, y que todo ello camine interrelacionado para propender a un modelo de desarrollo verdaderamente justo y sustentable.

Nos preocupa que la FIA, organización con la que establecimos una relación de cooperación horizontal, desinteresada y transparente por muchos años, hoy se muestre absolutamente parcial y defendiendo los intereses de una persona particular en desmedro de lo que piensan quienes, en este caso son las víctimas de un despojo. ¿Es ésta la nueva política de la FIA, o es que durante mucho tiempo estuvimos equivocados respecto de su naturaleza y fines?. La COICA, en su oportunidad en tiempos de una relación de cooperación armónica con la FIA, hizo llegar incluso una constancia de agradecimiento por su apoyo (Paramaribo-Surinam, Marzo 18 del 95), ahora lamentamos cuan equivocados estábamos al no conocer la falta de transparencia de nuestras relaciones.

Dice su carta que la resolución de COICA es "reprensible". ¿Cómo es esto? Creíamos que desde hace mucho tiempo se había dejado de pensar que los indígenas éramos niños a quienes había que decirles como debían comportarse y reprenderlos cuando algo hacían mal. Creíamos que con el milenio que se termina había acabado también el tiempo del paternalismo, del proteccionismo y de las prácticas coloniales, pero parece que hemos pecado de optimismo.

Como pueblos de paciencia milenaria que somos, aceptamos los buenos consejos, no importa de quienes vengan. Podríamos haber aceptado algunos consejos de una organización solidaria, pero de ninguna manera aceptamos que la FIA pretenda inmiscuirse en los asuntos internos de la COICA y, como lo ha hecho, presentándonos una suerte de ultimátum.

Como pueblos que estamos en un profundo proceso de reafirmación de nuestras identidades, no estamos dispuestos a aceptar presiones, y menos de orden económico como la que se acaba de hacer con un programa de educación de CONFENIAE que estaba apoyada por FIA. Aceptamos la cooperación voluntaria y desinteresada de quienes creen que el mundo tiene una deuda con los pueblos originarios de América, pero si esa cooperación nos exige renunciar a nuestros principios, simplemente no la necesitamos.

Con el mismo derecho que la FIA se ha atribuido al exigirnos cambiar una decisión soberana aprobada de manera unánime por más de 80 delegados de nueve organizaciones representando a más de 400 pueblos indígenas amazónicos, nosotros le preguntamos a FIA: ¿están ustedes de acuerdo con que el señor Miller haya patentado para su beneficio una planta sagrada, de propiedad colectiva de los pueblos indígenas amazónicos?

Eso es lo que está en discusión, no solo entre FIA y COICA, sino en todo el mundo, y en muchos casos es lo que define quienes comparten la necesidad de concertar esfuerzos con los pueblos indígenas para la conservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente mundial. La Cumbre de la Tierra de Río/92, el Banco Mundial, el BID, el PNUD, la Convención de la Diversidad Biológica (CDB), el IFF, el GEF, la Unión Europea, la UICN, el WWF, la Comisión Interamericana de Desarrollo Sustentable, etc. han reconocido el gran aporte de los pueblos indígenas para con el desarrollo de la humanidad y la estabilidad del medio ambiente, y han manifestado que es necesario que sus derechos sean reconocidos, así como han adoptado nuevas políticas para fortalecer la cooperación con pueblos indígenas. Lamentamos que organismos como la FIA en vez de reconocer estos procesos y fortalecer la cooperación, tengan que inmiscuirse en asuntos internos de la organizacion y nos quieran obligar a cambiar una resolución legítimamente tomada por los pueblos indígenas amazónicos.

Mucho agradeceremos su respuesta a esta carta.

Antonio Jacanamijo y José Luis Jimbiquiti Coordinador General Coordinador de Area de economía

Quito, 3 de marzo de 1998

Las cartas deben ir dirigidas al señor George Evans, presidente de la FIA Fax 703-841-0973 Correo electrónico: correo@iaf.gov Arlington, Virgina, USA






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